D E C I M O S E X T O

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YoonGi estaba sentado en la oficina de su casa con una mano en su barbilla pensando en lo que le había dicho Hoseok, en lo que habían encontrado.

Rayos.

¿Porque todo se volvía tan extraño al rededor de ese niño?

La intención de YoonGi al llevarlo con su hermano era averiguar su identidad, eso no era problema para las enormes y pesadas bases de datos que manejaba Hoseok. Solo necesitaba algunas cosas cómo sus huellas dactilares y quizá una foto. Pero todo resultó ser bastante más turbio de lo que imaginó.

- Los resultados son indeterminados, jefe.

La cara de Hoseok se contrajo un poco acercándose al monitor apoyando su mano en el espaldar de la silla del chico Kim, su empleado.

- ¿Cómo?

- No hay una... Emm... Una identidad determinada, jefe.

- Eso ya lo sé - Resopló un poco - Levántate y déjame ver.

Apretó suavemente el hombro del joven y éste se levantó de inmediato. Hoseok tardó solo unos minutos en cotejar la información.

- YoonGi Hyung debemos revisar mejor esto. No podemos darte una respuesta certera en estos momentos.

Luego de eso su hermano le dijo la razón por la cuál no se podía confirmar nada. Y eso era lo peor de todo. Eso lo hacía mil veces más extraño.

Otro suspiro frustrado salió de su boca, confiaba en Hobi y sus habilidades sabía que él encontraría la salida y le daría una respuesta más concluyente. Escuchó su teléfono sonar y contestó rápida y cortamente.

Su secretario le había enviado algunos documentos que necesitaban de su firma ahora una persona de su compañía vendría a su casa a recogerlos y llevarlos de vuelta a la oficina, además ésta persona traería otro paquete de folios que debían ser firmados. Por lo general sus descansos no eran muy extensos, él no solía alejarse por demasiado tiempo de su empresa.

Solo que estás "vacaciones" no se sintieron realmente como tal y no necesariamente porque estuviera cansado físicamente sino que todo el aparente misterio de la situación referente a un "chico sin nombre" hacía que fuera un tanto difícil conectarse. Tampoco quería descuidar la salud del omega siendo que comenzaba a mostrar tantos signos de mejoría, incluso en su salud mental pues YoonGi estaba convencido que en ese campo el niño también estaba herido.

Al menos ahora no se sobresalta cada vez que lo llama o cuando aparece de repente, por lo menos ahora llama a YoonGi por su nombre de vez en cuando y no se encoge y tiembla de miedo cada vez que tiene que darse una ducha. Incluso puede bañarse solo.

YoonGi se concentró en buscar un lapicero que tenía justo en sus manos hace unos minutos y que misteriosamente desapareció. Escuchó el sonido de la puerta al rechinar y una cabeza peligrís asomarse.

- YoonGi, hay alguien tocando afuera - la suave voz del cachorro se escuchó tras la puerta, apenas y se veía su cabeza y parte de sus hombros, sostenía la puerta con una de sus manos.

- Hazlo pasar y que espere, voy en un minuto.

YoonGi abrió el cajón buscando un sobre de manila donde meter el paquete de documentos que entregaría para evitar cualquier accidente. Después encontró su lapicero y salió con dirección a su sala de estar.

Identificó al muchacho como uno de los nuevos pasantes de su empresa, tenía una gafas y una expresión extraña su cara se alzaba hacia un lado como si estuviera evitando mirar algo.

T R A S H - [Y O O N M I N]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora