Un SEat Ateca circulaba por la carretera. Su interior era curioso de ver. España iba de chofer, con Azteca de copiloto, en la parte trasera iban México, Mexica, URSS y Rusia; en ese orden. Mexica se había empecinado que el chico ruso no iría al lado de su princesa.
Fue de gran sorpresa que España le pidiera a Rusia que su padre les acompañara.
-Espero que no hayan comido. Necesitaran estómago, mucho estómago. Créanme- España suelta con un poco de hastío. Ambos se miran un poco intrigados.
-Yo no puedo creer que la vieja bruja siga viva.- Suelta Mexica.
-¡No le digas a si a mi madre!
-A todo esto ¿Por qué debía de venir yo?-Mexica discute con Azteca.
-Tú quisiste venir, "Quiero pasar más tiempo con mi cihuapilli/ princesa" eso dijiste.
Mexica se cruza de brazos.
-tajtsin/papi, tranquilo. Recuerda que la última vez que le dijiste bruja a la sijtli/ abuela acabaste sin un diente.
-No entiendo como la ilamatl/ anciana tiene tanta fuerza- murmura.
Llegan hasta una casita de adobe cerca de un pueblo. Una mujer alta y robusta se encuentra afuera dándole de comer a unas gallinas.
Rusia Y URSS se quedan asombrados. Fácilmente es casi tan alta como ellos. La mujer observa el auto llegar. México se baja corriendo. Lleva las manos en alto.
-¡sijtli/ Abuela!
-¡Mi siuatontli/ niña!- la mujer corre a abrazarla.
-nantli / Madre.
-¿Qué tal mija, todo bien en casa?
-Si nantli, de maravilla.
-Que tal ilamatl/ anciana...-antes de que Mexica termine su frase una chancla se impacta a medio rostro.
-¡Respetame! ¿A quien llamas ilamatl?
-(Te lo dije tajtsin/papá)- México le mira de reojo.
-(¿Acaso todas las mujeres de esta familia son así de agresivas?) –piensa URSS.
-(Que linda señora)- observa Rusia.
La mujer observa a los dos hombres parados detrás de España. Ambos se asustan un poco.
-Yaya, ellos son URSS y Rusia. URSS es un amigo mío y padre de Rusia, el novio de México.
-¡¿tlaixnamik/novio?!
-Mucho gusto am...señora, soy Rusia.
-Mucho gusto niño, soy Olmeca. La abuela de México. Pero entren. Deben de estar cansados. Y que flacos están. Les serviré algo de comer.
-No es necesario señora...-URSS empieza a hablar pero España le niega con la cabeza sin que se dé cuenta Olmeca.
-¿Dijeron algo?
-No, nada, que será un honor.
-Oh, qué hombre tan educado. No como el Xolopitli/ tonto de allá-señala a Mexica que recién se levanta del suelo.
-Te escuche Tlahuelpuchi/ bruja- la otra sandalia se estampa en su rostro.
El resto solo suspira.
Después de un "pequeño" refrigerio de pan, atole, tamales, gorditas y demás los europeos estaban llenos.
-папа/ papá, ya no puedo comer más- le susurra a su padre a la oreja.
-Yo tampoco.
-Bueno, es hora de comer. Hice caldo de res.
Ambos rusos quieren llorar.
-(Se los advertí, lo siento amigo)- España evita mirar a URSS.
Con gran esfuerzo terminan la comida.
-¿Quieren un postre? –sonríe Olmeca
-¡NO!- ambos dicen a coro. Cosa que asombra a la mujer. – es decir, gracias es muy amable, pero no queremos dejarla sin comida.
-Por eso no se preocupen, tengo más que suficiente. Además puedo bajar al pueblo cuando quiera y comprar más. Adelante, coman. Hice Jericaya. En un momento la traigo.
Rusia y URSS se hablan con el pensamiento.
-(Jamás pensé que moriría comiendo)
-(Yo tampoco padre, pero intentare resistir por mi amada México. Creo que no comeré en un mes.)
- Tlahuelpuchi/ bruja, deja de alimentarlos. ¿O los están engordando para comértelos?-ahora recibe una cuchara de madera que lo deja knockout.