Mis sentimientos por ti

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AVISO AVISADOR:

Este capítulo trae contenido erótico y descripciones de sexualidad para mayores de 15 pero como les vale, sólo aviso. 😔

Arvin Russell ⟨

Luego de unas semanas a mi abuela se le había olvidado el tema del coche y yo había encontrado su escondite de las llaves así que nuevamente mis visitas a casa de Jenner volvieron a ser frecuentes.

Esa noche no estarían ni William ni Malorie a lo que no debería entrar por la ventana, al parecer irían a una reunión con los colegas del padrastro de Jenner en un condado vecino así que llegarían tal vez mañana domingo por la tarde.

Cuando llegué, estacioné el coche y bajé para ir a la puerta, toqué el timbre y no tuve que esperar mucho a que ______ me recibiera con un abrazo donde lo siguiente que sentí fue un beso que correspondí mientras entrábamos a su casa a pequeños tropezones. 

Cerré la puerta de la entrada a cómo pude mientras sentía sus manos ir directo a mi chaqueta para quitarla, cosa a la cual yo le ayudé antes de terminar en el cuarto de la sala reposándola en el sofá más grande y separarnos por falta de aire.

—Te necesité tanto en todo el día —dijo ella mirándome a los ojos con una voz jadeante mientras acariciaba mi mejilla.

—Ni me digas, sólo rogaba que mi abuela se durmiera pronto para poder venir aquí contigo —le respondí con el mismo tono jadeante.

Ambos nos sonreímos, mis labios bajaron de su comisura a su clavícula. El pijama de encaje en color rosa pastel dejaba ver perfectamente sus aureolas de sus senos transparentándose en la tela.

El aroma a vainilla que tenía toda ella estaba dejándome cada vez más deseoso de hacerla mía y ella lo sabía bien.

—Aquí no, vamos a mi cuarto —pidió ella levantándose un momento.

Asentí antes de tomar mi chamarra y subir con ella las escaleras hasta su cuarto. Yo entré antes y ella fue quién cerró la puerta.

Dejé la chamarra en la silla a un lado de su cama, ella me hizo sentarme y se arrodilló frente a mí con lentitud y se posicionó entre mis piernas.

Se encargó de desajustar mis pantalones y bajarlos al igual que mis calzoncillos, su mano derecha se encargó de tomar mi falo y con su lengua recorrió de abajo hacia arriba. Esa sensación me hizo tirar hacia atrás mi cabeza mientras tragaba pesado y ella volvía a hacer lo mismo antes de meterlo a su boca hasta la mitad.

La tomé del cabello para ser yo quién manejara el sexo oral, subía y bajaba su cabeza, su lengua no dejaba de moverse con la intención de no dejarme descansar del placer que sentía por su boca en mi miembro.

Sentí cómo poco a poco comenzaba a erectarse mi pene dentro suyo, solté pequeños gemidos que traté de reprimir.

No podía dejarme ver vulnerable ante ella, la idea de gemir me hacía quedar como idiota.

Los hombres no gimen aunque sientan placer .

Pronto la vi parar el sexo oral para quedar parada ella frente a mí antes de ayudarme a sacar mi camiseta.

Terminé por sacarme por completo la ropa de la cintura hacia abajo para tener mayor libertad, al hacerlo pude contemplarla mejor a ella, me levanté para tomar ventaja de nuestras diferencias de altura y la despojé de su camisón dejándola solo con las pantaletas de faja que remarcaban genial su cintura y los muslos gruesos que tenía.

SINNERS (Arvin Russell y tú) [TERMINADA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora