Enamorarse de un desconocido

Capítulo 23.

Capítulo 23:

Estaba frente a mi enemigo, él de ellos. La persona que quería quedarse con su dinero... Pero, resultaba ser nada más ni nada menos que alguien a quien le tenían afecto. Esto no era bueno, quizas si intentaba hacer algo malo en su contra, los gemelos lo defenderían. No respondí a su saludo. Quede en una especie de Shock, estática. ¿Por qué debía ser alguien que ellos conocían?. Solo me dificultaba la solución de este problema. Lo peor, es que de seguro solo tomó su confianza para que no sospecharán nada acerca de él, en el momento de quitarles su dinero. 

- ¿Esta bien, señorita?- Dijo Max.

- Hey, saluda. - Me dijo Kwangmin.

- Eh... Yo... Un gusto conocerlo- Bajé la mirada.

- Veo que es algo tímida. El gusto es mío- Dijo Max, luego fue a la cocina con el mayordomo.

- ¿Estas bien? Pareces haber visto un fastasma- Se rió Youngmin.

- Ojala hubiera sido eso...- Dije para mí misma.

Youngmin, yo y Kwangmin nos fuimos afuera(al patio) donde se encontraban sus amigos. 

MinWoo: -¿Ella también vendrá?.

Youngmin: -Si quiere.

________: - ¿De qué estan hablando?.

Youngmin:- Hoy iremos a la ciudad. A las máquinas de juegos. No hay muchos guárdias, no creo que lo noten.

Luhan: - Deberíamos irnos ahora.

Youngmin: - ¿Vienes?

Me puse a pensar, y recordé que donde había más seguridad era en la ciudad. Si ellos llegaban a ir, los encontrarían. Pensé en un plan, para que cambiasen de idea.

- Hagamos otra cosa- Dije.

-¿Qué sugieres?- Me preguntó Youngmin.

- Mmm... ¿Las escondidas?.

- Es un juego para niños- Se quejó Luhan.

- A mi me gusta- Reclamó MinWoo.

- Esta decidido, volvamos a nuestra infancia- Dijo con una sonrisa Kwangmin.

¡Perfecto! logré distraerlos. Jugamos piedras, papel y tijeras para ver quien contaba. Le tocó a Kwangmin que no estuvo muy conforme. Cuando comenzó a contar, todos salimos corriendo.

Yo me dirigi hacia el interior de la casa, aunque sería trampa. Realmente, no estaba muy interesada en jugar un juego de niños. Solo quería que sacarán esa idea de ir a la ciudad. 

Entré a la habitación de los gemelos, quería saber desde cuando exactamente se conocían con ese tal Max. Debían tener fotos. Revolví en los cajones, y nada. Luego, divise el ropero, quizás las fotos estaban guardadas en una caja allí dentro. Abri el ropero, pero escuché la puerta abrirse e inmediamente me escondí dentro de él.

Sentía pasos dentro de la habitación, que iban y venían. Escuche un ruido muy fuerte, como si algo se hubiera roto. ¿Un ládron? en esta casa parecía imposible... Aquella persona se acercaba lentamente al armario. Comenzé a entrar en pánico. Antes de que llegase a abrir, la puerta se abrió nuevamente. 

- ¿Qué hace aquí, señor Max?- Era la voz de Key.

- Nada... Extrañaba ver las fotos que solían tener sobre sus muebles. Pero, veo que ya no estan.

- Comprendo, le pido que se retire.

- Bien, pero no es porque este siguiendo las órdenes de alguien como tú.

Escuché el golpe de la puerta al cerrar. Pero, aún había una persona dentro. Y esa persona, se acercaba al armario.

Abrió directamente la puerta, y me encontró.

- ¿Qué haces aquí?- Era Key.

Sali del interior del ropero y él me miraba de modo extraño.

- ¿Acaso quieres asustarlos cuando duermen?- Dijo.

- No. Me perdi.

- ¿Dentro del ropero?. No te creo. Si quieres asustarlos, no te preocupes, con tu cara es suficiente- Dijo mientras soltó una carcajada.

- Que malo...- Me enojé- ¿Qué haces tu aquí?.

- Reviso la casa. El señor Max ha estado investigando todas las habitaciones. Estoy intentando averiguar que esta buscando.

- ¿Los papeles?.

- Eso puede ser...

- ¿Qué fue ese extraño ruido? Como si se rompiera algo.

- No se a que te refieres- Miró a su alrededor- No parece haber nada roto.

- Mmm... Hay algo muy raro.

- ¿A parte de ti?.

- Ya basta de hacer bromas sobre mi! Se serio una vez en la vida.

- No puedo ser serio si una persona me dice que se perdió dentro de un ropero.

-Hum...- Me enojé.

- Debemos irnos. Si el mayordomo nos ve juntos, pensara cosas raras.

- ¿Cosas raras?.

- Si, que tenemos un amor oculto o algo por el estilo.

- Nunca en la vida.

- Coincido contigo.

Nos fuimos de la habitación y nos dirigimos a la biblioteca.

- ¿Qué piensas que planean?.

- No lo sé- Me respondió Key- Su mente no es fácil de adivinar.

- ¿Y si saben que tenemos conocimientos acerca de su plan?.

- Entonces, estarían actuando muy bien.

- ¿No le harán daño, verdad? A Youngmin y Kwangmin.

- No creo. Pero, debemos estar alertas. ¿Donde estan ellos ahora?.

- En el patio. ¿Por qué?.

- Por nada. Creo que deben permanecer unidos, así hay menos posibilidades de que intenten algo en contra de ellos.

- ¿Qué harías si tu misión sería dañarlos?- Estaba muy Seria.

Key permaneció en silencio, como si estuviera pensando la respuesta correcta. Lo único que debía hacer era decir que no lo haría. En cambio, solo se marchó por la puerta y antes de llegar a cerrarla dijo:

- No puedo protegerlos, pero tampoco dañarlos. 

Luego, cerró con un golpe secó la puerta. ¿Qué significaba eso?. Solo podía esperar por un plan ingenioso. Algo que hiciera que Max se fuera de la casa.

Continuara...