Aprender a quererte.
Capítulo 8.
7 de Diciembre, 2021.
Unos golpes en la puerta de mi habitación me hacen despertarme. Estiro los brazos hacia arriba, intentando estirarlos, estirarme.
-¡Voy!
Salgo de la cama, con el bastón extensible en la mano. He contado los pasos desde la cama al baño, desde la cama a la puerta y desde el baño a la puerta.
También los que hay para ir hasta el armario donde mi madre ha colocado mi ropa, por colores, separadas por unas cartulinas que me indican que paso a otro color.El primer color de la izquierda es negro.
El segundo blanco.
El tercero morado.
El cuarto rosa.
El quinto verde.Y así hasta la última prenda que tengo.
Esto lo sé de memoria. Lo aprendimos así para darme un poco de autonomía, para no depender de ella hasta para escoger la ropa.Veinte pasos son los que separan la cama de la entrada.
No hay nada que me pueda estorbar, aún así, camino despacio.
Tan despacio que los golpes vuelven a sonar.¿Se ha olvidado mi madre que tiene una tarjeta para poder entrar sin llamar?
¿O es que ha pasado algo?
Bostezo justo cuando mi mano abre la puerta y un olor me lleva a una persona.
Pero no puede ser.
Hugo no puede estar aquí.
No debe estar aquí.-¿Hugo?
-Dios mío de mi vida. -Su voz sale en apenas un susurro, un hilo de voz que podría mezclarse y quedar absorbido por el más mínimo ruido.- Estás preciosa. -Esa confesión saca de mis labios una tímida sonrisa. Agacho la cabeza, como si pudiera clavar la mirada en el suelo.-
-¿Qué haces aquí?
-He tenido una idea. ¿Me dejas pasar?Hago el amago de apartarme para que entre, para que pase, pero tengo miedo por si soy algún paso de más y luego no soy capaz de saber donde estoy. Así que me giro y camino los veinte pasos de nuevo hasta que mis manos tocan el suave colchón y me siento.
Espero a que él hable, a que su olor, su presencia, sea más fuerte, a saber que está cerca.
Su olor me envuelve a la vez que lo hacen sus brazos.
Siento como si él hubiera tenido la necesidad de hacerlo, de rozar su cuerpo con el mío.
O quizá es que esas ganas mías lo han contagiado a él.Cierro los ojos, como si así pudiera disfrutar más de ese abrazo que dura unos largos segundos, que a mí me gusta alargar un poco más.
-Tengo una sorpresa para ti.
-¿Qué se te ha ocurrido? -Dejo de sentir su cuerpo junto al mío y el frío se hace presente en la habitación. Hasta ahora, no he sido consciente de la baja temperatura que nos envuelve. Toco con la mano la cama y dejo caer mi cuerpo. Él se sienta a mi lado, lo sé porque el colchón se hunde, acercándome un poco más a él.-
-Estos días te he descrito todo lo que veía, todos los lugares por los que pasábamos. Todo. -Hace una pequeña pausa.- Ahora quiero saber lo que sientes, quiero que ahora me enseñes tú a vivir en tu mundo.
-¿Qué?Mi cabeza funciona a una velocidad a la que no lo había hecho antes, intentando procesar las palabras del chico que suelta una carcajada ante mi reacción.
Siento su mano acariciar mi cara, haciendo que los nervios se abran paso por mi estómago, deshaciendo el nudo que se estaba formando.
Cojo aire cuando deja en mi mano una tela. Como si pudiera ver lo que es, agacho la cabeza. Una costumbre que aún no he perdido, aunque ahora no me sirva para nada.
-Es un pañuelo, una venda. Voy a taparme los ojos, a no ver nada y vas a ser tú quien me va a guiar, quien me va a decir como moverme. -Se acerca aún más a mí, puedo sentir su respiración chocar con mi cara.- Quiero sentir lo que sientes, para poder entenderte mejor.
ESTÁS LEYENDO
Aprender a quererte
FanfictionUna historia más, o una historia menos. Solo depende del punto de vista desde el que lo mires. Gracias por seguir aquí y bienvenidxs por si hay alguien nuevo. Una historia un tanto peculiar. ¿Te animas a leerla? 😊