𝗟𝗮 𝗻𝗼𝗰𝗵𝗲 𝗱𝗲 𝗽𝗶𝗷𝗮𝗺𝗮𝗱𝗮

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Para Arvin la semana había pasado muy rápido, ahora tan sólo estaban a un día de terminar la primer semana de clases después de vacaciones. Estaba en el comedor desayunando junto a Emma, Earskell y Lenora. La abuela de Arvin era la que parecía más feliz de los cuatro, desde que Arvin había comenzado las clases se veía un poco más abierto al diálogo con la gente a comparación de sus primeros días en Coal Creek.

—Así que te llevas bien con Kuhn y Finley. —Emma quiso conversar un poco acerca de los nuevos amigos de su nieto.

—Sí —Arvin levantó su mirada del plato de cereal frente a él para ver a su abuela—, van en mi salón. En el receso jugamos y Hobart nos invitó a Daryl y a mí a una pijamada mañana en su casa. ¿Puedo ir?

—Oh, bueno —Emma no pudo ocultar su sonrisa, volteó a ver a su hermano que del mismo modo la veía, parecía ser que eso era la señal que necesitaban para saber que Arvin mejoraba—. Claro, si tú quieres ir no veo problema. Por mí está bien, cariño.

El niño sonrió conforme con la accesibilidad de su abuela por dejarlo quedarse en casa de Hobart. Estaba muy emocionado, era la primera vez que alguien lo incluía en planes con niños de su edad. En Knockemstiff no le hablaban si no era para insultarlo o molestarlo y siempre lo excluían de las fiestas de cumpleaños o pijamadas por verlo como "el hijo de los foráneos que viven en las colinas Fíats".

—Bueno, si quieren que los lleve al colegio deben apresurarse —Earskell fue quien volvió a llamar la atención de los niños—. Debo ir a comprar abono para la tierra, me queda de paso ir a dejarlos.

Lenora y Arvin prosiguieron su desayuno hasta acabar y subieron a lavarse los dientes y por sus mochilas. Al estar Earskell y Emma a solas el viejo hombre fue el primero que habló cuando su hermana levantaba los platos utilizados.

—Es bueno ver cómo Arvin está acoplándose a Coal Creek, ¿verdad? Creí que sería complicado para él adaptarse al nuevo colegio.

—Son niños, se adaptan rápido —Emma mencionó mirando hacia las escaleras—. Lo has oído, ahora se lleva bien con Daryl y Hobart. Son buenos niños, me alegra que haya encontrado amigos tan rápido y más que sean esos chicos tan educados y amables.

Pero pese a que Emma trataba de parecer feliz, su rostro expresaba una tristeza profunda que no podía ocultar ni aunque se esforzara.

—Y sin embargo no deja de preocuparte que lo que vivió con sus padres le afecte.

Earskell conocía bien a su hermana, sabía que se seguía echando la culpa por la muerte de Willard pese que no hubiera tenido intervención alguna sobre las decisiones tomadas por su hijo.

En ciertos momentos Earskell igual tenía pensamientos intrusivos en los cuales su mente lo llevaba a preguntarse cómo hubiera sido todo si Willard y Hellen hubieran terminado juntos. Tal vez seguirían vivos ambos, Willard trabajaría en una fábrica y Hellen ya tendría tres hijos al menos, irían a comer con ellos los fines de semana, Arvin ahora tendría hermanos y seguramente tendría una mejor vida que la que tenía con ellos.

—Confío en que nuestro señor sabe perfectamente por qué hace las cosas —Emma mencionó después de unos largos segundos en silencio—. Que se haga su voluntad.

Fue su último comentario antes de ir a la cocina y que los niños bajaran las escaleras corriendo.

— ¡Estamos listos, Earskell! —Lenora fue la primera que salió corriendo hacia la camioneta.

— ¡Se hace tarde, tío Earskell! —Arvin fue el siguiente en salir de casa.

—Bien —el hombre tomó su sombrero y las llaves de la camioneta a nada de desvalijarse—. ¡Ya nos vamos, Emma!

SINNERS (Arvin Russell y tú) [TERMINADA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora