SINNERS (Arvin Russell y tú) [TERMINADA] ✓

El regreso a clases

⟩ _____ Jenner ⟨

Las clases habían comenzado de nuevo, lo que más odiaba de la escuela era tener que levantarme temprano.

— ¿Ya estás lista? —Malorie entró a mi habitación para asegurarse que ya me hubiese levantado de la cama.

—Sí, ya bajo ahorita —le respondí mientras continuaba cepillándome el cabello y me ponía un listón en la cabeza para que no me estorbara en los lados.

— ¿Irás vestida así? —preguntó mi madre cuestionando mi pantalón tejano y la camisa beige a tres cuartos de manga que me había puesto.

— ¿Sí, qué tiene?

—Eso no es ropa de señoritas, ______, ponte algo más... femenino.

—Los vestidos son incómodos, Malorie —me quejé—, además, imagínate que deba correr, el vestido con este jodido...

— ¡Cuida tu vocabulario, niña!

—El punto es, que con pantalones es menos incómodo, ¿De acuerdo? —le respondí antes de tomar mi mochila—, además, una vestimenta no define tu poca o mucha feminidad, eso es algo ridículo. Puedo usar pantalones y camisas de hombre y no por eso dejo de ser mujer, aunque si eso quitara los cólicos menstruales...

—Tú jamás vas a ser una niña educada, ______ —me reprendió Malorie—, eres grosera e impertinente, jamás te quedas callada.

—No tengo por qué hacerlo cuando es injusto. Soy una persona, tengo la capacidad de hablar y soy una persona que razona, no veo por qué quedarme callada.

—Así nunca vas a conseguir marido. Me conformaré con que te consigas a un pescadero.

—No te conformes con nada, Malorie, en mis planes no está casarme.

—Ningún hombre soporta a una mujer voluntariosa, ______.

—Sí, y ninguna mujer debería soportar a un patán, al menos estamos de acuerdo en algo: no voy a casarme.

Malorie negó pero no dijo más, sólo volvió a cerrar mi puerta. Negué con cierta gracia al notarla sin nada qué decir. Terminé de alistarme y tomé mis cosas antes de salir de esa habitación.

Bajé a desayunar, William estaba entretenido en el diario leyendo las noticias así que ni siquiera me miró y eso me alegraba, al menos no empezaríamos a pelear por sus estúpidos comentarios.

No sabía cómo mi madre podía estar enamorada de él.

Era tan idiota que no se merecía ni siquiera tener una mujer la mitad de buena que Malorie.

Ella le sirvió primero el desayuno a él y poco después a mí y a ella. El desayuno fue un silencio total, amaba estar en silencio en casa porque generalmente todo lo que se oía eran los gritos de William llamando inútil a Malorie o quejándose por todo.

A los minutos terminé mi desayuno y fui a lavarme los dientes. Al acabar, tomé mis cosas y salí de casa. La escuela no quedaba muy lejos así que llegar a pie no era algo que me torturase en lo absoluto, a lo máximo tardaba cinco minutos.

Al llegar, pude notar el coche de Arvin estacionado, habían llegado seguro hace un rato atrás. Sólo seguí mi camino hasta mi salón.

Lenora al ser un año menor le tocaba como siempre en un grupo diferente al de Arvin y yo. Para nuestra mala suerte Lenora compartía grupo con Tommy Mattson, Orville Buckman y Gene Dinwoodie, los chicos que siempre la molestaban por el hecho de ser devota a la iglesia, así que por ende siempre que salíamos íbamos a buscarla antes que saliera del salón para evitar que esos dos quisieran dañarla.