Capitulo 12

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Cassandra entro al cuarto de Deborah con dos bolsitas de regalo

—Mira, ojalá te gusten, los compré con mucho cariño

—Ay- sacando un mameluco blanco con puntos amarillos- que preciosura

—Como aún no se que será pues lo compre de un color neutro, a mí me encantó cuando lo ví

—De echo Cass, tu papá y yo nos acabamos de enterar que va a ser... No hemos tenido oportunidad de decirle a tus hermanas porque pues tú sabes, a tu papá no le gusta hablar del bebé con ellas, para el es como si no existiera- agachando la cabeza

—No digas eso Deborah, estoy segura que mi papá está feliz con la llegada del bebé, pero cuéntame ¿Que va a ser?

—Un niño Cass, vaz a tener un hermano

—¡Se le cumplió el deseo a mi papá entonces! El debe estar super feliz, solo que no sabe cómo demostrarlo...

—La verdad yo no lo creo, hace unas semanas tuve una amenaza de aborto, el médico me ordeno reposo absoluto y estuve varios días aquí en el cuarto... Victoriano nunca se paró aquí, nunca vino a preguntar si me sentía bien o no, incluso este es el primer trajesito que mi bebé tiene, no me gusta pensar esto pero todo indica que tu papá tiene una amante porque hasta pensó en echarme de la casa

Mientras hablaba Deborah dejaba caer esas lágrimas falsas que le salían tan bien, Cassandra la abrazo, no podía creer que su papá fuera capaz de eso

—No te preocupes Deborah, puedes contar conmigo para lo que sea, yo si te voy a apoyar porque ahora mi hermano es lo más importante. Mira, le compré otras cositas más, vienen en la otra bolsa...

Sala de espera del hospital

Connie y Diana vieron salir al médico y en cuestión de segundos ya estaba las dos frente a el

—Doctor ¿Que tiene mi Nana?- cuestionó Diana

—¿Ustedes son familiares de Inés Huerta?

—Si si, digamos como está por favor

—Estamos estabilizando a la señora Huerta, presenta amenaza de aborto a causa de una elevación en la presión arterial

—¿Eso es grave doctor?- pregunto Connie, pues, aunque sabia lo que quería decir eso, necesitaba saber en qué situación se encontraba su nana

—En el caso de la señora Ines si, su embarazo es considerado de alto riesgo por su edad que por supuesto requiere de muchos cuidados, vamos a mantenerla en observación un par de días para ver cómo reacciona su organismo y para controlar el tema de la presión arterial

—¿Puede perder al bebé?

—Todo es cuestión de como reaccione su organismo, me gustaría decirles que no pero por desgracia los abortos espontáneos son más comunes en embarazos a edad avanzada, esperemos que este no sea el caso

—Doctor, una última cosa ¿Seria posible que podamos pasar a verla?

—Por ahora no, en cuanto puedan hacerlo yo enviaré a una enfermera para que les avise, bueno, me retiro

—Si, muchas gracias- dijeron las dos

—Diana, tenemos que avisarle a mi papá, el tiene que estar aquí y apoyar a mí Nana en esto

—Connie yo no sé si sea lo mejor, recuerda que las cosas entre ellos dos están mal y además...

—Mi nana lo necesita, eso te lo puedo jurar Diana y además tarde o temprano se va enterar que estamos aquí ¿O que crees que va a pensar cuando vea que no llegamos hoy a la casa? Yo lo voy a llamar, y si a alguien le va a reclamar mi nana que sea a mi

Connie saco su celular de la bolsa y vio varias llamadas perdidas de Cassandra que no escucho al tenerlo en silencio, marco el número de su papá y espero a que esté contestara

—¿Bueno? Connie ¿Necesitas algo?

—Papá, llamo para avisarte que mi nana está en la clínica...

—¿Ines?- levantándose del escritorio- ¿Pero que tiene? ¿Que le paso?

—Ven, acá te explicaremos todo ¿Si?

—Claro que si, voy ahora mismo para allá

Víctoriano llegó más rápido de lo que las muchachas esperaban, las encontró sentadas en la sala de espera, ambas se pararon a recibirlo, estaban nerviosas, no esperaban que su papá se fuera a enterar del embarazo de Inés de esa manera y menos después de prometerle a ella que no se lo dirían

—¿Pero que pasó? ¿Que tiene Ines?

—Papá, no sé cómo empezar a explicarte, es que mi nana pues...- Connie estaba nerviosa, tomo un respiro y se lo dijo- Mi nana está embarazada

Esas palabras retumbaron en la cabeza de Victoriano ¿Embarazada? Su morenita iba a ser mamá

—¿Cómo que embarazada? ¡¿Desde cuándo lo sabían?!

—Papa- le contesto Diana- eso ahora no importa, mi Nana está delicada, tiene amenza de aborto, no sabemos lo que vaya a pasar

—No puede ser ¿Cómo está ella?- Victoriano dejo ver su preocupación

—El doctor nos dijo que la están estabilizando, que la van a tener en observación

—Dios mío, quiero verla

—No papá, ni a Diana ni a mí nos han dejado pasar, el doctor dijo que nos avisaría cuando pudieramos hacerlo... Cassandra ya debe estar en la casa, aún no le decimos nada

—Le voy a llamar, para avisarle, Connie préstame tu celular, con las prisas deje el mío en la camiones

Al llegar Cassandra la pusieron al tanto de la situación, la muchacha estaba confundida pues no sabía que su Nana saliera con alguien, entonces pensó en lo que Deborah le había dicho momentos antes y entonces entendió, la amante de su papá era su Nana...

—Familiares de la señora Ines Huerta

—Nosotros señorita- dijo Victoriano levantándose de un salto

—El doctor me dice que ya pueden pasar a verla pero por ahora solo pueden pasar de uno a la vez

—Yo, yo pasaré primero- volteando a ver a sus hijas

—Pase por aquí

Victoriano se fue siguiendo a la enfermera hasta la habitación donde estaba Ines, la vio ahí, recostada, aparentemente dormida y con ese aspecto frágil que la caracterizaba, se acercó lentamente a la cama y coloco un tierno beso en su frente, al sentir el rose de sus labios, Ines, abrió los ojos

—¿Como te sientes?- pregunto Victoriano tomando su mano

—¿Victoriano?- murmuró Ines

—Si mi vida, aquí estoy

—No lo perdí ¿Verdad?

—No, va a ser fuerte como su mamá... ¿Por qué no me habías dicho nada?

—Pense que regresarias con Deborah, estaba confundida pero, Víctoriano, este bebé es tuyo, yo lo siento

—Lo se, no tienes que decírmelo, es mío, nuestro, es fruto de nuestro amor y tenemos que cuidarlo

—Me siento mareada- cerrando los ojos de nuevo

—Es normal, ya se va a pasar morenita, descansa, yo aquí me voy a quedar cuidándote a ti y a nuestro hijo

Victoriano acercó un banco a la cama y se sentó, mientras sostenía la mano de Inés, que dormía, pensó en lo bonito que sería tener por fin un bebé de ambos, algo que los uniera muchísimo más, pensó también en lo que le había ocurrido a Inés con Loreto y no podía evitar tener dudas pero el corazón le gritaba que ese bebé que llevaba en el vientre era de él y era un milagro.

𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐚 𝐦𝐢 (Concluida) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora