capitulo 27

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Ines fue dada de alta unas horas después, el médico ya le había dicho que no había sido nada grave y estaba ahora recostada en su habitación junto a las muchachas que ya estaban enteradas de todo lo que había pasado, las tres trataban de animarla y de asegurarle que todo estaría bien, se quedaron a su lado hasta que, agotada por todo lo que había pasado en el transcurso del día, se durmió.

Las jóvenes salieron de la habitación pensando que lo mejor sería hablar con su padre y así lo hicieron

—Papá ¿Podemos hablar contigo?- pregunto Diana abriendo la puerta del despacho que fue el lugar donde Victoriano permanecido encerrado todo el día

—Si es sobre Ines no- respondió mientras daba un sorbo de lo que sea que estuviese bebiendo

—Aun así lo haremos- dijo Cassandra entrando junto a las demás- tu no estás pensando ella

—Ella no pensó en mi- respondió Víctoriano fríamente

—Papá mi nana ha soportado mucho, soporto verte casado con Deborah, soporto que tuvieras un hijo con ella ¿y tú ahora vienes a reprocharle que te haya ocultado esto? Es injusto

—No Constanza no es injusto porque si me case con Déborah fue precisamente por su rechazo, pasaron años antes de que ella me contará la verdadera razón por la que me dejó, para ella es muy fácil ocultarme las cosas y decidir sobre lo que me dolerá o no...- respiro hondo- y yo ya estoy harto

—No puedes juzgarla papá, ella ha sufrido mucho, entiende que su vida no ha Sido facil y aún así aquí está, dándose una oportunidad contigo- dijo Diana acercándose a él para acariciar su hombro

—¿y que sabes tú sobre lo que he sufrido yo? ¿Creen que porque yo no me la paso llorando no siento nada? Perdóname Diana pero esto, además, no las incumbe

—Tienes razón, no nos incumbe, pero los queremos a los dos y sabemos que ustedes también se quieren

—Diana escúchame muy bien, el amor sin confianza no es nada y eso es precisamente lo que acabo de perder con Inés... Si me disculpan quiero estar solo ¿Dónde está mi hijo?

—Yo lo voy a cuidar esta noche- respondió Connie

—Traelo y pide que cambien sus cosas a la habitación de huéspedes, ahí voy a dormir yo, yo puedo cuidarlo también

—Si está bien, pero no creo conveniente sacar la cuna ahorita, mi Nana ya está dormida... Papá, piensa en ella ¿Si? también está esperando una hija tuya

—Pensare en mi hija- puntualizó Victoriano

Las tres salieron derrotadas del despacho, Victoriano estaba visiblemente dolido por lo que pasaba y ellas no podían hacer mas.

Horas más tarde Ines despertó, su cuerpo en tan pocos días ya había tomado la costumbre de levantarse cuando el pequeño Ángel tenía que comer y para su sorpresa pudo ver qué Victoriano no estaba ahí, tampoco estaban los biberones del pequeño, de repente la cama le pareció enorme y el silencio de la habitación le daba terror, lloro un poco, sabía que lo que pasaba se hubiera podido evitar pero ahora ya no había más que hacer, nuevamente un error los estaba separando...

A la mañana siguiente Ines bajo a desayunar, quería hablar después de eso con Víctoriano y estaba segura de que el ya estaría más calmado, en el comedor se llevó la sorpresa de que el hombre había salido desde muy temprano a la empresa y había dejado la orden de que cambiarán la cuna del pequeño y la ropa de Víctoriano para el cuarto de huéspedes que era donde se quedaría el

—No Jacinta, no cambien nada, yo arreglo esto- respondió cabizbaja, al parecer Victoriano seguía igual de molesto

—Nana, no te preocupes seguramente a mi papá se le pasara el coraje pronto

—Ojala Cassandra porque yo siento que no puedo mas- dijo con los ojos llorosos para después comer un poco de fruta

Ines paso todo el día esperando a Víctoriano pero este tampoco llegó a comer, la mujer se la había pasado encerrada en la habitación, había pedido que por favor le llevarán al pequeño para al menos así distraerse un rato

Victoriano llegó entrada la noche, no tenía ganas de hablar con nadie, simplemente quería recostarse y dormir, entro a la habitación en la que se quedaba y vio que no habían cambiado nada lo que el les había ordenado, enojado llamo a la muchachas del servicio y estás acudieron

—¿Me pueden explicar por qué no cambiaron lo que les ordene?

—Si lo íbamos a hacer patrón pero doña Inesita no nos dejó

—¿Y quién es ella para cambiar lo que yo digo?

—Si quiere ahorita cambiamos las cosas patrón, discúlpenos

—No es necesario, lo haré yo mismo- dijo antes de salir enojado hacía el cuarto donde estaba Ines

No se molesto ni siquiera en tocar y anuncio su llegada con un portazo, ahí estaba Ines, meciendo al bebé mientras caminaba de un lado para el otro, el pequeño descansaba entre los brazos de Inés que lo acunaba por encima de su barriga y ambos fueron asustados por el golpe que Victoriano le dió a la puerta

—¡Me puedes explicar porque no dejaste que hicieran los cambios que pedi! - viendo cómo la mujer le daba la espalda solo para acostar al bebé en la cuna

—Baja la voz Victoriano, no vez que espantas al niño, no deje que cambiarán tus cosas porque tú no te vaz a cambiar de habitación

—Claro que lo haré

—¿Por qué?- pregunto Ines

—Porque no pienso seguir durmiendo contigo- respondió fríamente

—Siendo así no te preocupes, la que se cambia de habitación soy yo... Pero antes dime qué te pasa, porque te estás comportando así, necesitamos hablar Victoriano, necesito que me dejes hablar por favor- dijo con la voz entre cortada

—¿Para que? ¿Para que me ocultes más cosas? No lo creo Ines

—Por favor Victoriano

—No Ines, yo ya se lo que tenía que saber y no fue por ti

—Tu no entiendes el dolor que me causo a mi perder a nuestro hijo, no lo pude ver ni un momento, no sé si se parecía a ti o a mi, no lo pude cargar Victoriano

—Eso no es excusa para callar, tuviste la oportunidad de decírmelo y no lo hiciste...

—Pero ahora lo sabes, no me castigues más por favor

—No te estoy castigando pero simplemente ya no puedo confiar en ti... excuse que me ocultaras cosas creyendo que era porque yo no te daba la confianza que necesitabas, ahora te la di y aún así callaste algo tan importante, Ines necesito tiempo para concentrarme en mis cosas y pensar

—¿Y mientras tanto que va a pasar con nosotras?- pregunto Ines con angustia acariciando su barriga

—Mi hija no tiene nada que ver esto

—¿Quieres que me valla?

—No puedes hacerlo, no quiero ponerte en riego estando embarazada además tú vida está en esta casa... Ya no quiero seguir hablando de esto Ines

—Victoriano, te amo, te amo más que a nada en el mundo y se que me equivoqué, se que cometí un error y estoy arrepentida pero...

—Por favor, Ines, quiero dormir ya- interrumpiendola

Ines no dijo nada más, salió de la habitación sintiendo como su alma se partía en mil pedazos, algo tan mágico no podía acabar así, también Victoriano estaba destrozado en la habitación, amaba a Inés con el alma pero no podía perdonar una mentira así, el siempre fue sincero con ella y lo menos que merecía era ser correspondido de la misma manera.

Ambos extrañaron el calor del cuerpo del otro durante la noche, no era posible que dos almas que se amaban tanto estuvieran separadas, no después de todo lo que habían luchado...


¿Será que Victoriano hará a un lado su orgullo? ¿O seguirá enojado más tiempo con Ines? Déjenme sus comentarios, los estaré leyendo 🤩

𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐚 𝐦𝐢 (Concluida) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora