Tras su charla con su capitán, suavemente pegó varios toques en la puerta de la habitación de cierto peliverde que no apareció por la cena. El espadachín se limitó a gruñir, así que ella, tras suspirar, se aventuró a abrir la puerta.
—Te traigo algo de comida.
El joven, al escuchar esa voz, abrió su ojo de repente reincorporándose.
—No te preocupes, dejo la comida y me voy. Has bebido mucho así que debes comer algo. Buenas noches.
Dejó la bandeja en la pequeña mesa junto a la cama, pero cuando se dio la vuelta dispuesta a irse se topó con su nakama de frente.
—_____...
—Ya sé lo que vas a decir, —se adelantó— que lo que ocurrió antes fue un error, que no va a volver a pasar y que...
—No.
Su mirada se tornó sorprendida e incluso frunció el ceño al escuchar al espadachín cortarla.
—No fue un error. No...—su mirada, antes enfocada en el suelo, se dirigió al rostro de _____—No me arrepiento de besarte, me encantaría poder hacerlo siempre que quiera.
—Podrías. —dijo sin más.
En otras circunstancias, quizá la chica pudiese estar ilusionada, con el corazón a cien, y con su gran sonrisa característica, pero pudo notar como las intenciones de Zoro no eran declararle su amor sin más.
—_____, por favor, no me lo hagas más difícil. Soy un pirata.
— Yo también soy una pirata. ¿Es que vas a decirme que no puedes amar a nadie? —preguntó incrédula con las lágrimas brotando poco a poco.
—No sé amar a nadie. —le corrigió el espadachín más fríamente. —Yo lo que siento por ti no...
La joven observaba su rostro en busca de algún detalle que delatase si realmente estaba enamorado de ella tanto como ella de él, pero no pudo encontrar nada, veía más culpabilidad que otra cosa. Así que era verdad, quizá Zoro sentía atracción, pero no sentía el amor que ella sentía por él, o al menos eso era lo que dejaba reflejar.
—No puedo permitirme amarte.
Ella asintió mientras intentaba limpiarse las lágrimas de los ojos. Estaban sin moverse el uno frente al otro, separados por unos pequeños pasos de distancia.
—Una distracción como esa puede hacer que estemos en peligro, que no pueda reaccionar a tiempo a cualquier problema, que no pueda conseguir mi sueño o aún peor... Que Luffy no pueda conseguir el suyo. Casi mueres por mi culpa y yo no...
—Lo entiendo, entiendo a donde quieres llegar. —susurró intentando no romper aún más llanto, aunque no conseguía controlar las lágrimas que mojaban todo su rostro.
Zoro se maldijo mentalmente, se había dejado llevar y casi se sincera y le cuenta uno de los motivos por el que se quería mantener alejado de ella: no se perdonaba lo que ocurrió con Tashigi, jamás podría perdonarse el hecho de que _____ casi muere por su culpa. Tenía claro que no la merecía.
—Antes de conocerte no me cuestioné el amor más allá de lo que implicaba querer a un nakama, y creo que es mejor que siga siendo así.
_____ apretó sus labios para después decir algo:
—Yo... Creo que sí que sabrás amar a alguien, es sólo que no habrá llegado la persona correcta aún. —respondió amablemente con una sonrisa dibujada en sus labios que no se correspondía para nada con el resto del rostro de la chica. Aquella imagen revolvió el estómago del peliverde. Sabía que la bailarina se estaba derrumbando por dentro conforme le hablaba.
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Lo que nos une (Zoro x Reader)
RomanceSu vida estaba llena de música, pero la aparición de unos piratas que le salvan de la muerte, con un capitán que se autoproclama el futuro Rey de los Piratas, añaden el toque de aventura que, sin saberlo, tanto necesita. Historia basada en los pers...