*Aquí Azteca, Mexica y URSS están vivos.
México entra corriendo a la casa de sus padres. [La puerta en el día se mantiene abierta] llega a los brazos de Azteca. Se suelta a llorar.
-Mi niña ¿qué tienes?
-Wahh, no quiero ver a Rusia.
-¿Qué te hijo el malparido ese?-España comienza a tronarse los nudillos.
-No dejen que entre.
Rusia llega, se ve agitado.
- Lyubov', Nebesa, sokrovishche*; tranquila.
Azteca y España ven como le escurre un hilo de sangre por el rostro.
-¡¿Pero en el nombre de la Santísima Trinidad, crio, ¿Qué te paso?!
-Luego les explico, Mek, nebesa, no estoy enojado.
-Si lo estas.
-No, nebesa, son las hormonas.
-Pero, pero ahora me odias.
-No te odio.
-Ven niño, deja que se calme, mientras te curo esa herida.
España se lo lleva casi a rastras. Le coloca una gasa en la herida.
-Listo.
-Gracias suegro. Ella me aventó una cuchara. Y ahora ella se siente culpable.
-El embarazo es complicado. Y ¿Por qué te la aventó?
-Porque iba a tomar mi café sin azúcar.
-mmm, ¿En serio crees que vas a sobrevivir a este embarazo?
-Tengo que hacerlo.
México se asoma por la puerta. España sale de la habitación.
- ¿sokrovishche?
-¿Si...sigues enojado?
-No estaba enojado.
-Deberías enojarte. Te lastime.
-Si quieres que me enoje, me enojo.
-¡No quiero que te enojes!
-Ok, ok. – México se acomoda en su regazo.
-Cariño, ¿aún me quieres?
-Claro que te quiero.
-Se me antoja melón.
-Deja te traigo. ¿Suegros, tienen melón?
-¿Es así de complicado el embarazo?- murmura España.
-Si, a Mexica yo le lance un escudo en una ocasión.
-Espero que tenga un seguro que gastos médicos mayores.
-Yo solo espero que logre ver a su hijo nacer.
*Significa: amor, cielo, tesoro.
México solo tiene dos meses de embarazo.