Capítulo 37

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— ¡Jack-sama! ¡Ha conseguido traer a la traidora!

El mencionado la había llevado hasta unas instalaciones parecidas a aquellas donde Robin estaba infiltrada. Era algo parecido a un castillo, pero más oscuro, aunque también había sirvientes, camareros, bailarinas y todo tipo de trabajadores. La enana supuso que era el lugar donde habitaba en Wano, pues todos lo saludaban con respeto y le ofrecían comida y bebida por donde quiera que pasase.

Los piratas de las Bestias del lugar se acercaron emocionados a la entrada.

— No podéis tocarle ni un pelo. — advirtió el comandante en tono amenazante siguiendo su camino hacia el gran salón. Todos asintieron asustados. Ya había notado las miradas de sus subordinados sobre la peli_____, y no podía permitir eso, la necesitaba en perfectas condiciones para poder sacar el máximo provecho en los espectáculos.

El resto de los sirvientes examinaban curiosamente a la joven, la conocían de oídas, porque todos eran habitantes de Wano y jamás habían salido del país, simplemente trabajaban para Jack porque tuvieron esa mala suerte. El mismísimo Kaido le había pedido al mamut que se personificase en Onigashima para darle órdenes directas de lograr que la bailarina volviese. Desde que ella se marchó con los Mugiwaras habían bajado las ventas en el teatro de Teressa, por lo que tenía menos dinero que invertir en armas e investigaciones de Queen, (sin contar el problema con las Smiles) y era algo en lo que no quería preocuparse, así que decidió arreglar el problema por la raíz: recuperar a su fuente de ingresos. 

La calamidad se había sentado en una mesa presidiendo el lugar con aire triunfante, mientras que _____ se había quedado observando el lugar desde la puerta reprimiendo las ganas de llorar. ¿En qué momento había llegado ella allí? ¿Por qué tuvo que ocurrir eso? Ella tan solo quería estar con sus nakamas, pero esa bestia tuvo que aparecer para truncarlo todo. Las ganas de llorar fueron aún más potentes cuando pensó en su pequeño. ¿Habría sobrevivido? ¿Zoro y Usopp lo habrían llevado a Law? Estaba segura de que sí, confiaba en sus nakamas ciegamente.

Seguía hundida en sus pensamientos cuando una pelirroja de unos 15 o 16 años apareció apresurada llevando una bandeja repleta de comida hacia los piratas, con tan mala suerte de que tropezó y cayó de boca, desparramando toda la comida por el suelo. _____ se acercó velozmente a ella para ayudarla a levantarse.

— ¡No se puede ser más inútil! — exclamó uno de los asquerosos tipos que había allí festejando que su superior hubiese traído de vuelta a la traidora.

— ¡Tendrás que pagar de tu sueldo toda esa comida! — gritó otro enfadado causando que la camarera se mordiese el labio para evitar llorar delante de ellos.

El resto de los compañeros de la chica que también trabajaban para esos hombres mantuvieron silencio. Era mejor no buscar problemas con esos tipos, y ella no les culpaba, hubiese hecho lo mismo. Con el tiempo y la horrible experiencia aprendió que era mejor callar y asentir, aunque lo que viese frente a sus ojos fuese una masacre.

— ¡Será mejor que traigas otra bandeja o si no...!

— ¡Dejadla en paz! — alzó la voz la enana enfadada mientras ayudaba a la pobre chica a recoger la comida del suelo— No vas a tener que pagar nada, ¿vale? No te preocupes. — consoló a la pelirroja que había dejado escapar finalmente un par de lágrimas que a pesar del esfuerzo no logró retener— Vuelve a la cocina. — le pidió amablemente sorprendiendo no solo a la chica a la que le hablaba, sino a todos los presentes.

— Tú no te metas y prepárate para ensayar. — intervino la calamidad— Vas a actuar esta noche para nosotros. Quiero ver si puedo mandarte a Kaido directamente, espero que no hayas bajado tu calidad. Pretendo regalarle un espectáculo tuyo cuando le cuente que te traigo de vuelta.

Lo que nos une (Zoro x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora