D E C I M O N O V E N O

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Kim TaeHyung se despertó muy animado ese día, con una sonrisa en la boca se levantó de la cama y se fue a bañar. Lavó su cabello muy bien y luego de salir del baño se preparó un rico desayuno, estaba nervioso por ese día.

Iría a la casa de su jefe. Gritaba internamente cada vez que lo recordaba.

No lo podía creer cuando la secretaria de Jung Hoseok le comunicó la orden, tuvo que preguntarle varias veces lo mismo hasta que estuvo seguro que no era una broma o un malentendido. No sólo estaría trabajando de cerca con el apuesto alfa de sonrisa encantadora sino que además iría a su casa.

Puso sus manos en ambos lados de su cara y se revolcó en la cama al pensar en ello, tratando de reprimir la emoción.

Amo mi trabajo. Hago lo que me gusta y en lo que soy bueno, mi jefe es el hombre más apuesto del mundo y sus alrededores. Además la paga es muy buena y también lo es la compañía.

Suspiró y se levantó de su cama para dirigirse a su armario y buscar ropa, se decidió por un pantalón marrón y un suéter de algodón verde, ambas prendas algo anchas. A él le gustaba más ese estilo de ropa, la ropa demasiado ajustada y provocativa... Ese tipo de cosas, no quería volver a usarla jamás.

Su ánimo decayó un poco cuando los recuerdos comenzaron a invadir su mente. Sacudió su cabeza y miró el reloj, se estaba haciendo tarde ya y el no quería que nada saliera mal.

Ya tenía la dirección del lujoso complejo de apartamentos donde vivía su jefe y sabía que el transporte público no lo iba a dejar muy cerca asi que tendría que tomar un taxi después.

Ya vestido y arreglado peinó un poco su oscuro y lacio cabello y se colocó sus lentes, decidió ponerse neutralizador ya que estaba tan nervioso  que temía que su olor se descontrolara, además, era trabajo después de todo. Pensó aquello tratando de aminorar su emoción, pero la verdad no funcionó tan bien. Su anticipación seguía a flor de piel.

Casi 45 minutos después de salir de su casa por fin estaba frente al altísimo edificio color caqui, su respiración estaba algo agitada después de haber caminado un buen trayecto porque el estúpido taxista que encontró después de bajar del autobús no quiso llevarlo tan lejos. Que estafa. ¡Mejor hubiera caminado desde un inicio! y pensar que igual tuvo que pagarle.

En fin, lo importante es que ya estaba ahí.

¡Por fin!

¿Me pregunto cómo será su casa? ¿Y si vive con su familia? No lo creo ya es un adulto, aunque sé que tiene un hermano, y sus padres...¿Y si está con su novia?¿O novio? No puede ser, no quiero ver eso ¿Y si los encuentro en una situación comprometedora? ¡No! Tampoco quiero ver eso, ¿Y si tiene un novio y una novia al mismo tiempo?... O peor aún ¿Y si está en medio de una orgía?

- Ding Dong -

Sonó el elevador avisando que ya había llegado a su destino, en el corto tiempo que tardó en llegar al último piso - al penthouse - su cabeza se llenó de pensamientos extraños... Como siempre solía pasarle.

Sus manos estaban un poco sudadas, porque tuvo que pensar ese tipo de cosas justo ahora.

Tocó el timbre con su dedo tembloroso un par de veces. Nadie abrió. Estaba a punto de llamar al teléfono de su jefe para decirle que ya estaba ahí pero antes de hacerlo la puerta se abrió, dejando ver a un sudoroso y agitado Hoseok.

Llevaba puesta una camiseta sin mangas color café y una toalla que rodeaba su cuello, su cabello castaño estaba despeinado y se pegaba un poco a su frente, respiraba rápidamente mientras mantenía la puerta abierta con uno de sus trabajados brazos y Kim TaeHyung no podía quitarle la vista de encima.

T R A S H - [Y O O N M I N]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora