Capítulo 32.

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Aprender a quererte.

Capítulo 32.

25 de Septiembre, 2023.

"-¿Estás seguro? -Hugo agarra mi mano por encima de la mesa, me mira asintiendo.-
-No va a parar si no voy.

Se inclina para dejar un beso en mis labios, uno corto, insuficiente pero tampoco esperado. Se levanta y se despide de su amiga."

Aurora no ha dejado de llamarlo, de mandarle mensajes, de intentar hablar con él.
He podido notar el nerviosismo del rubio cada vez que se iluminaba la pantalla de su teléfono.
La última vez, una llamada de su madre, diciéndonos que la chica había ido a su casa y que no se iba a mover hasta que el rubio apareciese.

Y en parte la entiendo, Hugo fue a Madrid sin dejar zanjada su relación, con la intención de tener un bebé juntos. Y no ha hablado con ella desde que está conmigo. Habrá visto la historia y a las paredes será a lo mínimo que se estará subiendo.

El culpa de él lo que ahora está pasando, por no pensar las cosas, por no esperarse, por volver a besarme teniendo cabos que atar antes.

También es culpa mía, por no frenarlo más, por también romper ese pacto que teníamos. Por no saber ser su amiga. Por dejar salir cada maldito sentimiento que provoca en mí.

Por eso quise ir con él, para disculparme con la chica, por como hemos hecho las cosas.
Pero no he podido, ni Hugo ni Marta, su mejor amiga, han creído que era una buena idea. Y aquí estoy, mirando la pantalla del teléfono a cada segundo, sentada en la terraza de un bar con la chica.

El silencio desde que Hugo se ha ido no se ha roto, solo en algunas veces por soportar demasiada incomodidad.
No puedo dejar de pensar en qué estará pasando.
No quiero pensar en que la luz que parece volver a orbitar alrededor de él se vuelva a apagar. Que se pierda, que haga algo que realmente no quiere solo por no decir que no.

Tengo miedo de que él vuelva a ella, a esa relación que mantienen desde hace tanto tiempo. Lo admito. Me da miedo volver a quedar a un lado en ese camino. Que los recuerdos con ella sean más fuertes, que el pensamiento de tener hijos juntos no fuese solo alimentado por mi ausencia.

Suspiro dejando el vaso de agua encima de la mesa.

-¿Quieres que hablemos? -La chica me mira, intentando transmitirme una sonrisa que me dé calma.-
-¿De qué?
-Hugo y tú. -Hugo y yo, suena demasiado bien para ser real. Suena demasiado bien que me parece algo lejano de conseguir.-
-Somos amigos. -Hasta que no digamos algo más, somos solo eso. Amigos que se besan. Amigos que se piensan más allá de una simple amistad. Amigos que no lo parecen.-
-Perdóname, pero amigos somos él y yo, vosotros dos no.

Y tiene razón.
Pero tampoco podría decir qué somos, yo solo sé que quiero ser con él.
Pero miles de dudas me atoran la cabeza, me hacen no poder aclararme, no poder dar ese paso de coger su mano y no soltarla.

¿Estamos haciendo lo correcto?
Si hace un año y tres meses no pudo ser. ¿Por qué ahora va a ser distinto?
Ya nos pasó lo mismo cuando nos conocimos, cuando yo me fui a Galicia.
En ese momento tampoco pudo ser, tuvieron que pasar meses hasta que nos volvamos a encontrar.

Esta sería la tercera vez que vamos a intentarlo, la tercera vez que le insistimos a la historia para que funcione.
¿Será la definitiva?

-Quizá si lo cuentas en voz alta, te ayude a aclararte.

Y posiblemente tenga razón, quizá si trato de darle voz a cada nudo que enreda más y más los pensamientos de mi cabeza pueda tener paz. Pueda pensar con claridad y no sentir que todo lo estoy haciendo mal.
Cojo aire antes de intentar empezar por soltar las primeras palabras.

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