capitulo 31

1.1K 91 7
                                    

—Aqui tienes tu maldito dinero- lanzando la bolsa a la mesa- ahora dinos que hiciste con nuestro hijo- gritó Víctoriano molesto

—Baja la voz Victoriano, no puedes venir a mi casa a gritarme, se educado

—Basta de burlas Loreto, dinos lo que tienes que decir ya- respondió Ines

—Esta bien, está bien Inesita, te lo voy a decir porque pos ustedes ya cumplieron y ahora me toca a mi, tu bastardito no se murió como te lo hice creer esa vez pero yo no iba a permitir que creciera contigo, no iba a mantener al hijo de otro

—Como fuiste capaz- murmuró Ines entre lagrimas sosteniendose de Victoriano

—¡¿Que hiciste con el Loreto!?- gritó Víctoriano

—Lo deje en la calle, como se deja a los perros cuando uno no los quiere, pensé que se iba a morir de hambre pero no fue así, no se murió Ines porque no soy tan malo como crees

Tanto Ines como Victoriano sentían su sangre hervir, ese hombre era un monstruo que no se tentaba en corazón para hacer daño

—¡Eres un maldito Loreto!- gritó Ines explotando- ¡Cómo pudiste hacerle eso a un inocente! ¡El no tenía la culpa de nada!- de repente sintió una punzada en el vientre que la hizo doblarse sosteniendose del brazo de Víctoriano- ¡Aaaah!

—¿Está bien Ines?- pregunto Victoriano sosteniendola

—Si, si, estoy bien- respondió ella tocando su vientre y respirando hondo

—Si me permiten continuar lo haré- dijo Loreto observando nuevamente con gesto de burla a Ines- y no me mires así Inesita porque yo mismo alimente a ese chamaco, hubieras visto como se humillaba ante mi por un pedazo de pan

Ines fulminaba con la mirada a Loreto mientras sentía su vientre tensarse, sentía que eso ya no era normal pero necesitaba saber todo

—¿Dónde está? ¿Quien es Loreto? Dímelo ahora mismo

—Si podría hacerlo ¿pero no creen que es demasiada información por hoy? Solo les voy a decir que es alguien que tuvieron cerca algunas veces- rió

—No nos puedes hacer esto Loreto- murmuró Ines entre lágrimas causadas por el coraje y el dolor físico que estaba experimentando y tratando de ocultar- por favor dinos quién es, por favor

Victoriano no iba a permitir que ese hombre siguiera jugando con los sentimientos de Inés y en un solo movimiento se separó de ella y saco la pistola que había tomado de la caja fuerte apuntado hacia Loreto

—¡Nos vas a decir ahora mismo quien es o juro que te mato!- gritó

—Victoriano no- murmuró Ines sosteniendose de una mesita que estaba al lado de ella

—Calmate Santos, cálmate, solo era una broma, yo te voy a decir quién es, pero primero vamos a contar el dinero

—¡Dímelo de una buena vez!- acercándose amenazante hacía el

—Victoriano ya por favor- suplicaba Ines- guarda esa pistola

Ninguno de los dos hombres parecía hacerle caso a la mujer

—Ya Victoriano, está bien, te lo voy a decir, el hijo que tuviste con Inesita es el mismísimo Alejandro San Román ¿Estaba fácil de adivinar no se te hace?

—¿Alejandro?- pregunto Ines antes de sentir nuevamente dolor y como un líquido empezaba a correr por sus piernas

Al sentir aquello Ines se quedó inmóvil, había roto fuente

—Aun así no te la voy a perdonar Loreto, ahorita mismo me voy a dar el lujo de matarte- dijo Victoriano decidido a jalar el gatillo

—Victoriano- sollozo Ines- rompí fuente

𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐚 𝐦𝐢 (Concluida) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora