ENCUENTROS xFaRgAnx y tú (2ª temporada)

Mini-shot: Burbujas +18

Mientras retomábamos una costumbre que habíamos tenido un poco abandonada, ver Stranger Things mientras comíamos todo tipo de chuches y Fargan me abrazaba, recibí una llamada. Fargan pausó la seriev y me levanté del sofá para atenderla. 

TN: ¡Hola, preciosa! ¿Cómo estás?

C: Hola, chica desaparecida... muy bien. Pero te necesito. Este fin de semana te quiero en mi casa, tenemos muchas cosas que hacer. Silvia ya ha confirmado su asistencia. No puedes decir que no. 

TN: Solo me llamas para pedirme cosas, pedazo de rata jajaja. Pero está bien, allí estaré. ¿Cómo están mis hijos? 

C: Muy bien, jugando con los míos en el jardín jajaja. No te echan de menos ni un poquito. 

TN: Mala... pues... estoy pensando que igual te los quedas un día más. Si Fargan se va a Andorra en avión y yo me voy un día después... es un poco tontería... Si te los quedas un día más vamos los dos juntos. 

C: Claro que sí, ____. Los cuidamos un día más sin problema. Y ahora que la rata no me oye... creo que tienes muchas cosas que contarme, ¿no?

TN: Pues... bueno, igual sí jajaja. Nos vemos en un par de días, un beso Cris. 

C: Adiós, preciosa, estoy deseando verte. 

Volví al sofá, donde Fargan estaba con el móvil,  y me senté a su lado. Alzó la vista para mirarme. 

F: ¿Todo bien? - Preguntó viendo que había algo que quería decir. 

TN: Sí, sí. Es solo que... este finde no podemos ir a ninguna parte. Cris me ha llamado para ir a Andorra para ayudarle con la boda. - Pensaba que Fargan iba a estar más disgustado pero lo cierto es que sonrió y asintió. - ¿Te parece bien?

F: Sí, claro... no tenía pensado hacer nada que no podamos hacer otro fin de semana. Pero no dejes que Cris te acapare mucho, ¿eh? - Dijo tomándome por la cintura y sentándome a horcajadas sobre él. - Que yo también te quiero para mí... - Sonreí y asentí justo antes de besarle. 

TN: Por cierto... hablando de pasar tiempo juntos. ¿Tienes algo que hacer mañana o el viernes en tu casa que no puedas hacer aquí en tu setup?

F: No... ¿quieres que me quede? No he venido por más tiempo porque estabas muy ocupada pero si quieres me quedo y volvemos juntos. - Sonrió. - Y así me ahorro el pasaje de avión jajaja. 

TN: Jajaja, ese es el plan. Podríamos recoger a Silvia por el camino, creo que está en Madrid. 

F: ¡Mierda! ¿Y Maya y Coco? ¿Qué hacemos con ellos? - Sonreí y él se calmó. - Vale... me imagino que habías pensado en ellos, ¿no? - Asentí y él suspiró aliviado. 

TN: Creo que cuidar a dos perritos un día más de lo previsto a cambio de tener una esclava por todo un fin de semana no es un precio demasiado alto... jajaja. 

F: ¿Y qué tengo que hacer yo para tener una esclava todo un fin de semana? ¿Cuál es el precio? - Preguntó divertido haciendo cosquillas en mi espalda con sus dedos. 

TN: No hay partner en el mundo para que puedas pagar por eso... jajaja. - Me levanté de encima y volví a colocarme a su lado, apoyando mi cabeza en su hombro. Él reanudó la reproducción y terminamos la temporada. Sin darnos cuenta ya se nos había hecho de noche. 

F: Ratilla, ¿tienes hambre?

TN: ¿Cómo voy a tener hambre? Si hemos comido doscientos kilos de chuches jajaja. 

F: Perfecto, era lo que esperaba oír, podemos saltarnos la cena... Tú y yo tenemos algo pendiente aquí en tu casa... 

TN: Jajajaja, eres más pervertido... pero no suena ni tan mal... ¿Tengo que ponerme bikini?

F: No te molestes... no ibas a llevarlo mucho tiempo jajajaja. 

Fargan se levantó del sofá y me tendió la mano para que hiciese lo mismo. Colocó sus manos bajo mi culo y me levantó haciendo que le rodease con mis piernas. Mientras me besaba comenzó a avanzar. No confiaba mucho en que llegásemos vivos arriba pero Fargan resultó ser más habilidoso de lo que parecía. 

Me soltó sobre la cama y me quitó el pijama y la ropa interior mientras yo dejaba que sus manos acariciasen mi cuerpo. Luego me apoyé sobre mis codos para observar cómo se quitaba los pantalones y los boxers. 

Me dejó un momento en la cama mientras salía a la terraza. Imaginé que iría a preparar el jacuzzi que tanto tiempo llevaba queriendo probar y que, por cierto, yo nunca había compartido con nadie. Luego volvió, encontrándome sentada al borde de la cama. Me extendió su mano y volvió a levantarme, empezando una vorágine de besos y mordiscos de la que ninguno queríamos salir. Estuvimos así por más de diez minutos hasta que sentí que Fargan empezaba a moverse. Cesé los besos para que pudiese ver su camino y enterré mi cabeza en su cuello, besándolo y mordiéndolo con suavidad. 

Conmigo aún encima subió las escaleras hacia el jacuzzi y entró lentamente en el agua, que nos recibió cálida y burbujeante. Poco después Fargan, por fin, cumplió su fantasía.