T R A S H - [Y O O N M I N]

D E C I M O P R I M E R O

- Hyung responde - Después del tercer pitido de la segunda llamada YoonGi escuchó la voz de su primo decirle hola.

- Por fin contestas - Suspiró de alivio.

- ¿Uh...? ¿Sucede algo? ¿Está todo bien?

- Eh... Si, bueno más o menos.

- Habla ya y dime qué pasa, no tengo mucho tiempo ahora.

- Lo siento Jin sé que estás en el trabajo es sólo que no sé que hacer ahora.

- ¿Hacer de qué? ¿Le pasó algo al pequeño? ¿Que no me dijiste que su fiebre había bajado?

- Sí, si bajó. Ya está mejor, es sólo que... Bueno hice algo de comida y tan solo probó un bocado, después parecía sentir mucho dolor y ya no quiso comer más. No estoy seguro de lo que está pasando. ¿Crees que deba ir al hospital?

- Espera un momento ¿Desde cuándo le pasa eso?

- Desde hoy, ayer comió normalmente.

- Y... ¿Te dijo si se sentía mal?

- Solo me dijo que le dolía y dejó la comida a un lado.

- ¿Que tan alta llegó a ser su fiebre?

YoonGi lo pensó un poco. Estaba preocupado de que fuera algo grave.

- Casi 40 grados.

- ¿Has revisado su boca? Me refiero interior de su boca.

- ¿Qué? Claro que no.

- ¿Puedes hacerlo ahora? busca una linterna o algo con que lo puedas alumbrar.

YoonGi estaba medio dudoso pero lo hizo, ambos estaban en la cocina. El niño sentado en uno de los taburetes de la barra y el del otro lado. Revisó los cajones hasta encontrar una linterna, luego puso el teléfono en altavoz y lo colocó sobre la encimera.

- Ya la encontré ahora que hago.

- Úsala para ver dentro de su boca, pídele que saque la lengua.

- Está bien.

Se dirigió al chico que se mantenía un poco encorvado en su puesto.

- Pequeño, abre tu boca por favor.

Él le devolvió la mirada un tanto confundido.

- Por favor solo hazlo.

Ni él mismo estaba seguro de lo que hacía pero confiaba en su primo.

- ¿Que estoy buscando Hyung?- Preguntó en voz alta cuando al fin el muchacho accedió a abrir su pequeña boca de fresa.

- Mira en interior de sus mejillas y arriba en el paladar.

YoonGi lo hizo y ciertamente vió algo que no esperaba.

- Son... Son como pequeñas burbujas.

- ¿Donde están?

- Justo donde dijiste.

- Bien.

- ¿Bien?

- Sí, está bien.

- ¿Cómo va a estar bien?

Apagó la linterna y dejó en paz la boquita del pequeño para tomar de nuevo el teléfono entre su manos.

- Está bien, tiene ampollas en la boca que están relacionadas con su fiebre. Tiene que seguir tomando los medicamentos que te receté pero además voy a mandarle aciclovir. No le des alimentos muy calientes o picantes o salados, en general cosas que sean muy condimentadas ¿Esta bien? También puedes comprar un antiséptico buco faríngeo para que haga buches. ¿Sigues ahí? ¿Escuchaste todo lo que te dije?