T R I G É S I M O S E X T O

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Un alfa lobo está muy cómodo en su cama, durmiendo abrazado a su almohada. Una almohada suave, calentita y perfumada.

Mmm...

Enterraba su cara en ese lugar donde el olor era más fuerte y exquisito. Su conciencia flotaba en algún lugar de su cabeza dejándolo atrás su cuerpo, completamente relajado.

Aspiró profundo para luego soltar un largo suspiro, sus brazos se acomodaban de forma perfecta y el calor que emitía su almohada era el ideal.

No sabía qué hora era pero tampoco quería saberlo, solo quería seguir durmiendo tan cómodo como hasta ahora.

Si... Se sentía tan bien...

Ahora, si tan solo su almohada dejara de moverse, sería aún mejor.

- Mmm.... Quédate quieto...

Habló con voz más ronca de lo normal, su pecho vibrando por el sonido tan grave daba la impresión de que era más un gruñido.

Por lo menos funcionó y su almohada se quedó quieta. Volvió a suspirar sobre las hebras de cabello que hacían cosquillas en su nariz, la inconsciencia estuvo a punto de apoderarse nuevamente de él pero otra vez su almohada volvió a moverse, está vez tratando de zafarse de su agarre.

Pero sus brazos sostenían su almohada en un abrazo férreo, no iba a dejar que se escapara tan fácilmente.

- Yoongi... Voy al baño...

Una dulce voz se hizo paso hasta sus oídos abriendo el velo de la inconciencia que le hizo darse cuenta que a quien había estado abrazando todo este tiempo, era Jimin.

Aún medio dormido y de mala gana lo dejó ir, Jimin se deslizó fuera de su abrazo y sintió el peso de su cuerpo abandonar la cama. Quedó un frío vacío en lugar donde había estado él, Yoongi trató de acaparar todo vestigio del aroma que quedó impregnado en las sábanas.

El alfa en serio no tenía ganas de levantarse ahora, incluso estaba algo molesto y enfuruñado, muy seguramente se veía como un gatito. Solo quería que Jimin volviera a la cama y así seguir durmiendo.

Intentó conciliar el sueño de nuevo y pasó un tiempo en ello, no supo cuanto pero no pudo lograrlo.

- Jimin-ah... Vuelve a la cama...

Jin tenía razón, Jimin era tan abrazable y suavecito, con razón no quería que se lo llevara.

- Jimin...

Siguió llamando hasta que regresó.

- Al fin, ve acá - Estiró su brazo abriendo una parte de las mantas para que volviera a ocupar el mismo sitio de antes.

- Yoongi, hay alguien en la cocina - un ligero temblor en su voz denotaba su temor, eso hizo que el alfa recuperara la razón en tiempo récord.

- ¿Qué? ¿Es en serio? - Yoongi alzó su cabeza de las almohadas y vió la expresión de miedo del pequeño.

- Si...

- Pero eso no es posible - El alfa se sentó en la cama tratando de buscar sus pantuflas y pensado que podría haber pasado. Los únicos que tenían la clave eran su familia, pero si Jimin estaba así no podía ser alguno de ellos porque él los conoce no estaría tan asustado... A menos que...

Bajó con cuidado por las escaleras tratando de no hacer ruido, se sorprendió de toda la luz que entraba por las ventanas.

¿Que hora es?

Se preguntaba al tiempo que percibió un olor en el aire, cuando terminó de bajar las escaleras caminó en silencio hasta la cocina se encontró con una menuda silueta paseándose por el lugar.

T R A S H - [Y O O N M I N]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora