V I G É S I M O N O V E N O

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Yoongi no sabía qué hacer. ¿Y si lo despertaba?

No podía soportar aquello.

El entrecejo de Jimin estaba profundamente fruncido, sus manos agarraban con fuerza la manta sobre su pecho, su cara se contraía con expresiones de dolor y de sus ojos brotaban lágrimas.

Estaba desesperado, su alfa se movía de un lado al otro en su interior inquieto por ver al omega de esa forma.

Jimin estaba teniendo una pesadilla y él no sabía que hacer.

- Debo despertarlo... Pero ¿Cómo?...

Le molestaba ver su ceño, sus cejas estaban curvadas hacia abajo y parecía un emoji de carita triste.

- Jimin... Despierta...

Él emitía un sonido agudo como si intentara retener su llanto. Como un cachorro que estaba siendo apaleado. Un sonido desgarrador de escuchar.

- Cachorro, por favor...

Yoongi solo quería que abriera los ojos, y decirle que todo estaría bien. Llevo su dedo al punto medio de sus dos cejas y presionó un poco ahí.

No supo que más hacer así que se inclinó y dejó un beso en el punto donde había tocado su dedo.

- Cachorro, despierta te lo ruego...

Dejó otro besito en el mismo lugar.

Jimin dejó de removerse y sus pestañas revolotearon antes de abrir sus ojos. Pero lo que vió no fue a Jimin precisamente.

- ¿Qué? ¿...Cachorro? - YoonGi lo vió extrañado, esperaba ver el iris grisáceo característico del omega pero en su lugar estaba un azul profundo.

- No eres Jimin...

Claro que no era JiMin.

A cada lado de su cara le brotó pelo que no alcanzaba a cubrir toda su cara, un pelaje blanco puro que se extendía desde su propio cabello y que podía ver en su cuello y sus orejas.

No estaba frente a JiMin.

Estaba frente a su omega.

- Wow... ¿Que pasó aquí?

Jimin estaba a media transformación, lo notó de inmediato recordando que una vez le pasó eso mismo a su hermano Hoseok, él estaba tan asustado con su cambio que no podía terminarlo y a su vez tampoco podía regresar. Ese día Hoseok lloró mucho.

- Jimin...

No terminó su frase porque el Omega comenzó a llorar. No sabía que clase de animal era Jimin pero el sonido que emitía era un poco parecido al de los lobos, no podía saberlo con certeza pero quizá era una especie canina.

El estaba chillando en un tono muy agudo, sus cejas volvieron a curvarse de esa forma que hacía ver su cara triste.

Solo quería que quitara esa expresión, su alfa estaba muy incómodo. Era la primera vez que veía al omega de Jimin salir a flote y lo último que quería es que estuviera en ese estado.

Se inclinó una vez más y dejó otro beso en su frente. Se separó a ver su cara y se dió cuenta que detuvo su llanto. El pequeño lo miraba con ojos muy abiertos, su rostro cambió y dejó de llorar. Por un momento creyó que estaría bien pero volvió al llanto solo unos segundos después, apretaba la manta con fuerza.

Rayos.

En serio que su alfa estaba inquieto, casi le exigía calmarlo.

Volvió a inclinarse y dejar un beso en su entrecejo, luego otro más sobre su ceja y sobre la otra. Sobre toda su bonita frente repartió besitos.

T R A S H - [Y O O N M I N]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora