⟩ Arvin Russell ⟨
Por la mañana preparé todo. Puse en un bolso deportivo mudas de ropa suficientes para unos días. Volteé a mirar a ______ que seguía profundamente dormida y al ser su día de descanso sabía que dormiría hasta un poco más tarde de lo habitual.
Tomé aquella maleta y la coloqué sobre mi hombro. Contemplé una última vez a mi chica dormida y dejé sobre la mesa de noche aquella nota que le había escrito hace unas horas atrás. Besé su frente y salí de la habitación en silencio.
Fui al coche, dejé mis cosas en la parte trasera y conduje hacia la iglesia. Cuando llegué, no parecía haber nadie cerca del lugar, lo cual me dejaba en una ventaja bastante buena.
Bajé del coche con el arma debajo de la chaqueta y entré a la iglesia a paso silencioso. Preston estaba en una banca hasta en frente comiendo a solas y yo le apunté a la cabeza. Apostaba que le daría desde ese lugar pero aún no era el momento adecuado. Bajé el arma y fui a sentarme en una banca cerca de la salida.
Tragué aire antes de hablar con la intención de llamar su atención pero fue difícil, en especial por todo el plan ideado.
Aún así, logré hablar.
—Disculpe —sentí como mi voz se iba, pero no había marcha atrás, tomé nuevamente valor, carraspeé y hablé de nuevo—. Disculpe, Reverendo —y en esta ocasión pareció mirarme por encima del hombro—. ¿Tiene tiempo para un pecador? He estado haciendo el mal y me gustaría hacer el bien.
Preston volteó mejor, yo no le mostré la cara, estaba cabizbajo y la gorra me ayudaba a ocultarme bien.
—Para eso estoy aquí —dijo desinteresado.
Entonces continúe.
—Realicé actos lujuriosos —hablé un poco menos nervioso recordando la razón por la que estaba en ese lugar.
—Sí, eso puede ser un gran problema —respondió él—, especialmente para los jóvenes. Adelante, cuéntame.
—Tengo una linda esposa que hará casi todo lo que yo le ordene —comencé a relatarle mi mentira.
— ¿La hija de Malorie? —mierda, sí me reconocía.
Aún así me tragué el miedo y continué.
—S-sí, sí —asentí—, pero la trato muy mal.
—Cuando dices "todo", ¿A qué te refieres?
—Justo a lo que le dije —continué—. A veces ella baja hacia mí, ya sabe, con la boca y en serio me excito tanto que empiezo a forzarla.
— ¿Te ha vomitado encima? —preguntó—. Tienen un gatillo, atrás en la garganta.
—No, ese no es mi problema —continué.
— ¿Entonces cuál es el problema, hijo?
—El hombre con el que trabajo tiene una hija, muy joven, acaba de empezar el instituto. Un día la subí a mi camión y la llevé al bosque y yo me acosté con ella —y para ese momento, Preston comenzó a ponerse tenso.
— ¿Ella se resistió? —su voz sonaba un tanto seria, supuse que sospechó.
—No. Pero el problema es que, una vez que lo pruebo no puedo contenerme. Seguí llevando a esa chica cada que podía, le quitaba la ropa pero la hacía rezar antes de que empezaramos.
— ¿Por qué no te quitas la gorra, muchacho?
—A veces incluso guardaba la ropa interior —lo ignoré—. Y las olía mientras se iba en su bicicleta. Después, iba a mi casa con la zorra de mi esposa y la forzaba a hacerme un pastel como si estuviera celebrando.
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SINNERS (Arvin Russell y tú) [TERMINADA] ✓
Fiksi Penggemar______ Jenner vive en Coal Creek, Virginia Occidental. Hija de una mujer viuda que ha sido devota a la iglesia desde la muerte de su marido en un accidente automovilístico. Jenner, a diferencia de su madre, es escéptica a toda religión o persona que...