VEINTIDÓS

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Quedaba tan poco tiempo para terminar el semestre. Mi primer semestre es esta escuela. Me llego el recuerdo del día que llega aquí, era borroso y muy lejano. La verdad era que yo había llegado en la mitad del semestre, alrededor de tres meses llevaba estudiando y trabajando en esta escuela que al principio me parecía demasiado extraña por el hecho de tener que dormir, trabajar y estudiar, todo a la vez.

Los recuerdos y las imágenes de mis encuentros desafortunados con Albish, quien era tan misterioso como atractivo, y que sacó un lado en mi que no conocía.
En el almuerzo me puse a estudiar todo el rato para mi examen de Historia, me mantuve concentrado con ese asunto por que en verdad no quería que me fuera nada mal en mis calificaciones.

Albish se encontró conmigo de camino hacia el dormitorio. Iba a buscar mi uniforme de la Huerta. Camino a mi lado en silencio, de pronto me parecía una rutina tan simple y rutinaria. No sabía cuánto me gustaba ese simple gesto, tenerlo cerca me provocaba felicidad.
Sin darme cuenta estaba sonriendo mirándolo por el rabillo del ojo a escondidas.

Me puse el uniforme en los vestidores. El estaba sentado en una de las bancas de metal distribuidas por todas partes del lugar, tenía la mirada fija en el suelo, tranquilo, así que no dije nada.

Nos mantuvimos otra vez en silencio por el camino hasta la Huerta, entonces, el alboroto surgió de pronto.
Kyle, estaba colérico y la rabia brotaba de él, se agitaba con rudeza hacia Zarth, quien parecía demasiado sorprendido por lo que estaba sucediendo.

Mike estaba sujetando a Kyle, impedían que se acercara más a Zarth. Samuel atrajo unos pasos detrás a Zarth, alejándolo del trayecto de Kyle.

— ¡No soy como tú! —le gritó furioso a Zarth.

Me quedé inmóvil viendo la escena, estaba sorprendido por todo. Kyle tenía la cara roja, de furia, que escupía mientras gritaba y acusaba a Zarth.

— ¿Entiendes? ¡No soy como tu! ¡No estoy enfermo como tu lo estas! —le soltó.

Zarth tenía la expresión perdida, pálido y aturdido.
No me di cuenta de cuando fue que Albish se acercó a Kyle, tenía sus manos sobre los hombros de este, lo empujaba hacia atrás.

— ¿Que estas haciendo? —pregunto él.

— ¡Tu amigo que esta enfermo! —repuso colérico— ¡Suéltame! ¡Aléjate de mi!

Albish retrocedió un poco, Kyle aprovecho para soltarse de Mike, se fue contra Zarth y lo empujó al suelo.

— ¡No te quiero cerca de mi! —la expresión en el rostro de Kyle era tan terrible que parecía estar demente, enfermo.

— ¡Tocarnos está bien!, pero un beso, ¿es el fin del mundo? —grito Zarth en el suelo.

Kyle se volvió y se echo a correr, a su paso me dedico una mirada furtiva, las lágrimas brotaron de sus ojos en ese pequeño instante. Se alejo.

Una sensación muy extraña me recorrió la columna y un escalofrío, demasiado extraño. Un impulso me dio ganas de ir corriendo detrás de él para asegurarme de que iba a estar bien. O que no iba a hacer ningúna tontería. Mire en la dirección en la que se había marcado, pero ya no estaba por ahí. Me volví hacia los chicos y espere un momento para hacer algo.

Albish estaba hincado a los pies de Zarth, quien estaba sollozando, y el resto estaban quietos mirando en todas direcciones. Acababan de escuchar la situación de por qué habían terminado de ese modo.

Me acerque hasta ellos luego de un rato. Los chicos se habían dispersado y yo solo estaba pegado en el muro, dentro de la casita. Zarth estaba sentado en la mesa y Albish parecía frustrado.

EL CHICO MISTERIOSO© #1 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora