V I G É S I M O C U A R T O

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Yoongi decidió tomar un taxi para ir de regreso a casa, ya estaban cansados y quería llegar lo mas pronto posible. Estaba sudado y tenía un montón de olores mezclados sobre sí.

Jimin miraba por la ventana mientras comía una barra de dulce que también había comprado, el alfa seguía pensando en lo del parque. Es que ¿como no? Fueron solo unos diez o quince minutos que tardó en la tienda de conveniencia, Jimin había recibido casi ocho tarjetas de presentación más la última del alfa hablador.

No puedo dejarlo solo cuando salga.

Pensó en tanto pagaba al conductor y se bajaba al llegar a su casa. Cuando abrió un olor diferente pero conocido lo recibió.

- ¿Hyung?

Del sofá apareció la cabellera rubia del Omega.

- Oh, llegaron. Que bueno ya me estaba aburriendo.

Yoongi entró seguido de Jimin. Jin se levantó del sofá y fue donde ellos estaban a saludarlos.

- Ya veo que hicieron deporte, ¿Como les fue? - Jin tenía en las manos un sobre de frituras que comía con insistencia.

- Bien ... Creo - respondió el alfa.

- Voy a bañarme - dijo Jimin después de saludar a Jin, luego subió las escaleras a su cuarto.

- ¿Que tienes? - Jin preguntó después de que se fuera el omega más pequeño.

- Pues es que sucedió algo.

- ¿Qué? Ya dime - Ambos se dirigieron de vuelta al sofá y se sentaron.

- ¿Algo le pasó a Jimin? ¿Tuvo algún efecto sobre su condición el hecho de hacer deporte?

- Solo caminamos y corrimos un poco, y le fue bastante bien. De hecho es muy rápido - Con una sonrisa agridulce recordó aquello - Es solo que, fui a comprar algo y cuando regresé había un sujeto hablándole. Creo que Jimin se asustó un poco pero al menos no reaccionó de forma adversa.

- ¿Y quien era? ¿Porque se acercó a Jimin? ¿O será que lo conocía?

- No. Jimin no sabe quién es, era un alfa que estaba coqueteando con él - Yoongi elevó sus ojos en una expresión de fastidio - Era un alfa muy hablador y egocéntrico que alardeaba sobre el edificio que tenía su padre y no sé cuantas cosas más.

- Y... ¿Eso te molesta? - Jin seguía comiendo sus frituras mientras observaba a su primo.

- No ¿Porque lo dices?

- No has dejado de mover tu pierna.

Yoongi notó que su pierna saltaba ligeramente.

- No es nada de eso, ahora recuerdo porque prefiero hacer ejercicio aquí. Hay demasiada gente afuera. - Suspiró de forma cansina - Además luego me di cuenta que le dieron varía tarjetas de presentación, mientras no estuve muchos de le acercaron.

- Bueno YoonGi, no sé si te has dado cuenta pero Jimin es un omega hermoso, joven y muy atractivo.

El alfa lo miró directo a los ojos, pero su primo estaba concentrado en sacar lo último que quedaba de la bolsa.

- Tiene sentido que se acerquen a él, ¿Sabes cuántas personas se me acercan a pedirme mi número? - Yoongi pudo jurar que su cabeza se infló un par de veces su tamaño.

- Le dieron casi ocho tarjetas de presentación no se cuantos hombres se le acercaron, sabes que él aún le teme a las personas y no sabemos la realidad de su situación. No creo que eso sea muy seguro.

Jin terminó de comer y se lamió los dedos.

- Tal vez eso sea cierto, pero ¿te imaginas que Jimin fuera una persona normal? Tendría a medio Seúl babeando por él.

El Omega se levantó del sillón a la cocina para lavarse las manos, abrió la alacena buscando y sacando cosas.

- Jin, por favor. No te acabes toda mi despensa, tengo que comprar pronto pero si te llevas todo tendré que ir mañana.

- ¿De que estás hablando? ¿Me estas diciendo que como demasiado?

- Que conste que no salió de mi boca.

Jin abrió la boca para contestarle pero en ese momento entró un fresco y bañando Jimin con su cabello solo un poco húmedo.

- Cachorro ¿te secaste bien el cabello?

Yoongi se acercó a él y le revolvió el pelo, un ligero y agradable olor llegó a sus fosas nasales y lo aspiró por completo.

- ¿Cambiaste de shampoo?

Se acercó más al chico poniendo su nariz sobre la grisácea cabeza del menor. Jin observaba sus acciones con ojos de halcón.

- ¿O es un acondicionador? No recuerdo haber comprado uno con ese aroma...

Jimin no decía nada, en realidad estaba disfrutando de la atención que le daba Yoongi, le gustaban las caricias que algunas veces le daba en la cabeza. Le gustó salir pero ya extrañaba estar en casa y prefería más estar en compañía de Yoongi que todas esa personas que se le acercaban.

- Me puse la crema que me dio Jin hyung - Dijo por fin el pequeño omega.

- Oh cierto ¿Que te pareció Jimin-ssi? Deja la piel muy suave cierto, me la dieron en el hospital.

Yoongi los dejó hablando y él se excusó para ir a bañarse. Se dió un buen baño y cuando salió recibió una llamada del Señor Lee, su secretario. Había un asunto urgente que debía atender así que tenía que presentarse en su empresa. Mientras revisaba su teléfono vio algunas llamadas perdidas entre las que había un número desconocido, se extrañó ya que no estaba esperando alguna llamada y rara vez lo llamaban directamente a él, para llegar hasta la cabeza de su corporación era necesario pasar muchos filtros, en especial siendo ese su teléfono personal.

Se vistió con un traje, camisa blanca, pantalón y chaqueta de color azul oscuro. No se puso corbata, y se decidió por un saco largo color negro que cargó en su brazo mientras bajaba las escaleras.

Encontró a ambos omegas conversando animadamente en el sofá comiendo galletas, los dos se veían relajados y felices. Le dió algo de pena tener que irse justo ahora, Jin algunas veces hacia eso, ir a su casa a pasar el rato cuando le daban días de descanso y no tenía un plan. Siempre decía que era molesto porque hacía mucho ruido, movía muchas cosas, se gastaba toda su comida y dejaba las cosas fuera del lugar que él creía era el correcto. Pero no le diría que en realidad le gustaba porque entonces no lo iba a poder sacar de su casa nunca más.

- Yoongi ¿Te vas? - Preguntó Jin al verlo.

- Sí, voy a la oficina - Yoongi tenía un tono de pesar en su voz que no aceptaría en voz alta.

- Le voy a mostrar a Jimin como hacer una tarta. - Su voz reflejaba emoción. El alfa solo pudo sonreír viendo la actitud de su primo.

- De acuerdo pero solo no te gastes todo.

- Como si no te gustara lo que cocino. No te preocupes, dejaré tu preciada cocina muy limpia. Jimin y yo nos divertiremos mucho ¿Cierto que sí?

El Omega peligrís asintió con evidente emoción.

- De acuerdo, ya me voy.

Jimin se levantó de su puesto y siguió con pequeños pasos el camino de Yoongi hacia la puerta. El pelinegro ya conocía esa actitud del pequeño. Siempre que salía y lo deja solo, él lo seguía de un lado a otro y lo miraba con ojos de cachorrito triste.

- Oye, Jin hyung estará aquí, yo regresaré en la tarde lo prometo. - Revolvió su cabello antes de gritar un hasta luego a su primo y salir de la casa.

T R A S H - [Y O O N M I N]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora