11. Toledo (III): Tiempos oscuros

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Ni que decir tiene que los padres de Fargan no se habían tomado bien lo que había ocurrido, de hecho ni lo que acababa de ocurrir, ni lo que había pasado con anterioridad, ni mucho menos que su hijo se lo hubiese ocultado. Sofía estaba muy alterada cuando llegamos y Carlos, aunque parecía algo más tranquilo, en ciertos momentos perdía los papeles. Pero si realmente me preocupaba alguien, ese era Fargan. 

Había tenido que intervenir en varios puntos de la conversación porque Fargan no era capaz de conducir la situación y tranquilizar a sus padres. Podía entender que estuviesen alterados e incluso molestos, pero Fargan no estaba preparado para dar más explicaciones de las que ya había dado por mucho que se esforzase en demostrar lo contrario, especialmente a mí. 

En el tiempo que transcurrió entre que Mónica había hablado con sus padres y nuestra vuelta a casa éstos habían hecho lo peor que podían hacer: ver la tele. Esos buitres carroñeros intentaban sacar tajada de todo lo ocurrido y el teléfono no paraba de sonar intentando que alguien fuese a sus estúpidos programas del corazón a contar lo ocurrido. Si bien había algo que estaban haciendo bien, la mala en todo esto era Dulce y por esa parte me sentía tranquila, Fargan no podría soportar una ola de hate en este momento. 

Sabía que Fargan podía romperse en cualquier momento, por mucho que se molestase en hacer ver que no le dolía y no le afectaba lo cierto es que era imposible que no lo hiciese. Él mismo reconocía que estaba cansado de todo esto pero luego intentaba hacer como que no pasaba nada y eso me hacía pensar que tenía que ser fuerte por los dos, no dejar que cayese. 

Me dolía mucho la cabeza y la "conversación" de Fargan con sus padres se estaba clavando muy dentro de mí, haciendo que me doliese aún más. De repente me sentía cansada, toda la adrenalina que había generado en el momento intentando ayudar a Fargan había desaparecido de mí y amenazaba con agotar todas mis fuerzas. Bueno... eso y quizá los orgasmos que Fargan me había regalado sobre el capó de mi coche tampoco ayudaban mucho. Respiré profundo y decidí intervenir de nuevo para zanjar este tema de una vez por todas. 

TN: A ver... creo que estamos todos muy alterados. Ha habido un problema y ya está solucionado... más o menos. Entiendo que no ha sido la mejor forma de saber lo que ha ocurrido y que estéis molestos pero... creo que no debemos darle el gusto de seguir jodiendo a David, y por ende a esta familia, más de lo que ya lo ha hecho. Creo que no ganamos nada alterándonos... 

C: ¿Pero como no me voy a alterar? Que esa serpiente ha estado diez años comiendo en mi mesa y durmiendo en mi casa. Se merece todo lo que le pase y deberían pasarle más cosas. 

F: Papá... ya está. En serio, yo estoy bien, tengo a ____ que me ha ayudado siempre y con eso me basta. Todo está bien, solo quiero despertarme mañana y que esto que ha pasado esté cada día más lejos de mi vida. 

C: Ya... ____ es quien te tiene que ayudar y no tus padres, ¿no? ¿Pero como nos ocultas algo así? - No sabía muy bien si eso era un ataque a su hijo, a mí o a Dulce.

F: Pues para no preocuparos, coño, papá. ¿Tú nunca me has ocultado algo a mí para no preocuparme? Porque a mí me parece lo más normal del mundo y me apuesto lo que quieras a que lo has hecho. No es falta de confianza, es solo que las cosas han salido así. Encima de todo lo que he tenido que pasar podrías entenderme un poco en lugar de montar este numerito. 

C: Si yo te entiendo, pero eso no hace que deje de estar cabreado. 

F: ¿Cabreado con quién? ¿Conmigo?

C: No, coño, a ti solo te daría dos tortas para que aprendas que tus padres están aquí. Estoy cabreado con la situación, que casi vas a la cárcel. Es que cuanto más lo pienso más me enciendo. 

ENCUENTROS xFaRgAnx y tú (2ª temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora