capitulo 9

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—¡Nana! ¡Nana despierta! Diana trae alcohol por favor

Diana salió inmediatamente de la habitación y regreso con una botellita de alcohol y algodón

—A ver, déjame pasárselo por la nariz- Diana se inco y empezó a pasar el algodón cerca de la nariz de Inés

—Diana tenemos que llevarla al hospital rápido- comenzando a llorar

—Voy por mi papá Connie...

—No...- dijo Ines casi en un susurro y sin abrir los ojos- ¿Para que? Ya me siento bien

—Aun así nana, te vamos a llevar al hospital

—Connie de verdad no es necesario- tratando de levantarse

—Nana- ayudándola- habíamos quedado en que si te volvías a sentir mal te llevaríamos al médico y tú aceptaste

—Lo se diana pero...

—Pero nada, hazle caso a Diana y vámonos nani y vámos please

—Esta bien niñas, pero por favor no le digan nada a su papá, yo les explícare todo después ¿Si?

—Connie iré a sacar la camioneta rápido, tu mientras ayuda a mí nana a salir, las espero afuera- saliendo de la habitación

—nana ¿Aún te sientes mareada?- sosteniendola del brazo para salir de la habitación

—Un poco mi vida, pero veraz que no es nada... Por cierto Connie, no le digas nada tampoco a Emiliano, el está muy ocupado y no quiero que se preocupe por esto

—No te preocupes, no le diré nada, solo espero que realmente todo este bien contigo nanita, ándale vamos

Ambas mujeres salieron juntas y subieron a la camioneta donde ya las esperaba Diana para dirigirse al hospital, las tres iban tranquilas, creía que todo eso era derivado del estrés o talvez hasta de una mala alimentación.

En una de las orillas del pueblo se encontraba Loreto, bebiendo solo y pensando ¿Que sería de su hijo? Y más aún ¿Que sería de la mujer a la que amaba enfermizamente?

—Parece que ya se llegó la hora de que mi Emiliano conozca a su padre- hablando para si mismo- se te va a acabar tu teatrito Inesita, te advertí que si no eras mía no serías de nadie y menos del perro de Víctoriano.

Momentos después, en el hospital

El médico había ordenado que se practicarán ciertos análisis a Inés y le daría los resultados, que ya estaban listos, en su consultorio, las chicas pidieron a más no poder que les permitiera entrar con ella e Ines accedió, estaba segurísima que se trataba solo de estrés y ahí estaban ya las tres dispuestas a escuchar al médico

—Bien señora Huerta, aquí tengo ya los resultados de los análisis que se le practicaron y arrojan algo que, bueno aunque me sorprende mucho se que no es imposible...

—Doctor ¿Mi nana tiene algo grave?- pregunto Diana con algo de nerviosismo

—Miren, lo que básicamente no es algo grave pero si requiere de muchos cuidados, señora Huerta los resultados de sus análisis me confirman que está usted embarazada...

Lo que sea que haya dicho después el doctor no fue escuchado por Inés ¿Cómo era posible? Tenía que ser un error, ella no podía estar embarazada porque ya no era una jovencita

—Tiene que estar equivocado doctor, yo no puedo... Es decir yo ya no tengo 20 años

—Pues no es ningún error señora, además a su edad también hay probabilidades de quedar embarazada, aunque sean mínimas las existe... Aún que tengo que decirle que ya es considerado un embarazo de algo riesgo que debe cuidarse desde un principio, le practicare una ecografía para descartar que se trate de un embarazo ectopico  y también para darnos cuenta de cuántas semanas tiene

De repente el rostro de Inés palideció, llego a su cabeza el recuerdo de Loreto... No podía ser, ese bebé que esperaba no podía ser fruto de ese acto tan miserable, las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos y las muchachas, que hasta el momento habían permanecido en silencio, se acercaron a ella, estaban asombradas por la noticia y tenían mil preguntas por hacer pero antes de que atrevieran a decir cualquier cosa el doctor le pidió a Inés que pasará al cuarto donde se le practicaría la ecografía

—Nana... Te vamos a esperar afuera- dijo Constanza aún asombrada

—No Connie por favor quédense, las necesito en este momento- aún con las lágrimas callendo por sus mejillas

—Si Nana, no te preocupes aquí nos quedamos contigo entonces... Vamos a qué veas por primera vez a... A tu bebé- Diana le sonrió levemente a Inés

Pasaron al cuarto e Ines se recostó en la camilla, el doctor le pidio que se levantara un poco la blusa y le coloco un gel, todo aquello era nuevo para Ines, en sus embarazos anteriores no había llevado un seguimiento, en eso pensaba cuando sintió que el doctor coloco un aparatito sobre su vientre y lo empezó a mover

—Mira Ines- apuntando a la pantalla- ahí está tu hijo, parece que se esta formando de manera completamente normal

Ines volteo a ver a sus niñas con lágrimas en los ojos y ambas se acercaron, nunca antes habían presenciado una ecografía y estaba emocionadas, Diana tomo la mano de su nana y le regaló una sonrisa mientras veía con ternura la pantalla

—Eso que se mueve ahí ¿Es su corazón?- pregunto Constanza limpiando una lágrima que también ya bajaba por su mejilla, le emocionaba mucho ver aquello

—Asi es, y me indica que la señora Ines debe tener aproximadamente 9 semanas de embarazo...

De repente todo pareció detenerse al rededor de Inés, el tiempo de gestación le indicaba que si había probabilidad de que Loreto fuera el padre de ese bebé, la sola idea le aterraba, después pensó en Víctoriano y en lo que había visto en la mañana...

—Señora, quiero ser totalmente sincero con usted, un embarazo a edad avanzada se considera de alto riesgo, para evitar cualquier complicación apartir de este momento tiene prohibidisimo hacer cualquier esfuerzo o tener emociones fuertes, manténgase tranquila y yo recomendaría que guardara reposo lo más posible... Le voy a recetar algunas vitaminas.

Momentos después salieron de la clínica, iban las tres en la camioneta y Constanza no podía contener su emoción ante lo que acaban de vivir

—Era tan chiquito, ay y tenía un corazoncito tan pequeño... Nana ¿Estás contenta con esta noticia?

—Si lo estoy, aunque me tomo por sopresa creo que un hijo es una bendición, y a mi edad pues también es un verdadero milagro

—pero si aún eres joven- dijo Diana mientras conducia- Nana ¿Puedo hacerte una pregunta?

—Ya lo sé Diana, les debo una explicación a ti y a tu hermana sobre todo lo ocurrido pero no ahora, han sido muchas la emociones vividas y no me siento con ánimos solo les quiero pedir un favor

—¿Cual Nani?

—Que por favor no le digan nada a nadie, ni a mi hijo y mucho menos a Víctoriano

—Pero Nana mi papá lo debe de saber

—Y lo sabrá Diana, pero ahora no

—Yo pienso lo mismo que Diana, mi papá tiene derecho a saberlo

—Hijas, su papá por la única que se debe preocupar ahora es por su esposa, yo no puedo ser una carga para el

—Nana, pero ustedes tienen una relación ¿Verdad?

—Si Diana...- bajando la cabeza

—Mi papá se va a divorciar de Deborah - dijo Constanza asomando la cabeza entre los dos asientos delanteros-

—Nana, nosotras sabemos que se aman, es algo que siempre hemos sospechado...

—¿Y como explicas el beso que se dieron hoy? Miren, yo se lo diré pero no ahora.

A Inés no era solo la situación de en la mañana lo que le preocupaba, también era la posibilidad que existía de que ese bebé no fuera de Víctoriano, aunque se moría de las ganas de contarle todo tenía que esperar y tener la seguridad de que su hijo era un Santos.

𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐚 𝐦𝐢 (Concluida) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora