𝐅𝐄𝐋𝐈𝐃𝐀𝐄 | 𝚃𝙷𝙴 𝙷𝚄𝙽𝙳𝚁𝙴𝙳 𝙵𝙰𝙽𝙵𝙸𝙲𝚃𝙸𝙾𝙽
Tener más de un hijo en el Arca estaba totalmente prohibido, pero no era culpa de uno/a que fuesen gemelos... o gemelas, en este caso.
Lo que no te mata te hace fuerte, en este caso, si la...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Bellamy y Clarke despertaron a la mayoría del grupo. Estaban Echo, Murphy, Raven, Shaw, Clarke, Bellamy, Jordan, Abby, Zak, Derek, Skyler, Selina y Tobias, además de sus hijos.
Escucharon nuevamente los videos de Monty, absolutamente todos ellos. En algunos de esos videos, también aparecían Lexa y Lincoln jugando con Jordan. Muchos los observaron, notando que efectivamente aparentaban tener dieciséis años.
—Sé que es difícil de procesar. Tómense una hora y nos vemos en el comedor. Tenemos cosas que planear —habló Bellamy. Luego de la acalorada discusión que tuvo con su hijo, no tenía muchos ánimos.
—Chicos, sobrevivimos —habló Clarke de repente. Lexa estaba abrazada a ella, mientras la rubia tenía su brazo rodeando los hombros de la adolescente—. Monty se aseguró de eso.
—Recuperemos nuestra humanidad —susurró Abby, sin despegar su mirada de la gigante ventana frente a todos.
—Algunos jamás la perdimos —escupió Raven con enojo.
Antes de que la morena se fuera, tanto la risa de Skyler como la de Lincoln resonó por todo el lugar, llamando la atención de todos. Madre e hijo carcajearon en sincronización, como si lo hubiesen organizado.
—Lo dice la mujer que electrocutó a alguien más para salvar al patético novio —habló Lincoln con rudeza. Raven se quedó en silencio, observándole sorprendida. El adolescente giró su mirada hacia ella, atacándole con fuerza—. Sí. Sé cosas, Reyes.
—Lincoln —advirtió Clarke, pero éste rió con más fuerza.
—¿Qué? —preguntó, al ver cómo Raven se iba de ahí con lágrimas en los ojos, seguida de Shaw.
—Dios, este niño se parece demasiado a su madre —murmuró Murphy hacia Echo y Emori.
Skyler rodó los ojos con evidente molestia, para caminar hacia Tobias. Su hermano la recibió con los brazos abiertos.
—¿En serio tendremos que comer algas? —preguntó Tobias en un susurro, haciéndola reír.
—Iré a despertar a Talia —avisó Zak, desapareciendo del cortex.
Todos se adelantaron, pero Skyler, sintió un terrible dolor en su cadera. Selina se retrasó, yendo directo a su gemela.
—¿Qué es? —preguntó, preocupada.
Skyler la miró con miedo. Se aseguró dos veces de que nadie haya estado mirando, para revelar un poco su cadera, viendo que ésta estaba púrpura, con un par de grietas negras. La tocó, no dolía tanto, pero no sabía cuánto pasaría hasta que eso estuviese totalmente negro.
—Joder —se quejó.
Rápidamente se quitó su zapato, viendo que su pie estaba totalmente negro. Miró a su gemela nuevamente, quien se agachó, comenzando a mover el pie. Se movía normalmente, sin ningún problema.
