Capítulo 16

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Toda la tarde hizo que Severus pensara en tiempos mejores, aunque faltaran algunos miembros clave, no quitaba el hecho de que había logrado ver a su mejor amigo, y a su madre de nuevo. Sobre todo porque había temido no verlos hasta entrar él mismo en el más allá.

Pero, en cambio, se habían quedado cerca de un día entero, y sólo se habían marchado -o se habían vuelto invisibles a simple vista- cuando Harry empezó a ponerse pálido, Lily y James apretando un último beso en la frente de su hijo antes de llevarse a todos con ellos.

Dimitriv cogió a su hijo adoptivo en su regazo dejando que el adolescente descansara allí un momento; elogiándolo por la duración en la que había sido capaz de volver a hacer que los difuntos fuesen corporales.

Remus mientras tanto le dijo a Severus que este era el mayor tiempo que Harry había logrado mantenerlos aquí, aunque trabajaba hacia días y días, su récord por ahora era de 12 horas (lo cual seguía siendo impresionante para un Nigromante que solo practicaba desde hace casi un mes).

Severus por su parte, sólo podía mirar al adolescente que parecía aturdido en el regazo de Dimitriv, otra de las personas que reconoció como empleada de la posada desde hace tiempo, Integra, fue a buscarle un vaso de agua. Al descansar, también volvió el color a su rostro.

No pudo evitar mirar fijamente a su pseudo-sobrino, de todos los lugares en los que había supuesto poder encontrar al adolescente, aquí no había estado en esa lista. Pero por otro lado, estaba seguro de que, pasara lo que pasara, Dumbledore no podría llegar hasta él aquí. Estaba bien protegido de cualquier cosa que el viejo chiflado pensara que podía hacer.

Pensar en eso le hizo sonreír, después de todo, estaba libre del Viejo Chiflado, así como de las expectativas que implicaba trabajar para él. A partir de ahora, era libre de hacer lo que quisiera, era libre de mezclarse una vez más con los más oscuros, su propia gente, en lugar de las ovejas que formaban la gente del otro lado de la moneda.

Mirando a Remus, pudo ver que el hombre lobo también lo miraba, con una mirada de comprensión en sus ojos, muy probablemente porque él también había encontrado su libertad al venir a la posada.

-Remus, nunca pregunté, cómo llegaste aquí, pues ni siquiera sabía que conocías esta existencia-.

Remus bajó la mirada, -Harry me envió una carta y de repente todo tuvo mucho más sentido. Vine aquí, medio esperando que fuera una trampa, pero si lo era al menos estaría junto a mi manada de nuevo.

En contra de mis expectativas, todo esto resultó ser bastante real. Con Harry más que feliz de tenerme de nuevo en su vida, aunque no creo que me recuerde del todo de su infancia, se enteró por los duendes y por Lily y James de quién era yo y decidió que quería encontrarse conmigo para conocerme de nuevo-.

Suspirando, miró a Fenrir, -venir aquí también me abrió los ojos a ciertas prácticas de la Comunidad Mágica, y a la forma en que muchas cosas se mantienen ocultas sólo para asegurarse de que la Luz mantenga las cuerdas en todo esto. También me dio la oportunidad de conocer a Fenrir, sin los prejuicios de la Luz, y de conectar en cierto modo con el hombre que podría haber sido mi padre si las cosas hubiesen resultado diferentes-.

Severus sólo pudo asentir ante eso, había escuchado los rumores sobre Fenrir Greyback, pero cuando encontró amigos en Lucius Malfoy y Regulus Black, y se familiarizó con Bellatrix, los hermanos Lestrange y Hadrian Greengrass, pronto se le explicó que muchos de esos rumores fueron traídos a la vida por el lado de la luz para asegurarse de que la Oscuridad no pudiera crecer como debería.

Al fin y al cabo, con Dumbledore al frente, no querían que el Lado Oscuro siguiera creciendo, haciéndose más poderoso que la Luz; aunque esto nunca llegara a suceder, sólo lo parecía mientras la Madre Magia intentaba restablecer el equilibrio que la Luz había alterado.

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