Aprender a quererte.
Capítulo 9.
8 de Diciembre, 2021.
Con una tonta sonrisa me paro frente al hotel, ese edificio en el que solo iba a trabajar una semana pero del que me llevó mucho más que el dinero que me van a pagar.
Ni lo busqué, ni lo esperé. Tampoco me negué.
Esos besos con Eva han estado vueltas por mi cabeza toda la noche, haciendo que ahora en mi cara hayan dos ojeras bien marcadas.
Nunca pensé que diría esto, nunca pensé que haría lo que me hicieron, pero besé a otra chica que no era mi novia. Y lo repetiría. Una y otra vez.No arrepentirme de esos besos es lo que me tiene más preocupado.
¿Por qué sigo entonces con Aurora?
¿Por qué me gustaron tanto el besos de Eva?
¿Por qué estoy en la puerta del hotel con tiempo suficiente para subir a su habitación para comprobar si no se ha ido?Sí, he venido antes. Tampoco aguantaba mucho más en el piso, apenas he podido mirar a los ojos de la chica rubia con quien comparto casa y cama.
No sé cómo mirarla, como decirle lo que ha pasado.
Como hacerlo sin que las ganas porque pasen de nuevo se me noten demasiado.
Sin que me salga esa sonrisa estúpida que no puedo borrar de mi boca al pensar en Eva.
Sin que mis labios dejen ver la necesidad de tocar nuevamente los suyos.Si fuese egoísta pensaría que ahora vamos 1-1, que yo besé a otra chica pero ella se acostó con otro. Que no me lo dijo hasta meses después. Que siguió conmigo como si no hubiera pasado nada.
Que no le importó como me pudiera sentir.
Que me enteré casi de casualidad y me lo dijo cuando sintió que no tenía otra opción.En cambio yo, aquí estoy, el día después de esos besos, sintiéndome mal por hacerlo, queriendo decírselo, y a la vez deseando que ella siga en esa habitación, que no sé haya ido aún y poder repetir.
Un último beso aunque sea.Suspiro, echando el humo del final de mi cigarrillo.
Lo apago contra el suelo y con paso decidido empujo las puertas de cristal que me permiten acceder al hotel.Mito hacia la derecha, debo ir por ahí para ocupar mi puesto de trabajo, pero mis pies me llevan solos hasta el ascensor.
Mi cuerpo se mueve solo en esa dirección.
Y yo dejo que me lleve.Presiono el botón del ascensor, que no tarda en abrir sus puertas.
Sé cual es su habitación, 323, es imposible no recordarla cuando en el pasillo ocurrió lo que sin darme cuenta llevo deseando desde que la vi del brazo de Juanmi.Espero a que él ascensor suba, a que se abran las puertas de metal de nuevo.
Sonará raro, pero casi puedo percibir su olor. Mi cabeza está jugando conmigo, recordándome como me armé de valor y le di al botón que paraba este cacharro para poder estar unos minutos más con ella, pensando que sería el último día que estuviéramos juntos.Esta vez no se para, no lo paro. Tengo prisa por llegar a su habitación, por saber si aún sigue aquí, si no se ha ido ya.
Mis pasos van cogiendo velocidad a la vez que los nervios me invaden cuando me paro frente a la puerta.
Dejo salir el aire que me asfixia en los pulmones y golpeó suavemente la madera tres veces.Pasan unos segundos y no se escucha nada. Vuelvo a llamar.
Quizá está en el baño.
El sonido del picaporte pone en alerta a mis sentidos. El corazón comienza a golpear más rápido, más fuerte, en mi pecho. Como si quisiera hacer un agujero por ahí y salir.La puerta se abre, pero detrás de ella no está la castaña de ojos azules que hace aparecer mi sonrisa solo con su recuerdo.
Aparece un señor, de unos setenta años. Extrañado de ver a un chico que no conoce llamando a la puerta de la que ahora es su habitación.
ESTÁS LEYENDO
Aprender a quererte
FanfictionUna historia más, o una historia menos. Solo depende del punto de vista desde el que lo mires. Gracias por seguir aquí y bienvenidxs por si hay alguien nuevo. Una historia un tanto peculiar. ¿Te animas a leerla? 😊