Capítulo 9

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Cuando Lily y James volvieron a desvanecerse, la Muerte le hizo saber a Harry que podía verlos cuando quisiera, después de todo era un Nigromante Verdadero, y como tal podía evocar a la gente a este plano, sin que volvieran como Inferi, o una sombra de sus verdaderos seres.

Mirando a la gente que rodeaba a su Elegido, sonrió: -Tengo otro regalo para ti, un regalo de cumpleaños tardío, si quieres-.

Harry parpadeó ante el Ser Primordial, la Muerte y la gente que los rodeaba, disfrutando del asombro infantil en los ojos del adolescente. Después de todo, era fácil olvidar que Harry sólo tenía once años, aunque muchas veces actuara como si fuera mucho mayor.

La Muerte sonrió, antes de meter la mano en el bolsillo y sacar una especie de pollito.

Dimitriv y Fenrir se sorprendieron al darse cuenta de qué era lo que la Muerte tenía en la mano.

-Lord Muerte, ¿es eso...?-

El ser primordial asintió mientras le entregaba el polluelo a Harry, el pajarito piaba a su nuevo amo. Haciendo que Harry lo arrullara, no tenía ni idea de qué clase de pájaro era, pero tenía que ser algo especial por la forma en que Fenrir y Dimi reaccionaron. Además la Muerte se lo había regalado, como regalo de cumpleaños además.

La Muerte miró a su Pequeño Nigromante, -ese pequeño, es un fénix, cuídalo bien por mí, ¿quieres? Su anterior amo no lo hizo muy bien, por eso me lo llevé-.

Harry asintió, -¿qué le doy de comer?-.

La Muerte tarareó, -por ahora, pequeños insectos o gusanos estarán bien, una vez que le crezcan las alas y las plumas podrá cazar por su cuenta y proveer su propia comida-.

-¿Y qué hay de su día de combustión? Los fénix tienen un día de combustión, ¿no es así?-.

La Muerte asintió, -más o menos una vez cada 10 años naturalmente, y si no, cuando son heridos mortalmente; esto es lo que los pone oficialmente en mi dominio, ya que los Fénix son normalmente criaturas inclinadas a la Luz, el hecho de que no puedan morir significa que tengo cierta jurisdicción sobre ellos y pude liberarlo de su antiguo amo-.

Harry sonrió, acariciando al pajarito en su cabeza casi calva, por lo que el pichón trinó a su nuevo amo, mirando a la Muerte, el ser primordial asintió al pájaro, sabía que su Pequeño Nigromante y Fawkes 'o el nombre que Harry le diera al pájaro' tendrían juntos un fuerte vínculo. No sólo eso, sino que el fénix sería mucho más feliz aquí que en Hogwarts.

Dando una palmadita en la cabeza a Harry, sonrió una vez más antes de despedirse, diciéndole a su Pequeño Nigromante que a partir de ahora se pasaría dos veces por semana para ayudarle con sus crecientes poderes. 

Ahora que su núcleo mágico se estabilizaba poco a poco, podría empezar a cultivar sus habilidades innatas, ya que los niños de 11 años en adelante tenían un núcleo mágico semi sólido y podían ser enseñados. Antes de esa edad, su núcleo seguía siendo mayormente líquido e influenciado por sus emociones, lo que significa que los niños de 10 años o menos eran muy propensos a la magia accidental.

Cuanto mayor era el niño, más sólido se volvía su núcleo, que se solidificaba al cumplir los 17 años, ya que entonces estaba completamente desarrollado.

Cuando la Muerte se despidió, Dimitriv miró a Fenrir, antes de mirar al polluelo que seguía en manos de Harry.

-No puedo creer que este pájaro se haya ido voluntariamente del lado de su amo después de todo este tiempo-.

Sonriendo, añadió: -Y no puedo esperar a ver la reacción del Viejo Chiflado al saber que se ha ido. O la rección del público ante el hecho de que un fénix no haya querido seguir con él, su merecido si me lo preguntas-.

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