CUATRO

883 57 1
                                    

Tenía las ojeras lilas marcadas debajo de mis ojos.

Estaba molesto y desesperado, sea lo que sea, intentaban joderme, debía hacer algo al respecto, lo que sea.
Me tope con ese extraño chico cuando me vestía con el uniforme, estaba del otro lado del pasillo acomodándose la chaqueta, me miraba de manera extraña. Estaba comenzando.

Estaba seguro que quería hablar conmigo sobre lo que vi aquella noche, aunque tal vez no se atrevió. Fue algo aterrado verlo acercarse hacia a mí luego de salir de la ducha.

Traté de entender su mirada, lo mire un instante cuando me mache a mi primera clase. Decidí que era mejor enfocarme en las clases, nada se iba a resolver pensando una y otra vez. El asunto era que no podía vivir así, estaría aquí unos cuatro meses hasta que el semestre finalizará y si la situación de que me sigan tirando de la cama por las noches iba a continuar, debía tomar mis propias precauciones.

En el almuerzo fui por una charola y tome puré de papa, una pieza de pollo y un trozo de gelatina. Me fui a sentar al lado de Samuel.

—Volvieron a tirarme de la cama —le dije.

— ¿De verdad? Déjame adivinar, ¿estas en el dormitorio de Ben? —me pregunto.

Hice una mueca, en realidad no tenía la menor idea de quien era, solo había tenido contacto con Samuel, ni siquiera a ese chico misterioso de las regaderas, ni al otro que parecía sentirse el dueño del dormitorio.

—No tengo idea de quien es Ben. Es un chico de ojos verdes, cara feúcha y pelo rizado... —mi voz era un quejido.

—Si, es Ben y su grupo de idiotas, te toco el dormitorio malo... Quizá deberías hablar con alguien —le dio un sorbo a su bebida.

—La semana ya va a terminar. Mi primera semana y no sé qué empleo es peor, ninguno me ha agradado hasta la fecha —seguía quejándome.

—Tranquilo, el sábado te van a elegir. La mayoría del tiempo no hay tanto trabajo. Por ejemplo, en los Jardines, cuando terminamos las Jardineras, no hay mucho que hacer, la mayoría del tiempo pasamos regando, y listo —me dio una palmada en el hombro—. Tienes aun dos empleos por probar, tranquilo.

Todo el asunto de anoche me tenía un poco nervioso y frustrado. Aún me faltaban dos empleos, seguro que alguno sería el correcto, aunque debía ser un poco más fuerte para poder soportar a toda costa lo que fuera que iba a suceder en la noche, no importaba si debía golpear a alguien.

Mi siguiente empleo era la intendencia, mi encargado era un chico bastante amable, su nombre era Ernesto. Me llevó hasta las aulas, a mi y otro chicos que trabajaban en intendencia paras barrer y limpiarlas. Estaba contado una anécdota de cuando el llegó a la escuela por primera vez.
Sacamos la basura de los contenedores distribuidos por la escuela. Los de las aulas y en los dormitorios. Limpiamos las oficinas de la entrada y la enfermería.

Al menos no era algo que estaba odiando y me agradaba mi encargado.

Al terminar, fuimos hasta el comedor por algo de beber y nos quedamos ahí un rato con el resto de los empleados de la cocina y de intendencia. No me importo nada y me metí a la ducha con el resto, dure lo suficiente y me salí con la toalla envuelta hasta mi casilla.

No vi a ese chico por ningún lado y me alegre, terminé de vestirme y me fui hasta el dormitorio. Me subí a mi cama y me recosté mirando en todas direcciones.
Samuel me dijo que su nombre era Ben, lo localice cuando regresó de las regaderas, su cama estaba cerca de la entrada.

Lo miré un rato mientras se acomodaba en el colchón.
Pasó un rato, la mayoría ya estaba durmiendo, otros regresaban a penas de las regaderas. Entonces, el chico misterioso de las regaderas entró al dormitorio. Pasó entre las literas y vi que Ben saltaba de su lugar, se encaminó detrás del chico y ambos se perdieron en el pasillo.

Aproveche su ida para echarme a dormir, tal vez vendría por mi, pero, estaba listo para soltar patadas y manotazos al aire si volvía a hacerlo. No importaba nada, eso imagino.

Me cubrí con la sabana y me perdí en la oscuridad dentro de mi, estaba listo para dormir. Y agradecí al cielo.

EL CHICO MISTERIOSO© #1 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora