capitulo 2

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Aquello que dijo la pelirroja dejo desconcertados a todos en el comedor, Ines ,que solo escuchaba todo parada con la bandeja en las manos, sintió que su corazón se partía en mil pedazos

—Que está diciendo esta mujer papá?- respondió sorprendida Diana

—Es enserio papá?- dijo la menor de los santos mientras apuntaba su mirada furiosa contra Victoriano

—Estas embarazada Deborah?

—Asi es Cass, tu padre y yo nos enteramos hace 2 semanas, pero queríamos esperar para darles la noticia, verdad?- dijo la pelirroja poniendo su mano sobre la de Victoriano

Victoriano quiso pronunciar una palabra pero antes de eso Diana se levantó de la mesa y Constanza la siguió, no podían creer que aquella mujer fuera capaz de tanto con tal de retener a aquel hombre de su lado porque no era secreto para nadie que las cosas entre ellos no andaban bien de un tiempo para acá.

—No te preocupes mi amor, tus hijas tarde o temprano van a tener que aceptar que te voy a dar un hijo

—felicidades a los dos- dijo Cassandra tratando de ser comprensiva- papá, si me disculpas ire a hablar con mis hermanas

—Gracias hija, si, ve a hablar con ellas por favor

Ines que hasta ese momento permanecía en el comedor también se retiró, no podía creer que Víctoriano quien hace un mes en una borrachera le había confesado que la amaba aún ahora estuviera esperando un hijo con otra mujer, dejo la bandeja y se fue lo más rápido que pudo a su habitación sintiendo que no podía contener más sus lágrimas, al llegar cerró la puerta y recargada sobre está se puso a llorar.

—Deborah no debiste decir las cosas así, debiste respetar mi decisión!

Victoriano no podía más que pensar en su morenita y lo que debería estar sintiendo en esos momentos, por lo que antes de irse a la empresa decidió ir a buscarla para explicarle las cosas dejando a la pelirroja sola en el comedor.

—Jacinta, dónde está Ines?

—Esta en su cuarto patrón, yo creo que se sintió mal y mejor se fue a recostar

—Gracias Jacinta

Víctoriano llegó tocando la puerta de Inés, quien hasta ese momento seguia llorando

—Quien es?- dijo Ines tratando de hacer que su voz sonara lo más normal posible

Al no recibir respuesta la mujer se limpio las lágrimas y fue a abrir la puerta, al ver a Victoriano parado quiso cerrarla de nuevo, pero aquel hombre no se lo permitió

—Ines por favor tenemos que hablar

—usted y yo no tenemos nada que hablar

—Claro que si Ines por favor déjame explicarte...

Victoriano estaba dispuesto a ya no ocultarle nada más a Inés, ahora más que nunca sabía que debía dejar el orgullo a un lado y decirle a Inés con toda claridad todo lo que la amaba

—Ines solo escúchame por favor- le decía, mientras la mujer le daba la espalda- escúchame porque ahora te diré todo lo que siento, nunca he amado a otra mujer que no seas tú Ines...

—te equivocas Victoriano, debes amar mucho a tu mujer porque por algo estás casado con ella- dijo Ines

—Me case con ella por despecho Ines! Porque tú no me dabas ninguna muestra de que me quisieras, porque me rechazas cada día mas, pero ten por seguro que todos los días me arrepiento de haberlo hecho, cada que te veo me doy cuenta que debiste ser tu la que llevará el apellido santos, que debiste ser tu la que durmiera a mi lado y no Déborah, solo tu Ines eres la mujer de mi vida

—Vaz a tener un hijo con ella, tu me dijiste el día que te emborrachaste que me querías y yo creí que...-rapidamente se arrepintió de lo que iba a decir- Yo te amo Victoriano...- dijo mientras sus ojos se llevaban otra vez de lágrimas, se sentó de golpe en su cama y empezó a llorar

—Me amas Ines? De verdad eso que escuche es verdad?, Dímelo morenita, dímelo y te juro que yo lo dejo todo por estar a tu lado, por favor Ines dímelo de nuevo

La mujer no dejaba de llorar, Victoriano tomo su cara entre sus manos y viéndola a los ojos le reafirmó su amor

—Ines, todo lo que te dije esa noche que llegue borracho es verdad, te amo, te amo y quiero que estemos juntos a pesar de todo, tambien ese día te dije que me iba a divorciar de Deborah y hoy te lo vuelvo a repetir, me voy a divorciar de Deborah porque es una decisión que yo ya había tomado y ella lo sabe

Victoriano lentamente la beso, Ines si pensarlo correspondió al beso, ella tampoco tenía ganas de seguir ocultando lo que sentía por Victoriano, aquel beso fue subiendo de intensidad de pronto Victoriano ya se encontraba encima de Inés mientras esta se recostaba en la cama

—Te necesito tanto Ines...

En ese momento Ines se dió cuenta de todo lo que estaba pasando y de golpe se levantó de la cama

—No Víctoriano... Aún no por favor, tu sigues casado y yo...

No termino de hablar cuando Victoriano ya la besaba de nuevo, una de sus manos bajo hasta el muslo de Inés y enseguida subió a los primeros botones de su blusa, despacio Victoriano la abrió y metió su mano ahí

—Victoriano por favor...

—No Ines, llevo tantos años esperando este momento, no me rechaces más por dios

La verdad es que Ines tampoco quería negarse más, necesitaba a ese hombre... Se entregaron al amor que ambos sentían.

Por la noche los gritos de Déborah retumbaban por toda la casa

—No te voy a dar el divorcio Víctoriano, entiéndelo de una buena vez!

—Tendras que dármelo Deborah, tu y yo ya habíamos hablado de esto

—Eso fue antes de que nos enteraramos que yo estaba esperando un hijo tuyo, no estoy dispuesta a permitir que mi hijo crezca sin su padre Victoriano

—No tiene porque hacerlo, entiende, que me divorcie de ti no quiere decir que me dejaré de hacer cargo de mi hijo, es una decisión tomada, Deborah, y nada me va a hacer cambiar de opinión

Victoriano salió de la habitación dejando a Deborah hecha una fiera

—Ni creas que te la voy a dejar así de fácil Victoriano Santos, no voy a renunciar a la vida que llevo siendo tu esposa y este engendro tiene que servirme de algo...

𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐚 𝐦𝐢 (Concluida) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora