CUARENTA Y CUATRO

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Mientras iba a la deriva soñe.
Estaba recostado sobre una superficie plana que parecía flotar sobre las aguas. Sentía aquel movimiento debajo de mi. También sentía mi cuerpo, sabia claramente donde se encontraban mis piernas, mis brazos. Respiraba el aire freso de la brisa helada que soplaba a mi alrededor. Abrí los ojos lentamente acoplándome a la luz gris que se filtraba entre ellos. Era color gris, entorne los ojos para ver donde me encontraba, vi mi cuerpo acurrucado sobre un trozo de madera que flotaba sobre las aguas negras, eran negras. Solo podía ver en negro, blanco y gris. El sol era blanco, el cielo era gris y las aguas eran de color negro.
Me levante en la tabla y esta se sacudió debajo de mi haciéndome moverme bruscamente y sujetarme para no caer, observe a mi alrededor en busca de algo mas. Entonces vi el bosque y la orilla. El bosque se extendía infinitamente kilómetros hasta subir el cerro mas cercano.
Me hizo recordar al clima de mi casa, helado, frío. Incluso el bosque, había un espeso bosque frente a mi casa. ¿Donde me encontraba? ¿Estaba en casa?
Lo que asusto mas de todo eso, fue que me estaba alejando de la orilla, la madera debajo de mi se movía en la dirección opuesta al bosque, se dirigía hacia una dirección desconocida. No se veía nada mas, solo las aguas negras que se movía de forma tranquila. Me moví un poco hasta ver las aguas, entonces observe mi reflejo... No, era el reflejo de Albish, ese perfecto reflejo de su rostro rectal y lineal. Sus ojos grises me miraban, era como si yo fuera el y me estuviera viendo a través del agua. Moví mi mano y me toque el rostro, y el reflejo también lo hizo. Estire el brazo hasta tocar el agua, hasta tocar su reflejo, el agua se disperso en miles de hondas que hicieron que su rostro se volviera borroso.
De pronto, me estire demasiado y el trozo de madera se levanto detrás de mi y me cai dentro de la negra agua. Intente moverme rápido y salir antes de que cayera muy profundo, pero el agua era helada. Tan helada que me quede congelado sin poder moverme o poder salir de vuelta a la superficie. Entonces, su mano se deslizo por mi brazo y me atrajo hacia el. Flotaba en la profundidad de la negrura. Su piel era blanca, sus ojos grises y su cabello también, llevaba un pantalón negro, y el pecho desnudo.
Me llevo hasta lo mas profundo, su piel parecía quemarme el brazo. Me pego a su cuerpo que me calentó rápidamente de las heladas aguas, su piel era muy caliente. El siguió moviéndose por las heladas aguas negras, parecía que el me iluminaba en lo negro, me calentaba en lo frió, Seguía bajando cada vez mas mientras la luz de la superficie se volvía negra como todo lo demás. Puse mis manos sobre su rostro para ver si era real, lo era, pero parecía que no era el realmente.
Su rostro se volvió hacia mi, y sus ojos me miraron un segundo, entonces se detuvo. Sus brazos me envolvieron y yo sentí que me quemaba, mi cuerpo ardía junto al suyo, ya no sentía nada de frió. Observe su ojos, eran sus ojos pero aun sentía que el no era Albish, era otra cosas, alguien mas.
-Despierta -escuche su voz, pero sus labios no se movieron en ningún momento.
Fruncí el entrecejo.
-Se que estas vivo -volvio a hablar.
Sus labios se acercaron a los míos, y me beso fuertemente quemándome la garganta, el fuego entro por mi pecho y estallo quemando mis entrañas, lo sentía arder y destruir todo a su paso mientras sus ojos se volvían blancos, era como si una luz saliera de ellos, luego la luz se movió por su rostro y su cuerpo. El era una luz, que me quemaba, y entonces todo estallo iluminando las aguas negras en lo profundo.

El dolor me invadió estrujando me el cuerpo. La oscuridad se apodero de mis ojos, de mi mente. El dolor estaba ahí de vuelta, era el único recordatorio de que posiblemente estaba vivo, no podía sentir mis manos, ni mover mis dedos. Ni mi cuerpo ni nada de nada, o quizá si podía hacerlo pero no lo sentía por el dolor agudo y punzante que ocupaba todas mis sensaciones en todas partes. Sentía el corazón que latía en mi pecho.
Vi una deslumbrante luz nívea al abrir los ojos. Estaba en una habitación desconocida de paredes blancas. Unas persianas cerradas cubrían la pared que tenía al lado. Las luces brillantes que tenía encima de la cabeza me deslumbraban. Estaba recostado en una cama dura y desnivelada, una cama con barras. Las almohadas eran angostas y estaban llenas de bultos. Un molesto pitido sonaba desde algún lugar cercano. Esperaba que eso significara que seguía vivo. La muerte no podía ser tan mala.
Unos tubos traslúcidos se enroscaban alrededor de mis manos y debajo de la nariz tenía un objeto pegado al rostro que de primer momento sentí que me estorbaba para respirar, me falto el aire. Alcé la mano para quitármelo.
-No lo hagas.
Unos dedos tibios me atraparon la mano.
-¿Albish?
Mi voz sonó muy extraña.
Ladeé lentamente la cabeza y me encontré con su rostro a escasos centímetros del mio.
Ya no estaba hinchado ni lleno de sangre, tenía rasguños y golpes purpuras, otras heridas tenían cinta blanca. Sus ojos llorosos me miraron. Una sensación me recorrió con escalofrió, no podía creer que estaba vivo, ni que lo estuviera viendo frente a mi. Recordé ese sueño que había tenido hace... ¿unos minutos? ¿Unas horas? ¿Dias? De pronto me hizo sentir como si el me hubiera traído de vuelta a la vida, el me tomo en la oscuridad de las aguas y me calentó en el frió.
-Albish...
-Shhh -se lleve un dedo a la boca-.No hables -su voz se escucho llena de rabia.
-¿Que sucede? -esa no era una muy buena pregunta.
No dijo nada y se limito a mirarme con tanto odio que sentí un vacío enorme en el pecho.
-Esto es lo yo trataba de evitar -dejo salir luego de un momento- estuviste a punto de morir por mi culpa y es algo que nunca me lo voy a perdonar.
Apretó los labios con furia.
-Te dije que tenías que irte -volvió a hablar- debiste escapar cuando pudiste, en cuanto sacaste a los chicos debiste correr y buscar a tu madre, olvidarte de mi y vivir tu vida normal -hizo una pausa mientras tomaba una bocanada de aire-. Fue un verdadero milagro que sobrevivirás a esto, nunca me lo perdonare.
-Esto no es tu culpa -dije con dificultad-. Yo decidí volver, yo decidí regresar a buscar a mi padre y a los otros chicos. Tu no, tu no me dijiste que lo hiciera.
-Rompiste tu promesa, prometiste que te irías cuando yo te lo pidiera... Esto es mucho mas complicado de lo que hay entre nosotros, se trata de tu vida, de vivir, no de... -me estremeci-, entiéndelo, pudiste morir, yo ya estoy condenado, tarde o temprano Padre volverá por mi, sabe que tengo que estar en Mar de Java, si tu hubieras muerto no habría servido de nada...
-No estoy muerto, estoy vivo, eso es lo que importa, no podía dejarte ahí. No podía, a pesar de lo que pasamos los últimos días -Me ardían los labios y la garganta mientras intentaba hablar-, y lo que me hiciste sentir, yo no podía dejarte así como así, eres... importante para mi, y jamas te olvidaría así como así solo por que tu me lo pediste. Aunque lo que sea que tengamos sea muy extraño, y muy complicado, yo te quiero, te quiero tanto que no estoy seguro a que grado, antes de que todo se viniera abajo, recordé todo lo que viví contigo, desde que llegue a la escuela...
-Gracias, te agradezco por salvarme, y por ser tan valiente -sonrio, todo la rabia que se amontonaba en el desaparecio.
Su mano se movió por mi mejilla, sus dedos cálidos me acariciaron despacio.
-¿Estas bien? -pregunte.
-Si, no me hicieron tanto daño, solo heridas superficiales, nada grave. Tuviste mucha suerte, una estructura de los contenedores cayo cerca de ti, y te cubrió un poco de todo -me informo.
Suspire y me dolió. Eche un vistazo a mi cuerpo.
-¿Como estoy? -pregunte.
-Tienes rotas una pierna y cuatro costillas, algunas contusiones en la cabeza, golpes por todo el cuerpo, una quemadura en el hombro por un trozo de lamina del contenedor.
Entonces sentí un dolor punzante que no provenía de mis heridas, era ese peso que me aplastaba.
-¿Donde esta Kyle? ¿El esta vivo?
-Tranquilo, el esta bien, sobrevivió, pero... -bajo la mirada hacia las sabanas que me cubrían.
-¿Que le paso? -le solté con un hilo de voz.
-Pues, aun lo están canalizando, al parecer recibió un golpe muy fuerte en la cabeza que lo ha hecho alterar su memoria, cuando despertó, no podía de cifrar si este era el pasado o el futuro, decía que debía estar en alguna parte del tiempo, luego se desmayo. Los médicos lo revisaron otro par de días, y ahora, no reconoce a nadie. Sus padres hablaron conmigo, le dije que nos atacaron, y que algunos resultamos mas heridos que otros, ellos tienen la esperanza de que recupere la memoria, y están algo agradecidos por que atraparon a Max -me explico.
-Es mi culpa, todo es mi maldita culpa... -me merecía como me sentía, eso era mi castigo por haberle hecho tanto daño al pobre de Kyle-. ¿Como me encontraron? ¿Tu lo sabes?
-Mike y Samuel, llegaron a la ciudad momentos antes de los estallidos, avisaron en la casa. Los bomberos se apresuraron al lugar, tu madre apareció al mismo tiempo en el pueblo y se fue al muelle. Los chicos que salieron de la Fortaleza comenzaron a moverse y a buscarte mientras otros se movían con los rescatistas. Zarth se quedo conmigo todo el tiempo hasta que me llevaron al hospital. Tu madre fue notificada de que tu no aparecías entonces te busco junto con el resto, ella te encontró, seguías vivo pero inconsciente, te llevaron al hospital de la ciudad siguiente. Luego de varios días, tu madre te trajo al hospital de tu casa...
-¿Estoy en casa? -¿Cuanto tiempo había estado inconsciente? Según yo, solo habían sido unas horas, mientras la oscuridad me atrapaba, luego el sueño, y desperté.
-Si, yo he venido hasta aquí, yo pague los gastos del hospital, al igual que los de Kyle, todos los especialistas que sean necesarios hasta que lo ayuden a recuperar la memoria.
-¿Donde esta el? -pregunte.
-Aqui mismo, tu madre dijo que era preferible tenerlo cerca por si acaso, sus padres accedieron, ya que el hospital de su casa no es tan grande como este. Tardaste cuatro días en estabilizarte, y dos mas en despertar, hablabas dormido, abrías los ojos y luego volvías a dormir.
-¿Donde esta Ben? -pregunte a regañadientes.
-El es una sorpresa, se esta recuperando, hable con el hace una par de días, esta muy agradecido contigo después de lo hiciste, dice que se arrepiente de todo lo que te hizo a ti y a mi, me explico todo lo que sucedía realmente, su nombre es Etan, tiene veintidós años, es agradable. Ben, no existe, son dos personas muy distintas. Es muy confuso y extraño estar con una persona que te hizo mucho daño, pero que nunca fue real, y ahora es otra...
-Guau, es todo muy extraño, aun no entiendo como mi padre me dejo ir tan fácil, y a ti. Como es que pude sacar a Ben... a Etan... -el recuerdo surgió y me golpeo-: Albish, mate a unos chicos, los asesine de forma brutal...
Sus manos se aferraron a mi cabeza y sus labios besaron mi frente.
-Lo se, Zarth me lo dijo, ellos te iban a matar a ti, a todos. Ellos estaban de parte de Padre, fue por defensa propia, no los asesinaste por gusto o placer, fue para salvar a muchas personas -su voz era musical y se movía en mis oídos, era Albish, ese Albish de quien me había enamorado-, no te martirices por eso.
Lo tome con mis manos, eran bastante débiles. Sus ojos me miraron y pego su nariz a la mía. Era agradable sentirlo, sentir su cuerpo y su calor, me hacia sentir muy feliz, infinitamente feliz cuando hace unos días sentía que lo iba a perder para siempre, incluso cuando me moría, era como si ya nunca volvería tenerlo cerca de mi, verlo, escucharlo, tocarlo. Lo rodeé con los brazos y lo apreté para sentir que era real. Su aliento golpeo con mis labios, era real. No me lo podía creer el hecho de que estaba vivo, y lo tenia cerca de mi. Lo había abandonado todo y me resigne a morir en ese momento, no luche por vivir, ni por nada, solo deje que la oscuridad se apoderara de mi, lo había perdido todo en ese momento, a mi madre, a mi novio... ¿Mi novio? Era mi novio, ¿verdad que si? El esta aquí, pegado a mi, y yo me siento muy feliz de tenerlo, eso me hace ser su novio, estoy seguro de que lo amaba, lo amaba tanto que no me importaba nada de lo que paso, nada de nada. Disfrutaba de este momento perfecto en que no tenia que preocuparme de que el se me pudiera ir. El estaba en mi sueño y me trajo de vuelta a el, era como un ángel, mi ángel.
Lo libere un poco de mis brazos. Y lo mire, el sonrió con un poco de duda sobre lo que estaba pasando.
-¿Estas bien? -pregunto.
-Nunca había estado mejor...
-No hagas bromas, estas tan pálido y débil -solto una risita.
-Eso no importa mucho -trague saliva-. Crei que te perdía, para siempre.
-Nunca me perderás -Analizo mis ojos, una y otra vez-. Yo creí que te perdería. Tengo demasiada suerte, a pesar de lo que he hecho, y como me he comportado contigo, estás conmigo... Sentir que no estás es la peor sensación, y si tu alguna vez te has sentido de ese modo... Yo, te juro que jamás volveré a alejarme de ti. No importa que este ocurriendo... Yo me quedaré contigo.
Sus ojos se llenaron de lágrimas después de decirlo. Yo intente respirar profundamente y me aferre a sus manos.
Se acervo hasta mi y me beso. Sus labios se movieron despacio con los míos. Eran suaves y fuerte, su dulce aliento quemo mi lengua y se movía por mi garganta.
Me aferre a su piel por que no quería alejarme de él.

EL CHICO MISTERIOSO© #1 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora