𝑭𝑬𝑳𝑰𝑫𝑨𝑬: 𝑇𝐻𝐸 𝐻𝑈𝑁𝐷𝑅𝐸𝐷 | 𝐁.𝐁

14

Bellamy comenzó a andar, cada vez apresurando su paso, hasta que encontró a Skyler cortando leña con un hacha. No pudo evitar pensar que se veía asombrosa.

—Sky. —llamó Bellamy.

—Le podrías decir a tu princesita que aprenda modales. —habló, sin dirigirle la mirada.

—Lo sé —dijo eso justo cuando Skyler clavó el hacha en un tronco, partiéndolo en dos—. También lo siento, por haber disparado a tu compañero, pero estaba dispuesto matar a Clarke.

—Es mi hermano. —contestó sin mirarlo, cortando más leña.

Bellamy se puso cada vez más incómodo. Le había disparado a su hermano.

—Eh... yo...

—No te preocupes, Bellamy. Todo está bien.

Estaba actuando raro. Estaba más callada, no le miraba directamente a la cara, y tenía indicios de haber llorado. Además, cortaba leña como si esta le hubiese hecho algo terrible.

¿Qué había pasado después de aquella reunión?

—¿Estás bien? —preguntó Bellamy, acercándose, pero ella no dijo nada, sólo seguía cortando leña con mucho enojo

—Excelente —exclamó, cortando con enojo la leña.

El chico no se había dado cuenta que empezó a sangrar de la nariz, pero ya estaba de rodillas al suelo. Skyler sintió cómo cayó al suelo y fue rodeado de cachorros felinos.

—¡Bellamy! ¿Estás bien? Necesitas recostarte. —preguntó Skyler acercándose rápidamente, mostrando una preocupación bastante notoria, ya que temía que le sucediera eso, y al final pasó.

—Sí, ¿por qué...? Tú sabías. —se respondió a sí mismo.

—No fue mi idea. —se defendió— Lo siento.

—Murphy te recuerda. —dijo, cruzado de brazos.

—Claro que me recuerda, lo torturé y lo amenacé incontables veces —dijo mirando hacia abajo, mientras se sacaba las vendas de las manos, dejando ver heridas recientes.

—No es tu culpa. —susurró, tomándole de un brazo, haciendo que Skyler le mirara, con arrepentimiento— Necesitamos una cura.

—No hay una. La usamos para ablandar el campo de batalla. —respondió.

Sintió como una rama se rompió cerca de ella, así que levantó su mirada al instante.

—Escóndete, ahora. —ordenó, asustada.

Tomó su hacha del tronco, comenzó a olfatear, para sentir el olor característico de un miembro de Azgeda.

—¿No estás lejos de casa? —preguntó sin darse vuelta.

—Tal vez, pero aún así aquí estoy. —se burló.

Skyler sacó el hacha del tronco para lanzarlo, quedando a centímetros de la cara del hombre, atascado en un árbol.

Bellamy salió un poco de la cueva, para encontrarse con un hombre grande cerca de la castaña. Estaba asustado, ese hombre no se veía agradable para nada.

—¿Qué quieres? —preguntó con su tono serio y demandante que en realidad causaba miedo, pero no era el caso con este terrestre.

—Mataste al sobrino de la Reina Nia. No está feliz para nada.

—¿Y qué? ¿Te envió a hacer el trabajo sucio? ¿Dónde está la otra perrita faldera?

—Algo así. Pero, te escuché hablando con alguien, ¿dónde está? —preguntó, mirando hacia todos lados intentando caminar a su cueva.