T R A S H - [Y O O N M I N]

S E X A G E S I M O

Tal como lo pensó, su madre lo llamó para despedirse, de hecho iba a llevar a Jin a su casa pues recibió una llamada y apenas le dió tiempo de darse una ducha rápida. Hoseok y Taehyung tuvieron que suspender sus compras porque surgió una situación con el equipo de diseño y programación de Japón, era una situación que se veía venir, al parecer había una filtración de información en alguna de las dos compañías y la competencia estaba haciendo lo posible por sabotearlos.

Agradecía que Kim y su hermano pudieran hacerle frente a la situación porque en este momento no sería posible para él, sabiendo ésto, después de despedir a sus invitados hizo un par de llamadas, al señor Lee y a su equipo para que se pusieran manos a la obra, impartió varias órdenes y tareas. Esta vez no podría ir a Japón así que les encomendó la tarea de traerlos aquí, de cualquier forma posible, ya era hora de aclarar la situación de una vez por todas y para eso debían hablar frente a frente.

Estaba algo inmerso en sus pensamientos cuando sintió algo extraño, el lobo negro en su interior se inquietó.

Levantó las orejas y adoptó una posición de alerta, su pelaje obsidiana se erizó e hizo que el mismo Yoongi sintiera su piel así, en especial cuando logro percibir un olor poco familiar para el.

Alfa.

Otro alfa.

Su mente se iluminó de inmediato y casi se tropezó con el banco de la barra de la cocina por ir corriendo escaleras arriba.

Todos se habian ido, solo quedaba otro alfa a demás de él en esa casa.

Voló por los escalones hasta llegar a la puerta de su habitación que afortunadamente había dejado abierta, y entró de inmediato para hallar una escena que jamás esperó.

Maldición solo habían pasado unos minutos ¿no? No fue muy lejos y no por mucho tiempo... Entonces ... ¿Porque?

No...

Era su culpa. Fue descuidado.

Solo había entrado hacía dos segundos antes pero una cascada de pensamientos pasaban por su cabeza, como si fuera cámara lenta.

Joder... Tenía ganas... De destrozar algo...

O alguien...

Ese alguien estaba justo frente a él.

En su cama.

Y sobre Jimin.

El doctor Kim, Matthew, estaba posicionado sobre el pequeño cuerpo del omega que se veía aún más pequeño rodeado de todas las almohadas y sábanas desordenadas y por el otro alfa de hombros anchos.

La mano del doctor estaba dentro del suéter y sobre el pecho de su cachorro mientras que con la otra sostenía un brazo de Jimin encima de su cabeza.

— ¿Qué mierda significa esto?

No gritó.

No lo hizo pero tampoco fue necesario, eso había retumbado por toda la habitación como un gruñido gutural.

El doctor respiraba de manera rápida y pesada, su cabello estaba despeinado cayendo hacia abajo su mirada eran un feroz par de ojos zafiro, casi podía ver gotas de sudor en su frente. El pelinegro se puso aún más alerta al mirar que los ojos normalmente cafés del doctor, tenían un color azul oscuro.

Eso fue todo, Yoongi se acercó como si estuviera apunto de atacar, como si se estuviera preparando para lanzar al médico hacia el abismo más cercano.

Sus ojos rojos reflejaban el estado de agitación de su lobo alfa.

¿Y como no estarlo?

Un jodido alfa estaba en su casa -territorios-, en su cuatro -su territorio-, sobre su cama -su territorio-, y encima de Jimin, -su cachorro-.