Pan

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1992

Ligeros rayos de sol se escapaban de entre las nubes del cielo. Un hombre, sentado en una banca, suspiraba. El hombre era Rusia. Un joven apenas obligado a madurar. Hacia unas cuantas semanas atrás se había llevado acabo el funeral de URSS, su padre, cuando agentes le informaron que era el heredero y por consiguiente debía presentarse en la sede de ONU. Ahí debía de lograr convencer las demás naciones que debían reconocerle como tal.

-No te preocupes hermano, si no lo consigues hoy, lo intentaremos el mes entrante-sonreía Bielorrusia.

Pero él sabía que no podía fallar. Su gente no tenía el mes siguiente. Peligros de invasiones, incertidumbre, ese eran los riesgos.

Rusia se quita su ushanka, pasa su pulgar por la estrella que adorna su gorro. En el ambiente aún persiste el invierno, por ello su aliento se ve en forma de vapor.

- папа

Un pan aparece a su costado, siendo sostenido por una pequeña mano.

-Toma, no sé qué te pasa pero las penas con pan son menos.

El ruso sostiene el pan, que está en su plástico protector.

-A mensa, como te lo vas a bajar, a brincos, toma un juguito.

Un jugo pequeño se coloca en a su lado.

Él solo ve las cosas, no al ser que se las da. Siente una mano en su cabeza.

-No te preocupes, todo saldrá bien.

Se escucha un sonido

-Ah, voy tarde, comete eso rápido y vamos que hoy llega alguien nuevo. Te veo adentro.-le ponen una mano en el hombro y después la persona sale corriendo.

Aturdido Rusia solo se queda con el pan y el jugo en sus manos, voltea pero ya no hay nadie. Sonríe ya seguro de sí. Se come de un bocado el pan y se ajusta la corbata. Camina decidido a la sala.

-Ángel, aangeel, Rusia- Rusia sale de su letargo, mira a México junto a él.

-Si Prianik

- ¿estás bien? Te quedaste ido

-Sí, solo me vino un recuerdo.

-Oh, mira te traje un pan y un juguito. Me encantan estos panes siempre los compro. –México le da el pan y el jugo. Él los observa. Sonríe. Parte el pan por la mitad.

-Toma, no me lo acabare solo.

-¿Seguro? Bueno, dame que tengo hambre. –Suena una notificación.

-Ah, vamos tarde. Apúrate-Se hecha la mitad a la boca y jala del brazo al eslavo. Ambos corren rumbo a la sala. 

Ruso y latinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora