CUARENTA

294 30 0
                                    

Tenía que decidir si confiaba en ellos o no. Ellos mencionaron a Albish, eso me daba una esperanza, además de que por algo estaban metidos ahí. Otro punto, pero seguían siendo parte de este lugar, eran parte ellos. También podían traicionar me, y encerrarme de vuelta, correr con Padre y delatarnos.
-Hagamos un trato, yo los saco de ahí y ustedes me ayudad...
-Estamos de tu parte, ya te lo dije -me dijo la misma chica de la última vez-. Estamos aqui por no cooperar.
-Sacanos ya -grito alguien-. Vamos.
Se escucho el alboroto detrás de la chica.
Me acerque a la puerta, tome las llaves en mi mano y metí una de ellas en el candado. Era un candado muy diferente, tenía dos argollas que encerraban el cerrojo de la puerta. La primera llave no cedió, intento con la otra y con un sonido brusco, el candado se cae al piso. Abro el cerrojo y me preparo para lo que pudiera pasar.
Un par de ellos se echo a correr a la entrada del túnel, otros mas al pasillo del baño y otros siguieron de largo por el pasadizo. Me quede inmóvil esperando que alguien me tomara o algo peor, pero no sucedió nada de eso. La chica se quedo cerca de mi al igual que el resto de chicos y chicas. Los mire detenidamente a cada unos, todo eran casi iguales, grandes y fuertes con caras maliciosas. Respire profundo y me relaje, al parecer si estaban de mi parte.
-Me llamo Ellie, tranquilo, no te vamos a hacer nada malo -me dijo la chica, coloco una mano en mi hombro.
El resto paso su mirada por mi, tenía un aspecto bastante terrorífico. Mi camisa estaba realmente manchada de sangre y tierra, incluso mis manos.
-¿Cual es el plan? -me pregunto un chico junto a ella-. Me llamo Derek.
-Mi nombre es Jonathan, no estoy muy seguro. Lo primero era deshacerme de esos tipos, luego sacar a mis amigos, que ustedes me ayudaran...
-¿Tu los mataste? -pregunto alguien.
-Si, no me lo recuerdes -me abrace el pecho cuando la sensación extraña me domino otra vez.
-Guau, eres muy bueno, aunque hubo mucha sangre.
Era extraño que alguien me dijera que era muy bueno matando gente, nunca me lo hubiera esperado.
-¿Adonde te llevaron? ¿Viste a alguien mas? -me pregunto Ellie.
-Me llevaron con Albish, vi a Padre y a Max. Estaban en un cuarto doble en el pasillo de la entrada. No había nada mas, cuando nos trajeron la mayoría estaba en el puente del canal, también había tipos custodiando la entrada -explique.
-¿Albish? -pregunto Ellie.
-Si, tu lo conoces como Zane.
-De acuerdo, mira -se acerco mas a mi-. Hay una salida por atrás, sale por las colinas, el pueblo esta como a unos cuantos kilómetros desde ahí, debes irte con tus amigo y buscar ayuda. Diles que Padre esta aquí.
¿Acaso eso esa un código de emergencia? Eso me dijo Albish que le dijera a mi madre, pero de ninguna forma yo podía marcharme, tenía que quedarme y salvar a Albish. O por lo menos vigilar que no lo asesinaran o se lo llevaran, definitivamente no me marcharía de aquí. Eso significaba que rompía el acuerdo entre el y yo. Como si pudiera, no era como que nos fueran a liberar después de que lo mataran , no, eso era muy obvio ya que no iba a dejar testigos, por eso mismo encerró a todos estos chicos.
-No, yo no me voy -dije negando rotundamente.
-Manda a tus amigos entonces, alguien debe ir, ellos corren peligro aquí como tu, nosotros nos sabemos defender.
Di media vuelta y me acerque a los chicos. Los observe un momento analizando sus rostros. Todos tenían que marcharse de aquí a como fuera.
-Chicos, tiene que salir de este lugar, ellos los van a sacar por una puerta trasera -señale con la mano al montón de chicos detrás de mi-. Busquen ayuda en el exterior, vayan al pueblo y díganles que Padre esta aquí, busque en la casa, al hombre que hablo con Albish cuando llegamos...
-Yo no me voy a ninguna parte, ni lo pienses -dijo Zarth agitando la mano.
-Yo tampoco, yo me voy a quedar a ayudarte -siguió Kyle que se cruzo de brazos y se recargo en el muro.
-Chicos, tienen que salir de aquí, es muy peligroso... -mi voz sonó un tanto mandona y desesperada. No esperaba esas respuestas.
-Escúchame, el es mi mejor amigo, yo lo conocí antes que tu. En todo caso, tu tampoco deberías quedarte -me miro de manera hostil-, yo tengo el mismo derecho de intentar salvarlo, que tu estés demente es otra cosa.
