𝑭𝑬𝑳𝑰𝑫𝑨𝑬: 𝑇𝐻𝐸 𝐻𝑈𝑁𝐷𝑅𝐸𝐷 | 𝐁.𝐁

13

Bellamy estaba llegando sano y salvo al campamento, sin ser visto por nadie hasta el momento, cosa que agradeció, a su gente no le gustaría saber que estaba viéndose con una terrestre, pero de igual forma se enterarían, ya que él estaba dispuesto hasta una tregua con tal de seguir cerca de ella.

Skyler llegó en el momento perfecto de su vida, según él aunque no haya pensado eso con exactitud. Skyler es todo lo que él estuvo buscando, pero no se había dado cuenta hasta ahora.

Le preocupaba la situación, parecía trágico, como las historias que le contaba su madre sobre antiguas novelas que eran conocidas antes en la Tierra.

Pero se sentía mejor que nunca, dejando de lado la pequeña atracción que cada vez crece hacia Skyler, las cosas resultaban bien para él, o al menos eso creía.

Él sabía que su hermana los había liberado, no le dijo nada por el simple hecho de que él lo iba a hacer, sólo que ella se apresuró. Las palabras de Skyler le hicieron ver otra perspectiva, colocarse en el lugar de Octavia, así que trataría de todo para que ella no siguiera enojada con él. Incluso, estaba dispuesto a decirle la atracción que sentía Bellamy hacia Skyler, y lo que había pasado en su cueva si era necesario.

Cuando llegó finalmente, Clarke se acercó hacia él, conservó la calma, pero al pensar que fue descubierto, no se veía bien en su mente.

—Finn organizó un encuentro con los terrestres. —habló Clarke.

¿Qué podría salir mal? Muchas cosas.

—Estoy yendo a hablar con ellos.

Intentó seguir al margen por como estaba antes, tratando de conspirar en contra de ellos.

—Necesito que nos sigas, como refuerzo.

Por otro lado del bosque, Skyler trataba de descansar con el dolor, hasta que alguien abrió su cueva.

—¿Sky? ¿Sky? —preguntó Lincoln.

Skyler intentaba dormir, mientras que Tobias cubría y curaba las heridas.

—¿Qué quieres, Lincoln? —preguntó boca abajo de su cama.

—Genial cueva. —dijo otra voz.

Skyler levantó la mirada, encontrándose con Lincoln y Octavia. Tobias le dedicó una sola mirada a su hermano, podía significar muchas cosas.

—Eso no es para nada sorprendente. —comentó, soltando una carcajada, reemplazada por un quejido. Tobias se rió, pero se calló al ver esa mirada tierna asesina de ella.

—¿Qué te ocurrió? —preguntó Lincoln preocupado, acercándose y mirando los cortes de su hermana.

—Unos idiotas me atacaron cuando estaba cazando.

—¿Estás bien?

—Excelente —ironizó.

—Necesitas ir a casa, unos guardias pasarán por ti y Zak al amanecer. —le dijo su hermano, ayudando a subir a la superficie.

—¿Qué, por qué?

—Finn pidió que ambos líderes se juntaran. —explicó Octavia.

—¿Por qué Anya no va?

—Lexa te quiere a ti.

Se quejó. Iba a resultar tremendamente incómodo que ella y Bellamy hablaran sobre una tregua cuando hace menos de una hora estaban en una situación bastante pacífica.

—Está bien, vamos.

Los cuatro comenzaron a caminar, Lincoln y Octavia ayudaban a Skyler a caminar. Gracias a aquel atajo llegó en poco tiempo.