Todo un hombre

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⟩ Arvin Russell ⟨

Al estar afuera, él se sentó primero y yo hice lo mismo un poco después, me mantuve esperando su inicio de conversación.

—Ya tienes diecisiete, estás en una edad donde querrás conocer el mundo —comenzó—, fumar y beber cuando quieras, salir más veces y verte con mujeres y creo que debemos hablar del último punto.

— ¿Mujeres? —pregunté mientras lo miraba con atención—, ¿Qué pasa con ellas?

—Todo, muchacho, con las mujeres pasa de todo y por eso quiero pedirte que seas responsable. Querrás experimentar con ellas, explorar la sensación de placer y estás en edad de hacerlo, sólo cuídate ¿Bien?

—Tío Earskell, no creo que sea necesario esta plática, en serio.

—Yo creo que sí, en especial ahora que ya estás más grande. Emma siente que puedes estar algo confundido en este tema ¿De acuerdo? No quiere que tomes malas decisiones.

— ¿La abuela siente que estoy confundido? —cuestioné sin comprenderlo, no entendía a qué punto quería llegar a parte de que no embarazara a nadie.

—Antes de estar con cualquier mujer, debes saber que debes protegerte.

—Ya entendí tu punto, tío, pero en serio, no necesito esta plática...

—A lo que voy es que varias chicas de tu edad querrán que les hagas el favor de sacarlas de casa a cambio de un rato de placer ¿Bien? No debes caer. Una mujer decente y que vale la pena no se acuesta con nadie antes del matrimonio y no te rogará ni te estará buscando para que se vean.

Me tensé un poco al oírlo hablar, en especial porque pensé en mi situación con ________ y lo mucho que ella se alejaba del estereotipo de "mujer decente" que tenían todos en el pueblo.

—Entiendo, gracias por el consejo...

Iba a levantarme cuando volvió a hablarme.

—Ahora bien, ¿Qué hay entre tú y ______? Porque ese reloj no cuesta diez dólares. Eso no es un regalo de amigos.

Guardé silencio entonces mientras trataba de buscar una buena excusa.

—Bueno, será por el tiempo que llevamos siendo amigos tal vez.

—A Lenora no le regala cosas tan caras. Ese cuento no me lo trago, además, se miran de una manera peculiar y he notado las caricias debajo de la mesa, Arvin —nuevamente volví a sentarme—. Sólo quiero decirte que si quieres a esa muchacha estás equivocado.

— ¿Equivocado?

—Hijo —lo miré dudar en seguir hablando pero luego de unos minutos tomó valor—. Ella viene de una familia conflictiva y siempre está metiéndose en problemas, su madre es muy permisiva y ella es una... —guardó silencio un momento antes de seguir—, es una muchacha de moral distraída.

—_______ no es una muchacha de moral distraída —la defendí—, sí, no es como el resto de chicas porque suele ser menos sumisa ante las ideas de que el hombre debe mandar a las mujeres y también suele ser rebelde y necia pero eso no la hace una chica de moral distraída.

—Puede que te fascine por ser la primer chica con la que has convivido sin ser familia pero ella no es buena para ti.

—La conoces de toda la vida, es la mejor amiga de Lenora. ______ es una chica maravillosa, inteligente, alegre y divertida. Sí, es testaruda y a veces grosera pero ella es una gran chica.

—A esto me refiero, Arvin. Es una mujer, las mujeres deben ser calladas, obedientes y educadas.

Recordé las palabras de ______ en ese momento "¿Los hombres quieren una compañera de vida o un perro?" Pero claramente no respondería así a mi tío.

—Las mujeres deben ser confiables y amables, igual que los hombres, no debe haber diferencia, tío.

—No digo que ella no sea servicial, ¿Pero qué dirán los demás? Que te conseguiste a una mujer fácil.

Eso me hizo sentir cólera con él. La estaba llamando mujerzuela y yo no lo iba a permitir.

— ¿Una mujer fácil? Se ve que nadie la conoce porque fácil no es. Es la mujer más difícil y complicada que existe.

—El punto es que debes cuidarte.

—Me he cuidado, tío Earskell —solté ya estresado por la charla—, esta plática no la necesitaba porque hace un año que tengo algo con Jenner —confesé entonces—, y durante todo este tiempo, jamás la he visto con nadie más, así que no la llames mujerzuela, porque mi chica no lo es, tío.

— ¿No?, ¿Qué te he dicho? Una mujer decente no...

—Una mujer decente es honesta y fiel, igual que un hombre decente —lo interrumpí—. Agradezco su preocupación, en serio, pero ella y yo somos responsables.

— ¿Y tú piensas que te quedarás con ella?, ¿Y si llega otra mujer?

—Sí, pienso que ella es el amor de mi vida.

— ¿Y tú eres el amor de su vida?

—No me ha dado razones para pensar lo contrario.

Mi tío asintió satisfecho de oír lo que le dije así que sólo se levantó y palmeó mi hombro.

—Entonces protégete y cuidala. Si tú crees que estás destinado a ella, adelante —sonrió de lado—, y un caballero no tiene memoria ¿De acuerdo? Espero en verdad que sea ella la mujer de tu vida y no el error de tu vida. Ya eres todo un hombre, debes comportarte como tal porque toda acción conlleva resultados no siempre deseados.

—El resultado que salga de esto será deseado, tío.

Earskell entró a casa y yo quedé afuera aún pensando sobre esta pequeña plática.

A veces entendía tan bien a _______ hablando de lo ridículo que le parecía tener reglas tan estúpidas sobre moral y religión todo el tiempo.

Estaba seguro que ella sería mi esposa en unos años más porque de lo contrario no sabría qué hacer con mi vida.

Luego de esta plática, la sensación de ansiedad por la responsabilidad que estaba cayendo sobre mis hombros era demasiada porque ahora no sólo era cuidar de mi familia y de mí, sino también de _______ porque desde el momento en que ella y yo habíamos comenzado lo nuestro, pasábamos a necesitarnos mutuamente.

¿Cuándo me había hecho de tantos deberes?

SINNERS (Arvin Russell y tú) [TERMINADA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora