capitulo 15

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Victoriano llegó al hospital y encontró a Inés mucho más recuperada, junto a el llevaba un ramo de flores blancas que compro en el camino

—¿Puedo pasar?- abriendo la puerta

—Pasa Victoriano- respondió Ines sonriendo levemente

—¿Cómo te sientes mi vida? Te traje esto- mostrándole el ramo de flores antes de ponerlas al lado

Connie y Diana estaban sorprendidas, nunca habían conocido el lado romántico de su papá, parecía ser un hombre completamente diferente al que conocían

—Me siento mejor... Gracias por las flores

—El doctor dice que mañana la van a dar de alta, pero aún así va a tener que guardar reposo absoluto algunos días

—Bueno pues así será, debemos cuidar muy bien a nuestro bebé- volteando a ver a Inés y confirmandole así que el también estaba seguro de su paternidad

—Ines- se atrevio a preguntar- ¿Que fue lo que pasó con tu hijo Emiliano? Hoy antes de venir los peones me dijeron que no lo han visto desde ayer

—Emiliano ya lo sabe todo...- respondió Ines con un nudo en la garganta

—¿Cómo que lo sabe todo? ¿Tu se lo dijiste?

—No... Fue Loreto, le dijo cosas horribles, no quiere saber nada de mi- soltando el llanto- perdí a mi hijo Victoriano, prefirió irse con el

—Voy a matar a ese maldito

—¡No Victoriano!- gritó Ines aterrada, sabía que era capaz de todo y también conocía a Loreto

Víctoriano ni siquiera escucho el grito de su mujer pues ya había salido del cuarto, iba completamente decidido a acabar con ese hombre, tenía varias cuentas pendientes con el y ya no permitiría que le hiciera daño a Inés. Sus hijas salieron tras el

—Papá- dijo Diana poniéndose frente a el- no vaz a hacer nada, piensa bien las cosas

—Voy a buscar a ese infeliz y me va a pagar cada una de las que ha hecho, no voy a permitir que siga haciéndole daño a Inés

—Pues por eso precisamente piensa en ella- no le dez esta clase de preocupaciones papá, tenemos que mantenerla tranquila

—Papa ya habrá tiempo de arreglar todo esto ¿Si? Ahora debemos pensar en mi nana, regresa con ella

Victoriano respiro, tenían razón, ya habría tiempo para desquitarse, ahora lo más importante era Ines, regreso al cuarto y encontró a Inés llorando en la cama y muy nerviosa, no pudo evitar sentirse mal por haber provocado aquel estado en ella

—No haré nada Ines, cálmate- se acercó para abrazarla

—Yo se de lo que es capaz Loreto, no quiero que te haga daño- sollozando en su pecho

—Connie- dijo suavemente volteando a ver a su hija- llama al médico, que venga a revisar la presión de Inés.

A la mañana siguiente dieron el alta de Inés y después de escuchar atentamente las indicaciones del médico se dirigía a la hacienda junto a Víctoriano

Hacienda las Dianas

Cassandra entro al cuarto de su papá buscando cualquier cosa que aclarara sus dudas, había estado toda la noche pensando en lo que había dicho Deborah, olvidó completamente a lo que iba cuando saco una caja llena de fotos del buró, había fotos de su madre cargando a Diana, también había fotos donde la cargaba a ella e incluso había un par de fotos donde posaba embarazada de Constanza, miraba embelesada las fotos cuando al fondo se encontró un paquetito, de al parecer más fotos, envuelto en un viejo periódico, lo abrió esperando ver más recuerdos de su madre pero en cambio encontró tres fotos, las dos primeras era de su nana, tenían de tras una dedicatoria para su padre y la última foto aparecían estos dos abrazados, posando muy sonrientes y visiblemente enamorados ante una cámara, aquella foto en la cabeza de Cassandra termino por confirmar todo lo que Deborah le había dicho, guardo todo de nuevo en la caja, excepto esa foto. Se fue a meter a su habitación, necesitaba pensar bien que decirle a su padre, tenía que enfrentarlo, ocupada en eso estaba cuando Constanza entro

—¿Necesitas algo?- limpiandose un par de lágrimas de la mejilla

—Si, bueno, más bien vengo a pedirte un favor

—¿Aja?

—Ayer mi mamá estuvo esperando todo el día a qué fueras, nosotras le dijimos que estabas ocupada

—Si ¿Y?- seguía respondiendo indiferente

—Pues solo venía a pedirte que le dijeras eso, cuando la veas, que estabas ocupada, y también que no seas grosera con ella como lo estás siendo conmigo, ella está pasando por un momento muy difícil y...

—Si tu preocupación es que no me porte grosera con ella déjame decirte que no tienes por qué hacerlo, no voy a verla

—¡Cassandra porque te comportas así! Si mi nana y mi papá son pareja ¡A ti en te afecta!

—¡¿Tu no entiendes Constanza?! ¡Ellos engañaban a mi mamá! Son pareja desde mucho antes

—¿Estás loca? Mi nana y mi papá no engañaron a nadie, no sabes lo que dices

—Claro que lo sé, yo encontré una foto de ellos dos juntos años atrás

—Mira Cassandra esa foto tiene una explicación que yo no te pienso decir porque no me corresponde, pero no es lo que piensas- Connie vio por la ventana como la camioneta de su papá llegaba y sin decir más salió de la habitación dejando sola a su hermana.

A la hora de la comida, y para sorpresa de todos, bajo Deborah a sentarse junto a ellos a la mesa

—Crei haber escuchado decir a mi papá que te sentías mal- dijo Diana en tono sarcástico

—Si, eso fue ayer, hoy me siento mucho mejor Dianita

—Ya, no quiero discusiones en la mesa

Las muchachas del servicio llegaron para empezar a servir la comida

—¿Ines no va a servir la comida hoy?

—No, mi nana está descansando- respondió Constanza

—Pues cuántas consideraciones tienen con ella, si ya salió del hospital pues debería de cumplir con su trabajo

—¿Y a ti que te importa Deborah?- contesto Diana perdiendo por completo la paciencia

—Yo solo digo lo que pienso, que injusto que tu papá le pagué por hacer nada

—Que bueno que tocas el tema Deborah, porque Ines ya no va a trabajar más para nosotros

—¿A qué te refieres?

—Ines ya no trabajará aqui porque la amo y está esperando un hijo mío

—¡Que estás diciendo Victoriano! ¡Tu no me puedes hacer esto!- levantándose de golpe de la mesa

—¿Hacerte que? Tu y yo ya no somos nada desde hace tiempo, recuerda que nos vamos a divorciar

—¡Eres un desgraciado! Me engañaste con esa gata

—¡No te permito que hables así de mi nana Deborah!- gritó Diana

—Deborah cálmate por favor, eso no le hace bien a tu bebé- dijo Cassandra que hasta el momento había permanecido callada

—Deborah, nuestra relación ya no existe, lo mejor es que te vallas de la casa, yo ya te había ofrecido un lugar donde pudieras estar cómoda con mi hijo

—Vete al diablo- dijo antes de retirarse de la mesa

La mujer iba furiosa, era claro que está vez el divorcio iba enserio, dió un portazo después de entrar a su habitación y empezó a tirar todo

—¡Malditos todos! Está me la van a pagar, mientras yo exista no permitiré que sean felices.

𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐚 𝐦𝐢 (Concluida) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora