16. Archena (I): Braxxter

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04/09

Los tres días separada de Fargan habían transcurrido extremadamente lentos. Parecía que no pasaban las horas en el trabajo y el reloj solo andaba cuando hablaba con él por teléfono o videollamada. Sabía que había hecho un gran esfuerzo por que no me sintiese sola y ansiaba esos momentos que me dedicaba solo a mí, me alegraban el día. 

Cada vez que una llamada terminaba no podía evitar sentirme muy triste. No podía evitar molestarme conmigo misma por depender de ese modo de alguien para ser feliz, eso me hacía sentir un poco mal. Esa dependencia le otorgaba sin quererlo a Fargan un poder sobre mí que nunca nadie había tenido antes y que me asustaba sobremanera. 

Estaba muy cansada, había intentado ser muy productiva para poder alargar un día o dos la estancia con Fargan. Además de mi trabajo en la Universidad, donde empezaba a sentirme acosada por los continuos comentarios de que me estaba equivocando con mi decisión, había tenido que atender los dos canales, dejar vídeos suficientes grabados para ambos y cumplir con algunas campañas y colaboraciones que no podía postergar más. Se me notaba que estaba haciendo las cosas sin ganas pero no quería dejar nada de lado. 

A todo ello se sumaba que el estrés que me producía esta situación había hecho volver el insomnio y a pesar de que llegaba agotada a casa no era capaz de dormir por mis propios medios. Lo peor era que María del Mal había vuelto con el insomnio y eso realmente me preocupaba. Decidí hablar con la única persona que conocía de su existencia y de la mayor parte de mis problemas: mi psicóloga. 

Me resultó ciertamente reconfortante volver a hablar con ella, realmente me tranquilizó. Describió lo que me ocurría como "síndrome postvacacional". Me había acostumbrado demasiado a la tranquilidad y el ritmo que pretendía mantener de golpe a mi vuelta era efectivamente demasiado. Sin embargo me consoló diciendo que probablemente todo eso iría disipándose en cuanto me fuese adaptando de nuevo. En cuanto a Fargan, y los sentimientos negativos que me producía su ausencia, se rio de una forma bastante ofensiva. Me dijo que me veía feliz y capaz de mantener una relación, que solo necesitaba alejar los miedos aunque éstos eran normales y más en alguien en mi situación: primera relación seria, lejanía, etc. 

Poco más podría decir de mi semana. Ya por fin estaba conduciendo con los perritos hacia el lugar que Fargan y yo habíamos acordado. Quería darle una sorpresa así que no quise decirle exactamente el lugar al que íbamos sino que decidí conducir un tiempo más para que no sospechase. 

Aún faltaban dos horas para llegar y el tiempo y la distancia parecían sucederse a velocidad de tortuga. Puse el manos libres del coche y llamé a Fargan. 

F: Hola, princesa. - Contestó efusivo al otro lado del teléfono. 

TN: Hola, mi amor. ¿Qué tal vas?

F: Pues... me faltan como dos horas para llegar a dónde me has dicho. ¿Y tú?

TN: Igual... En un par de horas estamos allí. 

F: ¿Estamos? - Preguntó sospechando. 

TN: Sí, te recuerdo que tus hijos vienen conmigo jajajaja. ¿Ya te has olvidado de ellos?

F: Ah, jajaja. Ya entiendo... ¿Y no me vas a dar una pista de dónde vamos?

TN: Pues... no, solo te diré que no vamos a estar solos este fin de semana... 

F: Define que no vamos a estar solos. 

TN: Lo siento pero no puedo decirte más por el momento... jajaja. 

Hablamos un rato más pero terminamos colgando porque íbamos a parar a descansar, ir al baño, tomar algo, etc. No quería distraerle mucho así que no le volví a llamar hasta que llegué al lugar donde habíamos quedado. Era un área de servicio a unos 150 kilómetros de nuestro destino. Salí del coche y me apoyé en el capó. Empecé a llamar pero Fargan no cogía el teléfono. Volví a intentarlo y unos brazos me rodearon desde el lado asustándome muchísimo. Se me escapó un grito.

ENCUENTROS xFaRgAnx y tú (2ª temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora