capitulo 36

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Mañana siguiente

Por primera vez los primeros que bajaron a desayunar fueron Victoriano e Ines, como últimamente lo llevaban haciendo los dos con un bebé en el brazo y  un portabebé en el otro

—Debemos poner el moises del cuarto de los bebés aquí abajo ¿No crees?- pregunto Victoriano

—Estaria bien pero yo prefiero traer a mis niños abrazados siempre, además cuando tengo cosas que hacer las muchachas me ayudan 

—¡Buenos días!- gritó Connie desde media escalera viendo como Victoriano le abría la silla a Inés para que se sentará

—Buenos días- respondieron ambos

La siguiente en bajar fue Cassandra y momentos después Alejandro y Diana pasaron a ocupar sus lugares en la mesa.

Victoriano observaba detenidamente el comedor y el par de sillas que aún permanecían vacías

—Connie- dijo interrumpiendo a los demás que estaban conversando

—¿Si?

—Ve por Emiliano antes de que empiecen a servir, quiero que ocupe su lugar en la mesa

La sonrisa que se dibujo en el rostro inundó la cocina

—Quiero desayunar siempre con mi familia completa- continuo Victoriano- y Emiliano es el único que falta para que así sea, como hijo de Inés pasa a ser también mío y como... Cómo tu novio pues pasa a ser también mi yerno, no creas que no me he dado cuenta

Sin decir nada más Connie salió sonriendo de oreja a oreja

—Gracias mi amor- murmuro Ines acercándose a él para darle un piquito

—Ahora somos una familia mi vida- respondió Victoriano ante la mirada embelesada de los ahí presentes

—¿Don Victoriano me mandó a llamar? Buenos dias- dijo emiliano entrando junto a Connie

—Buenos días muchacho, así es, siéntate que apartir de hoy quiero que tomes tu lugar en la mesa todas las mañanas 

—¿Es en serio don Victoriano?- pregunto contento

—Claro que si muchacho, anda, toma asiento...

Ese desayuno había sido uno de los más especiales que habían tenido en mucho tiempo, se podía respirar la felicidad de todos en el aire, sobre todo la de Inés...

Uno a uno se fue levantando de la mesa para ir a hacer sus pendientes, hasta que quedaron solo Connie, Víctoriano e Ines

—Nana quería decirte que hoy saldré al pueblo por algunas cosas ¿quieres que me lleve a Ángel?

—No Connie no es necesario, yo puedo cuidarlos a los dos, el es muy calladito, la única ruidosa es Victoria

—Nada más Connie no tardes mucho para que Ines no esté todo el tiempo sola ¿Si?

—Pues si no voy a estar sola Víctoriano, además ya sabes que Jacinta siempre me ayuda en todo- volteando a ver a Connie- tu tarda lo que necesites mi niña eh

En otro lugar del pueblo...

—Te advierto que si me haces fallar a mi tu te hundes conmigo- amenazo la joven mujer del vestido entallado

—Sabes que a mí tampoco me conviene fallar- respondió el hombre mientras le daba una calada a su cigarrillo

—Pues espero que cumplas y no me engañes como a ellos, les prometiste que saldrías de sus vidas y mírate, aquí estás de nuevo

𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐚 𝐦𝐢 (Concluida) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora