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𝐓𝐰𝐞𝐧𝐭𝐲 𝐅𝐢𝐯𝐞.

Mordía con fuerza mi labio inferior cada vez que Taehyung me penetraba, él ahogaba sus gemidos en mi cuello.

Tratábamos de emitir el mínimo sonido, no estamos solos en esta casa.

Mis uñas se enterraban en su ancha espalda con cada embestida que me daba. Mi espalda se arqueó.

-Tae- dije en un hilo de voz al sentir mi orgasmo cerca.

-Un poco más hermosa- su boca reclamó la mía, mordiendo varias veces mis labios y sintiendo mis uñas clavarse con fuerza en su piel al sentir aquella explosión en mi sexo.

Segundos después él también llegó al clímax y juntó su frente a con la mía.

-Buenos días Hottie- murmuró con la voz entrecortada y no pude evitar reír.

-Muy buenos días tete- nuestros cuerpos tenían esa ligera capa de sudor, por mucho que hiciera frío afuera, el ambiente de la habitación había demasiado calor.

Taehyung se separó de mí, y se levantó de la cama para empezar a caminar hacia el baño. Yo me senté y busqué alguna prenda de ropa, tomé su abrigo, el cual estaba más cerca de mi alcance.

Me levanté de la cama sin tomar en cuenta si cubrir mis pies o no y busqué mis otras prendas de ropa, para poder cubrir mis piernas. Ahora si siento el frío.

Tomé el teléfono que estaba encima de la mesita de noche y era el de él, si los dos tenemos el mismo forro, miré la hora y eran las siete de la mañana.

Dejé el teléfono en el mismo lugar y un bostezo salió de mi boca mientras me estiraba.

Caminé hacia el baño y sentí agua caer, suspuse que Taehyung se estaba bañando y lo reafirme cuando entré.

Fui hacia el lavamanos para lavar mis dientes.

-¿No tomaras un baño?- asomó su cabeza y negué.

-Me gusta oler a ti- él sonrió y cerró el grifo de la ducha, tomó una de las toallas para envolverlas al rededor de su cintura y se acercó a mí.

-También me gusta oler a ti- dejó un beso en mi frente- Pero tengo varias reuniones hoy-

-Lo sé- lo abracé ignorando por completo el hecho de que estaba mojado.

-Perdona que no pueda pasar el día contigo- me abrazó por el cuello mientras rozaba su nariz con la mía y negué.

-Es tu trabajo bebé, no te precupes- besé sus labios.

-Dilo otra vez- murmuró y yo reí aún con sus labios encima de los mios.

-Bebé- su sonrisa se hizo más grande y me besó- Ya anda, se te hará tarde- puse mis manos en su pecho- y siguió dejando cortos besos en mis labios- Ya- continuó mientras yo caminaba hacia atrás - Bebé- otro- Tete- no se separó de mi y reí- Amor- sentí como caímos a la cama y ambos estallamos en risa - Se te hará tarde- lo alejé un poco de mi tomando su rostro entre mis manos.

-Cierto- dejó otro beso y se levantó. Yo me corrí hasta la cabecera de la cama para verlo moverse por la habitación mientras se vestía.

-Ruijin no tiene que venir conmigo, si quieren las dos pueden salir juntas- volteó a mirarme al ponerse una de sus camisas mangas largas.

-No quiero molestarla, puedo quedarme en casa, ayudando a tu mamá o hacer algo- me encogí de hombro- No lo sé-

Él me sonrió y se acercó a la cama ya completamente vestido.

Puso su mano izquierda en la cabecera de la cama mientras que la otra la puso en la cama y se inclinó hacia mi para besarme.

-Divierte ¿Sí? Cuando yo termine toda esas reuniones, iremos a muchos lugares ¿esta bien?- asentí y el dejó otro beso en mis labios.