T R A S H - [Y O O N M I N]

Q U I N C U A G E S I M O S E X T O

Ya eran mediados de diciembre y volvía a hacer mucho frío, Yoongi entraba en su casa arrastrando un poco sus pies.

Estaba muy cansado el próximo año estarían listos para lanzar el juego, quedaban aún muchas cosas por resolver pero afortunadamente vendría un momento de descanso que sería en navidad.

Estaba anhelando ese momento para poder dormir todo el día y acurrucarse en su cama.

Entró y se sentó pesadamente en el sofá, dejó caer al piso el maletín que traía y recostó su espalda y cabeza hacia atrás, la television estaba encendida y ese sonido era lo único que se escuchaba.

- ¿Yoongi?

Jimin apareció por la puerta de la cocina, una sonrisa surcó su rostro cuando lo vió.

-¡Yoongi!

Sonriendo se acercó a él y saltó al sofá, plegó sus rodillas bajo sí acercándose más a él.

- Hola cachorro... - Habló suspirando casi en un susurro.

- ¿Hoy también estas cansado?

- Así es, pequeño ¿Porqué? ¿Querías hablar con migo?

Jimin solo negó con la cabeza.

- Hoy aprendí algo. Te lo mostraré.

Yoongi sentía mucho no poder prestarle atención Jimin como antes, estos días estaba tan cansado que muchas veces se iba a dormir temprano o se quedaba hasta tarde trabajando en casa. A Jimin siempre le gustó contarle lo que había hecho en el día y las cosas nuevas que había aprendido, hoy desafortunadamente debía decirle que no podía escucharlo.

- Cachorro hoy...

- Quítate la ropa.

-¿Qué?

Jimin se inclinó moviendo sus manos sobre los hombros contrarios deslizando sus dedos bajo la tela para quitarle primero la bufanda que tenía, luego el saco al alfa, después ante su atónita mirada empezó a desabrochar los botones de su camisa.

- ¿Jimin-ah que estas haciendo?

- Vamos Yoongi te mostraré, solo quitátelo.

El pequeño forcejeaba con un cansado Yoongi que no entendía nada.

- Pe-pero... Jimin... espera...

Quizá el cansancio estaba haciendo mella en él o quizá no podia luchar contra su cachorro.

¿Cómo iba a decirle que no a algo que el quisiera?

Derrotado, simplemente se dejó hacer. De todas formas Jimin haría lo que quisiera.

Se movió afanosamente hasta dejar su pecho desnudo, luego como pudo lo puso boca abajo. Jimin se acomodó sobre la espalda de Yoongi poniendo sus piernas a cada lado de su cuerpo.

- ¿Jimin? - La mejilla de Yoongi estaba aplastada contra el suave material del sofá sin realmente entender que trataba de hacer el oemga.

- Hoy aprendí algo útil Yoongi, así que te lo mostraré. He visto un maratón de un documental, se trataba de puntos de acupresion.

- ¿Qué?

Yoongi enfocó su vista al televisor donde había una imagen del cuerpo humano y el sistema circulatorio, un aparente doctor señalaba varios puntos y parecía explicar algo. El volumen era muy bajo como para escuchar lo que decían pero Yoongi podía entender de que se trataba.

Jimin se acomodó justo por encima de del trasero de Yoongi usando sus posaderas como almoaha y encajando a cada lado sus piernas. Se inclinó hacia adelante por encima de sus caderas para llegar a la parte alta de su espalda, sus manos dieron el primer toque. Las puntas de sus dedos estaban un poco frías pero la piel de Yoongi se sentía cálida bajo ellas.