capitulo 33

1.1K 92 8
                                    

Victoriano regreso emocionado a la habitación de Inés con su celular en las manos

—Ines, Ines es preciosa, nuestra hija está muy bonita, es chiquita, nunca había visto una bebé de su tamaño, pero es bonita

—¿Como está Victoriano? ¿Le tomaste fotos?

—Si, si le tome un par- encendiendo el celular para enseñarle las fotos que había tomado a través de la incubadora

—Es muy pequeñita- dijo Ines sonriendo- pero debe tener frío, solo está cubierta con el pañal

—No nana, en las incubadoras hace calor de echo- dijo Diana acercando para ver también la foto- es muy linda

—Ay nana se sacaron un 10 con esta lindura- dijo Cassandra

—Gracias Ines- dijo Victoriano dándole un tierno beso en la frente- gracias por darme dos hijos tan maravillosos

—¿Dos?- pregunto Diana

Ines y Victoriano se voltearon a ver, con todo lo que había pasado no les había dado tiempo de contarle a nadie su alegría al encontrar a su primer hijo, más bien, de enterarse que estaba vivo

Tanto se conocían que con una mirada Victoriano pidió su aprobación para contarle a sus dos hija e Ines movió la cabeza aceptando

—hijas, hay algo que Ines y yo quisiéramos compartirles, una alegría muy grande, Ines y yo nos acabamos de enterar que nuestro primer hijo nunca estuvo muerto

Ambas chicas se sorprendieron al escuchar eso, las dos conocían ya la historia de ese bebé que su nana creyó muerto al nacer y sabían de antemano todo lo que había sufrido, y los problemas que tuvo con su padre al no haberselo dicho

—¿Pero como puede ser eso posible?¿Dónde estuvo todo este tiempo?- pregunto Cassandra tomando la mano de Inés

—Loreto me engaño, lo arrebato de mi lado pero ahora se dónde está, se que está cercas y eso me da tanta felicidad

—¿Entonces ya saben quién es? ¡Dios santo, que felicidad!

—Si Diana, ya sabemos quién es y es un gran hombre

—¿Quien es papá? ¿Quien es mi hermano?- pregunto Connie sonriendo

—Hijas, con todo esto no nos ha dado tiempo de hablar con él por eso mismo quiero pedirles que todo quede entre nosotros por lo menos en lo que dan el alta de Inés, más tarde los hablaremos también con Connie y con Emiliano por supuesto, no sé cómo se van a tomar esto pero... Tal parece que Alejandro es nuestro hijo

Diana cubrio su boca con una mano en señal de asombró, no sabía que sentía en ese momento, estaba feliz porque sabía que Alejandro lo estaría al conocer quienes eran sus padre pero ella nunca imagino que al hombre que amaba fuera casi casi su hermano

—Diana, mi niña ¿Que pasa?- pregunto Ines con esa voz tan calmada que la caracterizaba al ver la expresión de Diana

—No nana, nada, estoy feliz por ustedes y por Alejandro... Eso quiere decir mi bebé va a ser tu nieto- dijo sonriendo muy levemente

—Y lo voy a amar con toda el alma mi niña. Y tú Cassandra ¿Que piensas?- pregunto al ver que la joven no había dicho ni una sola palabra

—Pues yo estoy feliz, muy feliz porque tengo un hermano mayor y más aún porque se que ustedes están felices y solo así es como los quiero ver siempre

Cassandra le dió un abrazo a Inés y otro a Víctoriano, hablaron sobre darle la noticia a Alejandro cuando Ines fuera dada alta o esperar hasta que regresará, pero eso lo verían más adelante

A la mañana siguiente una enfermera llegó por los felices papás de la bebé santos, Ines por fin conocería a su hija y sentada en una silla de ruedas mientras Víctoriano la empujaba llegó a dónde estaba la pequeña, sin duda nadie mentía cuando decían lo linda que era, pero le dolía el echo de que estuviera ahí

—Mira que pequeña es Victoriano ¿Por qué está conectada a esas cosas?- dijo mientras un par de lágrimas bajaban por sus mejillas

—Tienen que estarla monitoreando pero según me dijeron ayer no sera por mucho tiempo, se mueve mucho ¿verdad?

—Mi vida, mi niña hermosa soy tu mamá, te adoro pequeña y quiero tenerte muy pronto conmigo por eso tienes que estar bien, queremos llevarte a la hacienda con sus hermanas y tus hermanos, todos te esperábamos con mucho amor, por favor ponte bien mi amor...- Ines a este punto ya no podía evitar llorar, ella nunca había esperado estar tanto tiempo sin abrazar a su hija

—Mi vida, aún no escogemos un nombre para ella, no podemos estarle llamando siempre la niña o la bebé

—Tienes razón, a ver, que nombre te vamos a poner pequeñita...- dijo sonríendo entre lagrimas al ver cómo la pequeña movía sus piecitos

—A mí me gustaría que se llamará como tú, Inés, al fin que es muy parecida a ti, tiene tu belleza

—Victoriano yo había pensado en que se llamará Víctoria, ese nombre es bonito, es parecido al tuyo y al final fue una victoria que ella esté aquí con nosotros ahora

—¿Victoria? ¿Estas segura mi vida?- Victoriano no podía negar que le gustaba la idea de que su hija se llamará como el

—Si, estoy segura

—Pues entonces Victoria se llamara- Dándole un pequeño beso en los labios a Ines- hola Victoria, te amamos hija...

Los dias fueron pasando y con ellos fue creciendo la pequeña Victoria, entre el cuidado de sus padres, que iban a visitarla todos los días, y de sus hermanos que la adoraban se recuperó y estaba lista para irse a casa

Ines y Victoriano llegaron con la bebé en brazos y al verlos cruzar la puerta todos se abalanzaron sobre ellos para cargar a la pequeña, la más rápida, a pesar de la ya pequeña pancita que tenia, fue Diana que triunfante le mostró a los demás que ya tenia a Victoria en brazos

—Cuando nazca mi sobrino te vamos a hacer lo mismo eh Diana, no vamos a dejar que lo cargues en todo el día- dijo Emiliano riendo al igual que los demás

—Tu lo vaz a alimentar seguramente- dijo Ines bromeando y riendo al igual que los demás- por cierto ¿Dónde está mi Angelito?

—Arriba nana, lo dejamos dormido- respondió Connie

—Bueno, voy a ir por el porque ayer y antier no estuve con el, les dejo aquí a Victoria y enseguida bajo

Ines subió a la habitación del pequeño y descubrio que ya estaba despierto, veía fijamente al techo con sus grandes ojos, siempre habia sido un bebé muy tranquilo y le había robado el corazón a Inés, lo tomo en sus brazos y beso su cabecita

—Te extrañe mucho mi niño- dijo suavemente mientras el pequeño de casi 3 meses le regaló una pequeña sonrisa- creo que tú también me extrañaste

Momentos después Ines bajaba las escaleras con el en brazos, pudo observar a todos en la sala y se detuvo, no podía creer como había cambiado su vida en solo unos meses, ahí estaba el amor de su vida hablando con su hijo Emiliano, Diana con su pequeña pancita enseñando a Cassandra a sostener a la bebé, Connie tomando fotos con su teléfono mientras sonreia y agachó la mirada viendo a Ángel, a quien ya también consideraba su hijo... Pensó en que solo faltaba Alejandro para completar su felicidad pero pronto estaría con ellos, su corazón se lo decía y Diana también, Alejandro regresaba en una semana...

𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐚 𝐦𝐢 (Concluida) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora