— Oh, así que vamos a ir a ver quién se está haciendo pasar por Kaido, ¿no?
Todos la observaron sorprendidos excepto la pelinaranja, quien ya sabía que la chica era lo suficientemente inteligente como para deducir qué plan tendrían.
— Sí. — afirmó la navegante mientras todos se sentaban para cenar.
La bailarina observó el sitio que quedó libre al colocar el último plato sobre la mesa y su pulso se aceleró sin motivo: era al lado de Kanjuro, ya que Sanji y Zoro sin haberse dado cuenta, se habían sentado juntos mientras discutían por tonterías. La mesa entera pudo notar la tensión entre la chica y el pelirrosa, quienes se observaban como si tuvieran una conversación pendiente.
— Enana, vente aquí. —la llamó el marimo dejando un hueco libre entre el rubio y él, que era donde ella siempre se sentaba.
— Sí, este siempre es tu sitio. —disimuló Sanji para rebajar la tensión.
Nami tomó el relevo y continuó con el tema que estaban tratando al llegar a la cocina mientras comenzaban a comer.
— Caesar escuchó también que Kaido nos buscaba e incluso le dejaron el mismo mapa que a nosotros. Tenemos que ir a resolver eso, no quiero que nos topemos con ellos en Zou, no sabemos qué peligros habrá allí.
El científico asintió para disponerse a hablar.
— Querían que os aliaseis con él y entregaseis a la chica. — informó temblando solo de imaginar que los Mugiwara se pudieran aliar con el Yonkou, porque eso implicaría que él también vería a esa bestia.
— ¿Entregar a quién? — preguntó Luffy confuso parpadeando un par de veces.
— A la chica que trabajaba para Kaido, me imagino que serás tú. —dedujo observando a la más bajita de las mujeres.
— Si tengo que entregarme no hay problema no quiero...
La joven se calló a sí misma al observar la mirada seria y prácticamente asesina que el peliverde le había dirigido, al contrario que Sanji, que puso una mano en su hombro y con una tierna sonrisa negó varias veces.
— ¡Entonces nuestro plan será llegar allí y patear el trastero de todos! — gritó el capitán sin hacer caso a las palabras de la bailarina.
— No vamos a entregar a nadie, y menos a una nakama.
Las palabras de Usopp hizo que el resto asintiese dándole la razón.
— Además, nosotros ya teníamos...
La bailarina cortó a Brook.
— Ya sé que teníais problemas con Kaido de antes, pero esta vez...
— Aunque no tuviésemos problemas con él, Luffy se enfrentaría a él solo por ti. — explicó Robin, quien lo sabía de primera mano.
— ¡Patearía el trasero de cualquier persona por ti! — exclamó tiernamente de brazos cruzados en una expresión entre orgulloso y halagado por lo que sus nakamas habían dicho sobre él.
— Nos enfrentaremos a lo que haga falta, pero no vamos a perder a una nakama. — habló esta vez Zoro logrando que el resto le diese la razón.
La chica les observó con los ojos llorosos.
— Chicos, yo... Os quiero mucho.
Y aquella frase logró que todos se sonrojasen y comenzasen a soltar estupideces por sentirse halagados.
— ¡¡Nosotros también te queremos!! — gritó el ciborg llorando.
— ¡Eso no me hace feliz, idiota! —exclamó también el renito.
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Lo que nos une (Zoro x Reader)
RomantikSu vida estaba llena de música, pero la aparición de unos piratas que le salvan de la muerte, con un capitán que se autoproclama el futuro Rey de los Piratas, añaden el toque de aventura que, sin saberlo, tanto necesita. Historia basada en los pers...