𝑭𝑬𝑳𝑰𝑫𝑨𝑬: 𝑇𝐻𝐸 𝐻𝑈𝑁𝐷𝑅𝐸𝐷 | 𝐁.𝐁

7.2

—Talia —la mujer emitió un sonido, haciéndole saber que estaba escuchando—. ¿Tú crees en 'el amor es debilidad'?

La mujer quedó completamente congelada. Ante su mirada, una Skyler de catorce años le miraba expectante por una respuesta. Ambas se encontraban en la habitación de la menor, compartiendo tiempo de calidad después de una dura guerra, que claramente habían ganado. Skyler seguía esperando la respuesta de su amiga, quien llevaba demasiado tiempo en silencio.

—No creo que sea una debilidad, sino una fuerza, una cualidad que no todos llegan a poseer, pero que todos la anhelan —comenzó—. Si creyera que el amor es debilidad, no estaría con tu hermano.

—Ni siquiera sé por qué estás con él en primer lugar —bromeó, causando risas en ambas.

Rieron por otros minutos más, hasta quedar en un nuevo silencio. Mientras Talia comía lo que quedaba de su cena, Skyler estaba arreglando algunas prendas de ropa que se vieron dañadas durante la guerra.

—¿Por qué me preguntas eso?

Suspiró, mirándole de vuelta. Se encogió de hombros antes de hablar.

—Los Comandantes no paran de decir eso en mis sueños —comenzó—. Al principio pensé que era alguna clase de consejo, hasta que se convirtió en una obligación. La conexión que tengo con ellos no es la misma que tiene Lexa, ella de verdad cree que el amor es debilidad, incluso estando con Costia, mientras que la mía es sólo a través de los sueños, no por sus espíritus.

—Lexa suele dejarse llevar mucho por la opinión de los Comandantes, es por eso que es despiadada en lo que hace —explicó Talia—. Pero, ¿tú crees que el amor es debilidad, viendo que el amor fue lo que salvó a tu padre?

Negó con la cabeza. Era un buen argumento, de todas maneras.

—Lexa es capaz de muchas cosas, al igual que tú, pequeña estrella... —suspiró— Pero de lo que no eres capaz, es de sacrificar a aquellos que amas. Lexa sí.

Asintió, totalmente de acuerdo. Amaba a su hermana Lexa, pero sabía que, en cuanto el momento llegara, Lexa le daría la espalda por lo que cree que es correcto. Su gente. En cambio, Skyler buscaría una solución tanto como para la gente que ama incondicionalmente, como para su gente.

—Esta noche tendremos justicia para nuestro pueblo, hermana —dijo Lexa, Skyler soltó un suspiro, asintiendo tras lo que dijo—. ¿Qué tienes?

La relación entre ellas seguía algo distante, a ninguna le gustaba eso. Ambas eran su mano derecha, necesitaban quedarse juntas en todo momento. Pero seguía siendo incómodo.

—Quiero justicia, en serio la quiero. Pero, es el amigo de Bellamy —suspiró—. No era amigo mío, pero era leal. Lincoln salvó su vida y ahora la perderá.

—Bellamy te entenderá, pero verá como le haces cortes a su amigo, ¿crees que podrá soportarlo? —le preguntó Cora— No podríamos estar más feliz por ti y lo sabes, pero...

—El amor es una debilidad. —repitieron las tres— Me lo han dicho demasiadas veces.

A veces —más bien siempre—, extrañaba cada vez más a Talia y sus sabios comentarios, o incluso algo mejor a 'el amor es debilidad'.

—Estoy aquí para hablar con tu Comandante —se escuchó de afuera—. Déjame pasar.

El tono de voz que empleó Clarke no fue para nada agradable para las mujeres, excepto para Lexa. Skyler no era muy tolerante hacia la chica del Cielo, por el simple hecho de quemar a sus guerreros, Cora encontraba que tenía una irritante voz, y Allondra sólo pensaba que era una muchacha con mucho por delante, pero no lo decía por el hecho de que sus hijas se volverían locas, estando totalmente en desacuerdo.