SINNERS (Arvin Russell y tú) [TERMINADA] ✓

El secreto de Lenora

⟩ ______ Jenner ⟨

Las cosas los siguientes días fueron cada vez peores. Las miradas de William ahora no me molestaban como antes sino que me causaban un pánico enorme, la idea de quedarme sola con él la aborrecía más que antes y cuando Malorie salía, yo insistía a acompañarla, así fuera con las señoras aburridas de la iglesia.

Prefería escucharlas hablar de su amigo imaginario que estar un minuto a solas con ese hijo de perra que estaba casado con Malorie.

Pero al parecer, yo no era la única que estaba teniendo problemas, porque Lenora desde la vez que se había quedado sola en el cementerio actuaba extraño. La notaba más callada y nerviosa, casi no sonreía si no era de manera forzada.

Esa tarde salimos juntas del colegio. Arvin se quedó hablando con el profesor respecto a unas tareas pendientes a revisar así que debíamos esperarlo para que nos llevara a casa.

Esperábamos sentadas en el cofre del coche, Lenora se veía ansiosa, al parecer, las ganas de ir pronto al cementerio cada vez así que supuse era un buen momento para hablar al respecto.

- ¿Cómo te ha ido? Estos días apenas y hablamos, entre las tareas y nuestros deberes fuera de la escuela... ¿Todo va bien?

- ¿Ah? -volteó a verme, al parecer me había ignorado lo que le pregunté.

-Que si todo va bien. Hace días que tú y yo no hablamos como antes y me preocupas un poco, te noto rara.

-Estoy bien, no deberías de meterte.

Su respuesta me hizo sentir extraña.

- ¿Disculpa? -pregunté ofendida-. Eres mi amiga, claro que debería de meterme, tú siempre lo haces cuando me encuentro mal.

-Ah, ¿Y te parece que yo estoy mal? Me encuentro bien, gracias -esta vez se cruzó de brazos y yo insistí.

- ¿Es por Gene y sus amigos?, ¿Siguen molestándote?

-No -respondió cortante-, en serio, no te metas, Jenner.

-De acuerdo, qué genio -mascullé entonces-. ¿Sabes? Creo que iré a ver por qué Arvin tarda tanto, con suerte y no me responda como idiota él igual.

Me bajé del cofre del coche dispuesta a entrar a la escuela cuando Lenora volvió a hablar.

-No, Jenner, lo siento -contestó antes de tomarme del brazo-, es que...

Y no quiso seguir hablando, eso me preocupó peor.

- ¿Qué ocurre, Lenora? Sabes que puedes confiar en mí, ¿Verdad?

-Si te digo algo, ¿No le dirás a nadie?

-Te lo prometo.

-A nadie, ni siquiera a Arvin.

Y eso me hizo dudar.

- ¿Por qué me pides eso?

-Promete por favor que nadie se va a enterar de esto.

-Te lo prometo, ¿Bien? Dime qué pasa.

-Creo que estoy enamorada - y solté una risa-, ¿Por qué te ríes? No es gracioso.

-Lo lamento, es que creí que era algo peor -reí-, enamorarse es algo normal, a menos que no sea como lo pienso, ¿De quién te enamoraste?

Sí, obviamente lo primero que pensé cuando me pidió que no le dijera a Arvin fue que tal vez Lenora sentía cosas por él. Nunca pensé que se refiriera a algo peor...

-Del reverendo -soltó de la nada.

- ¿Qué?

-Del reverendo Preston, _____. Estoy enamorada de él y creo que él igual me ama.

-Lenora, te dobla la edad, ¿Cómo va a amarte? -negué bajando la voz para que sólo quedara entre nosotras esa plática-. Además, tiene esposa.

-Pero él me ha dicho que no la ama, que está con ella por lástima y... me enseñó otra manera de orar.

Ya para ese punto, algo parecía ir mal y lo intuía.

- ¿Una manera nueva de orar?

-Sí, tú sabes... -parecía incómoda pero aún así me tuvo la confianza de proseguir-, el reverendo Preston dice que la manera de orar para que Dios nos escuche es quitando nuestros temores y pudores...

- ¿De qué mierda estás hablando, Lenora? -la miré estupefacta, me sentía cada vez peor, más incómoda y molesta con ese imbécil-, ¿Qué manera de orar?

-É-él me dijo que orar amando igual era una manera de estar cerca de Dios y... que él sabía hacer ese tipo de oraciones.

-Lenora...

-Lo hicimos -soltó por fin-, el reverendo Preston y yo hemos hecho ese tipo de oraciones constantemente ¿De acuerdo? Por eso prefiero que ya no vayan conmigo. Sé que está mal, pero él ha dicho que me ama y...

-Lenora, no -negué cerrando mis ojos.

Sentí una impotencia enorme al escuchar a mi amiga hablar al respecto, ¿Qué hacer?, ¿Cómo ayudarla? Ese hijo de perra estaba abusando de ella y Lenora no se daba cuenta.

-Prometiste no contarle a nadie.

- ¡Pero eso es demasiado, Lenora Laferty! Tienes que decirle a Arvin o a Earskell o a Emma.

-Te lo he confiado a ti porque eres mi mejor amiga, mi compañera y confidente, no puedes traicionarme, ______.

-Pero Lenora, eso está mal. ¿Y si quedas embarazada?, ¿Se están cuidando?

-El reverendo Preston dice que Dios nos protege y que...

-No seas estúpida -le alcé la voz-, ¿Y tú lo creíste?

-El reverendo Preston no mentiría jamás.

-Por favor, Lenora, eres más inteligente que cualquiera y tu estupidez por tu amigo imaginario te nubla la razón -negué.

Decir que estaba molesta era muy poco para lo que sentía.

-Es por esto que no quería decirte. Te entrometes en todo. Ni siquiera puedo confiar en ti porque lo primero que piensas en hacer cuando te cuento algo que va mal, es decirle a cualquier persona antes de tragarte el secreto. ¿Y cuándo tú me cuentas lo que te pasa? Jamás he ido a contarlo, porque eres mi amiga y si tú no deseas que diga algo, por más malo que sea, sé quedarme callada. Lástima que tú no me consideres tu mejor amiga como para callarte en lo que te cuento.

Me hizo sentir mal, lo suficiente como para sentir un rojo de vergüenza en mi rostro.

-No era mi intención, Lenora, pero entiende, él te está utilizando.

-Tú preocupate por tu vida y déjame en paz, ¿De acuerdo? No te metas en mis asuntos. Si eres mi amiga te callarás.

Fue lo último que le escuché decir antes que Arvin fuera en dirección a nosotras.

- ¿Listas? Vámonos, se hace tarde.

- ¿Me llevarás al cementerio hoy? -preguntó Lenora bajando del cofre.

-Claro, ¿Quieres que te esperemos esta vez?

-No, puedes ir por mí después. Tal vez luego de llevar a Jenner a su casa.

-Está bien, vamos -Arvin entró al coche.

Lenora entró a la parte trasera y yo al asiento de copiloto.

No podía creer que le había prometido a Lenora guardar un secreto tan grave como el que me había contado...