NUEVE

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El resto de la semana paso demasiado confusa. Había concluido mi segunda semana aquí, en mi nuevo hogar y mi nueva escuela.

Albish no había vuelto a dirigirme la palabra en estos últimos días. Nada. A mi me alegraba en parte, porque no quería estar dentro de eso, lo que fuera. Lo malo, es que la tensión era palpable en la pequeña casita de madera, no se cual de los dos iba a salir disparado por esa tensión, éramos como imanes.

Era Sábado, mi segundo sábado. Me tire en uno de los sofás en la sala de recreación, era la planta baja del edificio, era bastante amplia. Había una salita de sofás frente a un mueble con una pantalla. Samuel y yo mirábamos una película junto a otros chicos.
Kyle, uno de los amigos de Samuel, y quien era el chico más alto que había visto jamás —en realidad no, pero rayar en lo exagerado ya se me daba muy bien— era bastante cayado. El chico se mantenía pegado al otro, Mike, quien era un tanto parlanchín pero agradable, no como ese encargado de la Cocina que no hablaba cosas lógicas. Mike en cambio, hacía chistes con gracia y contaba cosas interesantes.

La sala de recreación era ese espacio donde los chicos jugaban los juegos de mesa que habían de sobra, veían televisión y que solo lo podíamos usar los fines de semana que era nuestro descanso.
Me había quitado la gasa hace un día para que se recuperará por completo el resto de mi herida.

En la cena no sentamos juntos lo cuatro chicos. Pudimos ordenar una pizza de fuera del campus y me parecía algo muy genial.

Zarth se acercó a la mesa. Me saludo con una sonrisa.

—Espero que me hayan guardado una rebanada —se sentó al lado de Kyle.

Le pasaron un plato para que tomara una rebanada. Se tiro a comer como el resto de nosotros.

—La Profesora Wood es un tanto graciosa —dijo Mike.

—Ya lo se, debería comprarse lentes nuevos o mejor jubilarse —dijo Kyle mientras el y Zarth se echaban a reír a carcajadas. Era la primera vez lo escuchaba entrar en la conversación.

—Esa mujer no pierde la cabeza por que la tiene sujeta al cuerpo —dijo alguien cerca de ellos.

El grupo se echo a reír. Aunque yo no conocía a la mujer para entender el chiste.

—No, ya la perdió, eso te lo aseguro —repuso Zarth con la risa por delante.

—Jonathan, ¿como te esta yendo aquí? —Mike me pregunto. Tomó una servilleta y se limpio la cara.

Sonreí ante la pregunta. No se si debía decirles la verdad, o quizá solo debía decirles:

—Va bien todo, las clases me son muy agradables. Es extraño el hecho de tener que trabajar, pero lo compensa esto, los fines de semana —respondí. Le di una mordida a la rebanada de pizza.

— ¡Lo se! —Samuel sonrió—. Es divertido.

—Me parece que eres un buen chico —Zarth me dijo—. Me da mucho gusto que Alby te haya elegido.

— ¿En dónde está el? —Mike le preguntó a Zarth.

—No estoy seguro, quizá esté por ahí —Bajo la mirada a su pizza—. Deberíamos echarnos un juego antes de ir a dormir —Escapó del tema.

—Me gustaría darte una paliza —Mike se abalanzó sobre la caja para tomar otra rebanada.

—Hum. Este es Semestre de Cosecha —Kyle se limpio la boca con el dorso de la mano.

¿Semestre de cosecha? No sabía que clase de código era ese.

—¿Semestre de Cosecha? —pregunte en voz alta.

EL CHICO MISTERIOSO© #1 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora