Malas noticias

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⟩ Arvin Russell ⟨

Caminaba de un lado a otro en el hospital. Desde que ingresaron a _______ no había sabido nada de ella y yo sentí que había pasado una eternidad a pesar que el reloj marcaba exactamente una hora desde nuestra llegada al lugar.

Sólo podía pensar en todas las malas noticias que podría recibir cuando alguien me diera razón de Jenner. Sólo miraba gente ir y venir, algunos con familiares muy delicados, entre ellos, vi a un chico con la cara casi por completo desfigurada y ensangrentado que estaba más inconsciente que consciente.

Odiaba la idea de estar ahí. Todo parecía lúgubre y sólo se oían lamentos y gritos o llantos de los pacientes junto a sus familiares.

Maldita sea la hora en que pensé que ayudar a ______ con esto sería una buena idea.

— ¡Arvin! —escuché la voz de Lenora en la entrada del hospital.

Paré de caminar de un lado a otro. Miré a mi hermana entrar junto a mi abuela y... ¿Malorie?

Lenora fue la única que corrió hasta donde estaba yo mientras que mi abuela y Malorie parecían incómodas con la idea de acercarse a donde estaba.

— ¿Qué hacen aquí? —le pregunté a Lenora.

—Emma insistió en que viniéramos para saber de ______. Igual fuimos a avisarle a Malorie, Emma creyó que ella debía saber qué pasaba con su hija. Si muere...

— ¿Quieres callarte? —la regañé—. Deja de decir estupideces, Lenora. Jenner estará bien.

—Eso espero —mi abuela respondió cuando se acercó por completo aún de brazos cruzados—. Lo que hicieron fue una tontería.

—Abuela, ya para, por favor —le pedí mientras miré a otro lado avergonzado de sus regaños.

—Dios mío —habló Malorie—. Dame fuerzas, no te lleves también a mi hija.

Qué cinismo el de esta mujer para pedirle a su amigo imaginario que le dejara a su hija cuando ella la había puesto en riesgo desde que la llevó a vivir con ese infeliz de William.

—Ya, Malorie, calma —trató de consolarla mi abuela—, estará bien. Dios no puede ponerte tantas pruebas para probar tu fe. Suficiente fue con los cobardes que tomaron la vida William, que Dios lo tenga en su gloria.

— ¿Ya apareció? —traté de no sonar nervioso al respecto—, ¿Y bien?, ¿Dónde estaba?

—Hace unas horas me llamó el oficial. Dice que lo encontraron dentro del coche en el risco —me explicó Malorie—. Dice que por las heridas del cuerpo y la sangre del lugar pudo ser por un grupo de ladrones que trataron de asaltarlo.

—Lamento mucho lo ocurrido con tu marido, Malorie —contesté mientras miraba a otro lado, incómodo y aliviado con esa noticia.

Al menos no había rastro mío que pudiera inculparme al respecto de la muerte de su marido.

—Dios lo tenga en su santa gloria —repitió Lenora—, verá que a los cobardes que hicieron semejante acto tan brutal irán al infierno.

Tensé la mandíbula al darles la espalda. ¿En serio rogaban por el alma de ese enfermo de mierda? Deberían dar gracias que esa escoria había dejado de robar oxígeno de la tierra.

—No entiendo, ¿Cómo es que se les ocurrió hacer algo tan semejante, Arvin? —me preguntó Malorie.

—No sé, enfermos de mierda seguramente —dije pensando que se refería a la muerte del asqueroso de su marido.

— ¡Arvin! —me reprendí la abuela.

— ¿Qué?, ¿No es lo que estaban diciendo?

—Me refiero a _______. ¿Por qué hacer algo tan semejante como matar a una criatura?

Bueno, si el puto enfermo del muerto no la hubiera tocado créeme que nada de esto estaría sucediendo.

—Malorie, yo... —antes de poder hablar, el doctor salió a la sala de espera.

— ¿______ Jenner? —inmediatamente se acercó Malorie y mi abuela fue detrás suyo.

Yo me iba a acercar pero Lenora me tomó del brazo un instante.

—No creo que sea buena idea que te acerques. Malorie no se ve de muy buen humor —comentó Lenora.

Yo di un suspiro de agobio antes de cruzarme de brazos. Sólo miré como el médico traía un semblante de seriedad y acto seguido a Malorie soltándose a llorar siendo abrazada por mi abuela.

Mi corazón latió muy rápido al escuchar las condolencias del doctor.

—Mierda, no... —mascullé, en esta ocasión me separé de Lenora para acercarme a pesar de su advertencia.

Malorie apenas me miró, comenzó a empujarme y gritar.

— ¡Todo esto es culpa tuya, Arvin! —gritó—. ¡Sabía que era mala idea que mi hija saliera contigo! Desde que te conoció fuiste una mala influencia para ella. ¿Ya estás feliz? Debes estarlo, desgraciado.

—Malorie, basta —traté de parar sus golpes en mi omóplato derecho porque no dejaba de gritarme y pegarme mientras la gente sólo nos miraba—, ¿Qué ha dicho el médico?

—Arvin, sal de aquí —me pidió mi abuela igual con un hilo de voz y no pude evitar pensar en lo peor.

— ¿Q-qué pasó, abuela? —tartamudeé mientras sentí las lágrimas estar a nada de salir de mis ojos y la presión en mi pecho hacerse más persistente.

—Murió —musitó mi abuela—. Si tú intención era esa, lo lograste, Arvin, ahora salte de aquí.

Palidecí al escucharla. Miré a Malorie sin creer lo que escuchaba. Me separé un poco antes de pasarme las manos por el cabello y cerrar los ojos un momento aguantando el llorar.

Quise gritar por instinto pero no lo hice. Solamente tragué pesado y sentí mi ceño fruncirse un momento.

Mi Jenner no podía morir. No. No así. No por querer deshacerse de algo que ella no había pedido.

Salí un momento para tomar aire. Todo se veía borroso y daba vueltas. Me sentí fuera de mí por algunos segundos hasta que traté de respirar hondo y tomar la situación con calma.

Miré al cielo un momento. Me negaba a aceptar que ________ había muerto.

Necesitaba verla una última vez así fuera de lejos, así que tomé una bocanada de aire antes de tragar pesado y disponerme a entrar de nuevo al hospital.

Necesitaba verla solo una vez más...


Un capítulo triste porque jamás es demasiado sufrimiento en esta historia. ¿Cómo están? Tomen agua las te tqmmm.

SINNERS (Arvin Russell y tú) [TERMINADA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora