En el momento en que Severus llegó al Callejón Knockturn, no pudo evitar soltar un suspiro, por todos los años que llevaba en Hogwarts, el castillo se sentía más y más como una prisión con cada día que pasaba. La forma en que la magia de Dumbeldore parecía tragarse todo el castillo, haciendo que su propia magia más oscura intentara luchar contra ella.
Se sentía como si algo tratara de volverlo del revés, todo por la forma en que el hombre no parecía entender que tratar de manipular a una persona de inclinación más oscura hacia el Lado de la Luz, simplemente no funcionaba. Eso era como intentar mover órganos vitales, todos ellos tenían una función en el cuerpo, lo mismo con las personas de inclinación oscura, no podían simplemente convertirse en personas de inclinación luminosa.
En el callejón Knockturn, sin embargo, todo emitía una ligera cantidad de Magia Oscura, algo que hizo que su propia magia se asentara por fin, ya que no estaba siendo coaccionada para ser algo que no era.
Ya se sentía un millón de veces mejor, la gente a su alrededor ni siquiera levantaba la vista, algunos sí asentían cuando pasaba. Por ahora, estaba seguro de que podría conseguir una habitación allí por el momento, mientras se aseguraba de que su casa actual se vendiera y pudiera comprar en algún lugar donde Dumbledore no pudiera encontrarlo.
Al abrir la puerta, debería haber adivinado que algo estaría ocurriendo aquí, había escuchado los rumores por supuesto, que Dimitriv después de años había encontrado un heredero para hacerse cargo de la posada, si alguna vez la cedía. Pero al ver el número de personas sentadas en la posada, se sorprendió al reconocer a Remus Lupin hablando con Fenrir Greyback, no tenía idea de que ninguno de los dos estuviera hablando.
Sin embargo, ver al adolescente que se detuvo en su mesa le hizo suspirar. Debería haber sabido que, de todos los lugares, éste sería el único en el que Dumbledore nunca pensaría en mirar, ni en darse cuenta de que Harry Potter había estado delante de sus narices todo el tiempo.
Resopló, ganando la atención de los dos hombres lobo sentados junto a la barra, ambos levantaron la vista y vieron una sonrisa en el rostro de Remus.
Harry por su parte, se acercó, y ahogó lo que le pareció en la cara del chico. Un verdadero nigromante para caminar entre ellos, no era de extrañar que Dimitriv lo viera como un digno sucesor.
El adolescente ladeó la cabeza, -hola Severus, tu madre te manda saludos por cierto, me dijo que te dijera que está orgullosa de lo que hiciste con su legado, y que eres aún mejor fabricante de pociones que ella. Lo cual es mucho decir, ya que ella me enseñó a hacer pociones. Por favor, tome asiento, estaré con usted en un momento-.
Como si tuviera el piloto automático, Severus se dirigió a la mesa en la que se encontraban Remus y Fenrir, el hombre lobo más joven le dio unas palmaditas en la espalda mientras tomaba asiento, sin dejar de mirar al adolescente con asombro.
-Él hace eso, no quieres saber cómo reaccioné cuando convocó a Lily y a James a este plano sólo para que pudieran abrazarme-.
Severus miró a Remus, -¿él puede hacer eso?-.
Fenrir fue el que contestó, -puede hacer muchas cosas que deberían ser imposibles, incluso para otro Nigromante natural, el Lord Muerte se fijó en él, le dijo a Dimitriv que cambiando el destino Harry podría desarrollar sus dones antes de lo que lo haría de otra manera. Tiene la costumbre de llamar a la gente de entre los muertos si eso ayuda a sus familiares-.
Severus miró a Remus mientras le decían esto, notando lo bien que se veía el hombre lobo. La última vez que había visto al otro hombre fue cuando ambos habían sido notificados de que James y Lily habían sido asesinados, y que Sirius había sido llevado a Azkaban por su traición.
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THE INNKEEPER
FanfictionDimitriv había sido el guardián de la posada durante varios años, sin encontrar nunca un heredero que tomara el relevo, dejándole a él -con su vida inmortal- la vigilancia de la posada y de las criaturas que se acercaban en busca de santuario, comid...