-No se trata de eso, no soy un demente, tienen que irse -mire a MIke y a Samuel.
-Nosotros nos vamos, tenemos que darnos prisa, Sammy -dijo Mike. Se puso de pie y se acerco a mi-. Jonathan, pase lo pase, nunca olvides que eres un muy buen amigo. No deberías estar haciendo esto, se lo prometiste a Albish.
-Lo se, pero, no puedo irme...
-Entonces sálvalo -me dijo y camino hacia atrás.
Samuel me miro, sonrió y también se acerco. Su mano paso por mi brazo y me dio un abrazo.
-No quiero pensar nada malo, pero, gracias. Por ayudar a todo el mundo, y por ser un gran amigo. Tienes que volver a la escuela, ¿entendiste? -me susurro al oído.
Aquella sensación se unió al dolor y la tristeza. Me comprimió un poco mas mientras intentaba respirar, era una despedida. Si moría aquí, no los vería nunca mas en la vida. No podian morir Zarth y Kyle, tenían que irse.
-Chicos, por favor. Váyanse con ello...
-Ya te dije que no, así que no me digas nada -Zarth se dio la vuelta y se alejo de mi.
-A mi ni me veas, no te voy a dejar aquí, te voy a ayudar a rescatar a Albish -sonrió de forma irritante.
Regrese con Ellie, Mike y Samuel me esperaban con el resto de los chicos.
-Ellos se van -avise.
-Esta bien, Derek y Patrick, váyanse con ellos, tienen que llegar al pueblo lo mas rápido posible, ustedes saben el camino -les ordeno a los chicos.
Mike y Samuel se prepararon para echarse a correr, anduvieron por el pasillo hasta que se perdieron en la espesura del pasadizo. Sus pasión resonaron en un eco durante un rato. Me quede inmóvil esperando que sucediera algo, o que Ellie diera una orden. Observe a mi alrededor.
-El plan es el siguiente -empezo a hablar en voz alta-. La mayor parte de nosotros saldremos al frente a custodiar la entrada del pasillo, y a revisar que nadie este cerca para despejar el trayecto. Tu -me dijo-, esperaras aquí con tus amigos y el resto de nosotros, cuando estemos seguros de que no pasa nada, los llevaremos hasta la entrada para que rescatemos a Zane y para retener a Padre lo mas que podamos hasta que alguien del exterior venga por el.
Un par de chicos aparecieron detrás de nosotros. Se acercaron y empezaron a hablar.
-Algo anda mal en todo esto, la puerta esta despejada, pudimos salir y entrar sin problemas. Los demás cruzaron el canal, se mantienen alejados de aquí. Padre sigue en la reja, con Max y el otro chico, deben estar tramando algo como para que todo estén lejos de aquí.
-¿Algo como que? -pregunto Ellie.
-No hay tiempo de planes -dijo alguien-. Vayamos directamente con Padre, lo tomamos y salvamos a Zane, matamos a Max por traidor y salimos por atrás. Nadie sabe que este nos soltó...
-Tiene razón -se escucho.
-Entonces vamos -dijo Ellie pensativa como analizando todas las posibilidades.
Eso era un plan muy suicida, rápido y suicida. Pero si todo estaba despejado,no había gente cerca ni siquiera los guardias de la puerta cuando llegamos, eso era alentador y me daba una esperanza de salvar a Albish y salvar a Zarth y a Kyle sin salir lastimados. Pero algo estaba bastante mal, era bueno y malo por que por algo todo estaba despejado. Fue muy fácil tomar el cuchillo frente a Max, liberarme de esos chicos que mate -me lleve la mano al pecho y me lo sujete-, sacar a estos otros sin que me hicieran daño. Mike y Samuel se fueron sin problema alguno. ¿Esto era real? ¿En verdad todo era tan fácil?
Di unos pasos cuando sentí que la sangre se alejaba de mi rostros, me sentí mareado y comencé a respirar. Tome una bocanada de aire y me recordé poner atención y concentrarme en lo que sucedía.
Entonces lo vi de pie, sujetándose la parte de atrás de su cabeza con un ojo cerrado. Caminaba a trompicones, Kyle se acerco para ayudarlo a sostenerse para que no cayera en el suelo. Su ojo abierto me miro con desesperación. Rolan se había despertado de su inconsciencia.
-Estallara el lugar, lo va hacer volar para matarnos a todo -dijo en voz baja apenas audible-. Se va a llevar a Albish fuera de aquí.
Comprendí para quien era el mensaje. Otra oleada de pánico y dolor, y esa sensación extraña que retorcía mis entrañas me comprimió de nuevo. Solté un jadeo ahogado y caí sobre mis rodillas.

EL CHICO MISTERIOSO© #1 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora