capitulo 28

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Ines abrió los ojos, una mañana más sientiendose igual, decaída, sin ganas de nada, eran casi dos semanas soportando la indiferencia de Víctoriano, sentía que emocionalmente había llegado a su límite y especialmente ese día amaneció sintiéndose peor por lo que se quedó recostada en la cama hasta que Diana fue a verla

—Nana ¿Cómo estás? Me dijeron que ayer no quisiste cenar, ya habíamos hablado sobre brincarte comidas

—No tenía hambre Diana- dijo suavemente la mujer viendo cómo la muchacha se ponía de pie para abrir las cortinas- no, no las abras por favor

—Te hace bien que entre un poco de luz aquí, está muy oscuro

—No, es que me duele un poquito la cabeza

—Voy a pedir que te traigan ya el desayuno, seguro comiéndo se te pasa- respondió la joven sentandose en el borde de la cama

—No tengo hambre... Quiero dormir un poquito más ¿Si?

Diana no podía evitar que se le partiera el corazón de ver a Inés así, durante esos días muy apenas comía y no salía casi para nada de su habitación

—Nana ya no puedes seguir así, piensa en tu bebé, todo lo que sientes se lo transmites a ella

—Es que yo quisiera sentirme bien pero no puedo- respondió con lágrimas en los ojos- necesito a Víctoriano, me hace tanta falta

—Yo sé que el también te extraña a ti, anda levántate, yo necesito que estés bien, todo los necesitamos mejor dicho

—No Diana, no puedo, perdón, quiero dormir un rato más...- dijo como invitando a Diana a salir

La muchacha así lo hizo, pero no sé iba a quedar de brazos cruzados, había llegado el momento en el que ella y su padre hablaría muy seriamente

Victoriano estaba en su habitación terminando de arreglarse para irse a la empresa, ya Connie se había llevado a Angel a su cuarto, el hombre estaba poniéndose su reloj cuando Diana tocó

—Adelante- respondió

—Papá buenos días, necesito que hablemos

—Claro ¿Sobre qué quieres hablar?

—Sobre mi Nana- respondió sería

—No tenemos nada que hablar sobre ella- dijo dándole de pronto la espalda

—Si tenemos papá ¿A caso estás pensando en ella? No verdad, estás pensando solo en ti y en tu coraje porque te oculto algo

—No solo es "algo" Diana, tu estás embarazada, deberías saber lo que significa tener un hijo ¡Ella me oculto que tuvimos un hijo!

—Y también puedo imaginarme el dolor que debe ser perderlo, puedo entender lo que tuvo que sufrir ella sola y aún así pensó en ti y en evitarte un dolor sin esperar que tu malinterpretarias todo

—Tengo derecho a estar dolido Diana

—Pero no tienes derecho a hacer sufrir a mi nana, no después de todo lo que ha soportado, no ahora que va a darte una hija si tan solo la vieras te darías cuenta que aquí la que lleva todo es ella, este berrinche tuyo solo va a terminar enfermandola

—¿Ella está bien?- pregunto Victoriano, desde el pleito trataba de solo llegar por la noches a la casa pues no quería toparse con Ines

—No lo creo, la tenemos que obligar a comer, no sale de su habitación, se la pasa acostada llorando... Yo no soporto verla así

—Yo... Yo no sé que decir

—¿La amas?

—Mas que a mi vida- respondió Víctoriano agachando la cabeza

𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐚 𝐦𝐢 (Concluida) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora